Nueva Ruta de la Seda de Asia Central: los países sin litoral ahora conectados

El puerto de Yantian, en Shenzhen, China. Imagen: Leon Liang / Unsplash

NACIONES UNIDAS – Antes sin litoral, ahora conectados, el Pacto Mundial de las Naciones Unidas ha tendido un puente entre Europa, Asia y Oriente Medio: muchos lo llaman la «Nueva Ruta de la Seda».

El Pacto Mundial de las Naciones Unidas puso en marcha en un encuentro especial en Astaná, la capital de Kazajistán, su Red de Asia Central para impulsar los avances en esa región de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), conectando a más de 140 empresas participantes con la mayor iniciativa empresarial de sostenibilidad del mundo.

Esta iniciativa ofrecerá las herramientas y los recursos necesarios para impulsar prácticas empresariales sostenibles y acordes con los ODS de las Naciones Unidas, que deben cumplirse e 2030 y que conforman la llamada Agenda 2030.

El Pacto Mundial es una iniciativa por la sostenibilidad corporativa lanzado por las Naciones Unidas en 2019, que promueve la participación activa de las empresas en el logro del desarrollo sostenible.

Kazajistán será la oficina multinacional de la Red de Asia Central, que conectará a Kazajistán, Kirguistán, Uzbekistán, Tayikistán y Turkmenistán.

La red se lanzó durante el epílogo de la segunda cumbre entre China y los cinco países de la región, celebrada en la capital de Kazajistán entre el 17 y el 19 de junio, y cuyos detalles el Pacto Mundial ha detallado ahora en la sede de la ONU en Nuea York.

Estas cinco naciones, que anteriormente operaban de forma aislada, formarán ahora parte de una plataforma unificada que integrará una estrategia económica verde y promoverá el desarrollo regional.

«Con el lanzamiento de una red nacional aquí, estamos afianzando la inversión responsable y la sostenibilidad en este dinámico corredor», dijo Sanda Ojiambo, directora ejecutiva y consejera del Pacto Mundial de la ONU.

Añadió que «estamos aprovechando el potencial sin explotar del sector privado de la región para impulsar el crecimiento verde, mejorar la transparencia y fomentar la cohesión social».

Esa región algutinada en la nueva Red tiene un enorme potencial. El 60 % de la población es menor de 30 años, lo que supone un importante capital humano para apoyar a una nueva generación en la creación de empleo, el desarrollo de infraestructuras y las capacidades de la cadena de suministro.

La Iniciativa de la Franja y la Ruta: un nuevo aliado

En 2023, el Pacto Mundial y la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, en inglés) de China formalizaron en Beijing una alianza destinada a armonizar el desarrollo de las infraestructuras con la sostenibilidad a largo plazo.

Como parte de esta iniciativa, se introdujeron dos herramientas:

Los 10 principios del Pacto Mundial aplicados a los sectores de infraestructura en el marco de la BRI: guía práctica para los actores del sector privado.

Maximizar el impacto en los ODS: herramienta de orientación y evaluación para que las empresas promuevan la infraestructura sostenible en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta.

Estos recursos proporcionan a los actores del sector privado una estrategia no solo para alcanzar los ODS, sino también para seguir desarrollando la planificación, la financiación y la ejecución de proyectos de infraestructura, promoviendo así la conectividad regional.

Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.

Los resultados no se han hecho esperar.

Durante la segunda cumbre de China y los cinco países de Asia Central, celebrada entre el 17 y el 19 de junio en Astaná, el presidente de la agencia de noticias china Xinhua, Fu Hua, firmó un acuerdo de cooperación con Arman Kyrykbayev, asistente del presidente de Kazajistán, en el que se esbozaba una colaboración para facilitar los centros de computación de big data o macrodatos y la creación de un Centro de Intercambio y Cooperación entre China y Kazajistán.

El nuevo centro apoyará la facilitación del comercio, la liquidación de divisas y las transacciones transfronterizas de propiedad intelectual, lo que refleja el papel fundamental de la BRI en la configuración de una Asia Central más conectada e integrada.

El centro es solo uno de los cuatro centros regionales clave que se han puesto en marcha en el marco de la colaboración entre China y Asia Central, los otros tres están dedicados a la reducción de la pobreza, el intercambio educativo y la lucha contra la desertificación.

En su discurso en la inauguración de la cumbre, el 17 de junio, el presidente chino, Xi Jinping,  presentó el «Espíritu China-Asia Central», que caracterizó como una muestra de «respeto mutuo, confianza mutua, beneficio mutuo y asistencia mutua para la búsqueda conjunta de la modernización a través de un desarrollo de alta calidad».

Durante la cumbre, Xi y los líderes de los cinco países de Asia Central firmaron el tratado de buena vecindad y cooperación amistosa, formalizando una visión compartida para un futuro expansivo.

El impacto de estas participaciones económicas y diplomáticas ha sido evidente.

El comercio entre China y Asia Central alcanzó en 2024 los 94 800 millones de dólares, lo que supone un aumento de 5400 millones de dólares con respecto al año anterior.

En perspectiva, este volumen de comercio equivale al PIB total de solo uno de esos países, Uzbekistán, lo que representa un desarrollo asombroso para una región que anteriormente se había quedado rezagada en el mundo del comercio y los negocios.

Infraestructura: los ferrocarriles y los barcos del presente

Si bien la política y los valores han allanado el camino, la infraestructura está sentando las bases. Los nuevos centros ferroviarios y de transporte de mercancías están transformando rápidamente Asia Central, que antes era una entidad sin litoral, en un megacentro logístico vital.

El ferrocarril China-Kirguistán-Uzbekistán y el China-Europe Caspian Sea Express son ejemplos de ello. Estas nuevas rutas conectan Asia Central con Medio Oriente, Asia Meridional y Europa, ampliando exponencialmente su acceso al mercado.

Las ciudades chinas están abriendo rutas de trenes de mercancías y vuelos directos a Asia Central, lo que mejora aún más las cadenas de suministro y hace que los viajes sean cada vez más eficientes.

El 30 de junio se puso en marcha el China-Europe Caspian Sea Express, que realizó su viaje multimodal desde Beijing hasta su destino en Bakú., la capital de Azerbaiyán. El viaje duró aproximadamente 15 días, lo que redujo la duración del trayecto en más de la mitad.

El tren transportaba 104 TEU (unidades equivalentes a veinte pies), con aproximadamente 2300 toneladas de mercancías de exportación, y recorrió más de 8000 kilómetros. El corredor también distribuirá carga a Georgia, Turquía y Serbia, entre otras entidades regionales.

La realidad de la cooperación regional

La transformación de las cadenas de suministro de Asia Central no es teórica. Está ocurriendo en tiempo real, con la firma de nuevos acuerdos cada día.

Asia Central, que antes estaba fragmentada y sin salida al mar, se está convirtiendo en el nuevo puente entre Oriente y Occidente, acelerando la expansión a nivel mundial.

Gracias a la coordinación del Pacto Mundial de las Naciones Unidas, la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China y las asociaciones regionales, Asia Central se ha convertido en el nuevo centro de la innovación ecológica, el comercio sostenible y la revitalización económica impulsada por los jóvenes.

T: MF / ED: EG

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