En mayo de 2019 una gigantesca ola de polvo cubrió la ciudad de Mildura, en el sureste de Australia. Las tormentas de arena y polvo, desatadas principalmente desde el desierto del Sahara y del Medio Oriente, viajan miles de kilómetros, cruzan mares y océanos y afectan la salud de personas y cultivos en lugares distantes, desde China hasta el Caribe. Imagen: Robert Klarich / Adrc