El terremoto en la noche del 31 de agosto al 1° de septiembre destruyó aldeas en zonas montañosas del noreste de Afganistán. Agencias de las Naciones Unidas se movilizaron en ayuda de las víctimas del seísmo, que cobró la vida de al menos 800 personas y dejó más de 2800 heridos. Imagen: NOD/X