LA HAYA – La Corte Internacional de Justicia (CIJ) dictaminó este miércoles 22 que Israel tiene la obligación de aceptar y facilitar las operaciones de ayuda de las Naciones Unidas y sus organismos para la población de la Franja de Gaza, y dejar de usar el hambre como arma de guerra.
“Como potencia ocupante, Israel está obligado a garantizar las necesidades básicas de la población local, incluidos los suministros esenciales para su supervivencia”, dijo el presidente de la CIJ, Yuji Iwasawa, al leer una opinión consultiva emitida por ese máximo tribunal internacional.
El magistrado subrayó que Israel debe “aceptar y facilitar los programas de ayuda proporcionados por las Naciones Unidas y sus entidades”, lo que incluye a la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (Unrwa), cuya actividad Tel Aviv ha impedido sistemáticamente e incluso ha perseguido.
El gobierno del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu rechazó “categóricamente” la decisión de la CIJ y su Ministerio de Asuntos Exteriores emitió un comunicado en el que la califica como “nuevo intento político de imponer medidas políticas contra Israel disfrazadas de derecho internacional”.
El comunicado de Tel Aviv advirtió de que “Israel no cooperará con una organización plagada de actividades terroristas”, en referencia a la Unrwa.
Israel bloqueó durante meses el ingreso de ayuda para los más de dos millones de habitantes de la palestina Franja de Gaza, atrapados en la guerra de las fuerzas israelíes contra la milicia Hamas, y la ha permitido, limitadamente, después de la firma de un acuerdo de cese del fuego el pasado 14 de octubre.
Bajo los bombardeos y la metralla Gaza ha sido un escenario de hambruna, con centenares de muertes por desnutrición, escasez de agua potable, alimentos, abrigo, productos de higiene, medicinas, servicios de salud, combustible o electricidad.
Por contraste, en países vecinos las agencias de la ONU y sus asociados mantenían en países vecinos alimentos, medicinas y bienes esenciales para miles de camiones que no podían acceder a esa Franja de 365 kilómetros cuadrados.
Tras la firma del acuerdo de alto el fuego, se pactó que al menos 600 camiones pudieran entrar cada día con ayuda de emergencia, pero Israel lo permitió con cuentagotas y a través de pasos distantes del norte donde está la ciudad de Gaza, capital de la Franja.
El gobierno local en manos de Hamas da cuenta de que han entrado menos de 1000 camiones, un promedio de 82 al día. “Una gota en el océano” de la ayuda necesaria, según portavoces de la Unrwa.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) estimó que diariamente ingresan a Gaza unas 750 toneladas de alimentos, un volumen muy por debajo del mínimo necesario de 2000 toneladas, y además por solo dos de los cruces abiertos, ninguno hacia el norte de la Franja, el área más afectada por la hambruna.
“La gente tiene un optimismo cauteloso. Comen parte de la comida que reciben y racionan y guardan algunos suministros para emergencias porque no están seguros de cuánto durará el alto el fuego”, dijo la portavoz del PMA, Abeer Etefa.
Esa agencia de la ONU opera ya nueve panaderías y 26 puntos de reparto de alimentos, la mayoría en el sur y en el centro, pero ha podido llevar apenas algunos suplementos nutricionales para niños y embarazadas en el norte, donde medio millón de personas fueron declaradas en riesgo de hambruna el pasado agosto.
“Hemos limpiado las carreteras (que van al norte, obstruidas durante meses por los escombros de los bombardeos), pero necesitamos que abran los cruces para poder llevar camiones”, dijo Etefa.
La apertura de todos los cruces ha sido un reclamo de la ONU y sus agencias, mientras que Israel mantiene algunos de esos cierres como respuesta a una ruptura del alto el fuego por el que se inculpan de modo recíproco Israel y Hamas. De allí la advertencia de la CIJ para que Tel Aviv no utilice el hambre como arma de guerra.
El conflicto que asoló el territorio palestino durante dos años estalló el 7 de octubre de 2023, con el ataque de Hamas al sur de Israel, en el que murieron más de 1100 personas y 250 fueron tomadas como rehenes, lo que desató una respuesta militar israelí a gran escala que destruyó la mayor parte de todo lo construido en Gaza.
La autoridad gazatí de Salud, en manos de Hamás, informa que la cifra de muertos por ataques israelíes se eleva a 68 234, y la de heridos se sitúa en 170 373.
A-E/HM