HABITAT: Vivienda, agua y saneamiento para todos es posible

Tras dos semanas de debates, más de 16.000 delegados gubernamentales y no gubernamentales vuelven desde esta ciudad a sus respectivos países con una declaración y un plan global para la coordinación de políticas urbanas.

"Reafirmamos nuestro compromiso hacia la completa y progresiva aplicación del derecho a una vivienda adecuada", dice la Declaración de Estambul, adoptada junto con el plan de acción por 171 países en la Segunda Conferencia de las Naciones Unidas sobre Asentamientos Humanos, o Hábitat II.

El éxito del plan, cuya implementación quedará a discreción de los países participantes, dependerá del apoyo del sector privado y de varias "asociaciones" a nivel local.

"Esta conferencia reconoció los cambiantes modos de vida en todo el mundo, y concluyó que las soluciones también deben procurarse a nivel local", señaló el secretario general de la conferencia, Wally N'Dow.

Las discusiones sobre la salud reproductiva de la mujer demoraron la conclusión de la llamada Cumbre de las Ciudades, celebrada entre el 3 y el 14 de este mes, ya que algunos delegados temían una introducción solapada del derecho al aborto y al control artificial de la natalidad en el plan de acción.

Finalmente, la cumbre acordó que las ciudades precisan políticas y acciones concretas para proveer a sus habitantes de alimentos, agua potable, saneamiento y servicios de salud, incluso los relacionados con la salud reproductiva.

El secretario general consideró que se realizaron varias conquistas en la última megaconferencia mundial de este siglo.

Aunque el debate sobre el derecho a la vivienda fue el más acalorado, finalmente se acordó que los gobiernos deben facilitar el desarrollo de viviendas garantizando la posesión de la tierra y el acceso al crédito, señaló N'Dow.

Además, los delegados concluyeron que no tiene por qué haber un conflicto entre el desarrollo urbano y el rural.

"Si los 3.000 millones de nuevos habitantes que tendrá este planeta en el próximo cuarto de siglo permanecieran en zonas rurales, sería devastador para esas regiones", por eso "entendemos que el desarrollo urbano es esencial para atender las necesidades de una población en crecimiento", destacó N'Dow.

Al igual que en otras conferencias de la Organización de las Naciones Unidas, las diferencias religiosas y culturales se hicieron sentir en las discusiones.

Sin embargo, la conferencia acabó por reconocer el papel esencial que juega la mujer en los asentamientos humanos, destacó el secretario general.

La mujer y su familia deberán ser consideradas en el derecho a la posesión y herencia de tierras y otros bienes, el desarrollo del transporte público y el diseño y construcción de viviendas, acordaron los delegados.

La cumbre fue convocada debido a los graves problemas que afectan a los asentamientos humanos. Unos 600 millones de residentes urbanos habitan viviendas inadecuadas que amenazan su vida y su salud, mientras unos 100 millones carecen por completo de vivienda.

Hábitat II "demostró que existen los recursos necesarios para que todo hombre, mujer y niño de este planeta disponga de un techo, agua potable y saneamiento, por menos de 100 dólares por persona", afirmó N'Dow. (FIN/IPS/tra-en/yjc/ml/dv-pr/96)

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