GINEBRA – Los ataques aéreos de Estados Unidos contra embarcaciones en el Caribe y el Pacífico, que han matado ya al menos a 61 personas, son injustificables ejecuciones extrajudiciales, afirmó este viernes 31 el alto comisionado de las Naciones Unidas para los derechos humanos, Volker Türk.
Türk dijo que “estos ataques, y su creciente costo humano, son inaceptables. Estados Unidos debe ponerles fin y tomar todas las medidas necesarias para evitar las ejecuciones extrajudiciales de personas a bordo de las embarcaciones, independientemente de la conducta delictiva que se les impute”.
Desde el 2 de septiembre, una fuerza aeronaval estadounidense desplegada en el Caribe ha pulverizado con ataques aéreos 15 embarcaciones en ese mar y en el Pacífico oriental, con el argumento de que transportaban drogas desde América Latina hacia Estados Unidos.
Pese a las decenas de personas ejecutadas -de nacionalidad venezolana, colombiana y trinitobaguense-, Washington no ha presentado pruebas que sostengan sus acusaciones. Se ha informado de tres sobrevivientes varones en esas operaciones, entre ellos un colombiano y un ecuatoriano.
Türk insistió en que los asaltos a las embarcaciones presuntamente ligadas al narcotráfico “no tienen justificación alguna en el derecho internacional”.
Según Washington, esas acciones forman parte de operaciones necesarias contra el narcotráfico y el terrorismo, y se ajustan al derecho internacional humanitario por cuanto se trata de impedir y repeler ataques contra la población estadounidense.
Türk refutó esa aseveración, recordando que el combate al tráfico ilícito de drogas a través de las fronteras internacionales es una cuestión de aplicación de la ley.
Esa lucha “debe regirse por las estrictas limitaciones al uso de la fuerza letal establecidas en las leyes internacionales de derechos humanos, que solo permiten esas acciones como último recurso contra personas que representan una amenaza inminente para la vida”, expresó.
“Ninguna de las personas a bordo de las embarcaciones atacadas parecía representar una amenaza inminente para la vida de otros ni justificar de otro modo el uso de la fuerza letal contra ellas según el derecho internacional”, recalcó Türk.
Su oficina (Acnudh), en esta ciudad suiza de Ginebra, sostiene que, si bien el combate al narcotráfico es complejo, Washington debe respetar el derecho internacional y apegarse a las estipulaciones de los tratados antinarcóticos aplicables, de los que es parte.
El alto comisionado instó al gobierno estadounidense a mantener el uso de métodos policiales bien establecidos para responder al presunto tráfico ilícito, incluyendo la interceptación legal de embarcaciones y la detención de sospechosos conforme a las normas penales aplicables.
Türk también pidió la investigación pronta, transparente e independiente de todos los ataques, con el fin de enjuiciar y castigar a las personas acusadas de delitos graves de acuerdo con principios fundamentales del estado de derecho, como el debido proceso y un juicio justo, que Washington ha defendido durante mucho tiempo.
Estados Unidos no solo sostiene la potente fuerza de tarea que ha desplegado en el Caribe para combatir el tráfico marítimo o aéreo de drogas ilícitas, sino que anunció su refuerzo en cuestión de días con el poderoso grupo aeronaval del portaaviones Gerald Ford, desplazado desde el Mediterráneo.
También anunció la posibilidad de extender los ataques a objetivos en tierra.
El despliegue de fuerzas apunta hacia Venezuela, después de que el mandatario estadounidense Donald Trump acusó al presidente del país sudamericano, Nicolás Maduro, no solo de ser ilegítimo sino de dirigir un “Cartel de los Soles”, de militares que facilitarían el tráfico de drogas desde su país.
El gobierno de Venezuela -que rompió relaciones con Washington en 2019- denunció que la fuerza de Estados Unidos prepara ataques en su contra con el pretexto de luchar contra el narcotráfico, puso en alerta a todo su personal militar y movilizó a milicias civiles en aprestos de defensa.
El presidente colombiano Gustavo Petro se sumó a las denuncias de planes estadounidenses para atacar a Venezuela, y sus críticas continuadas a través de las redes sociales llevaron a Washington a colocarlo en una lista de personas objeto de sanciones conómicas bajo el alegato de que favorece el narcotráfico.
Este viernes 31, periodistas preguntaron a Trump, a bordo de su avión Air Force One, si son ciertas versiones de prensa de que ordenó acciones militares inminentes en territorio venezolano, y respondió lacónicamente: “No, no es verdad”.
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