Opinión

La lucha demográfica por la migración internacional

Este es un artículo de opinión de Joseph Chamie, demógrafo, consultor independiente y exdirector de la División de Población de las Naciones Unidas.

La cantidad de personas que desean emigrar permanentemente supera la cantidad de inmigrantes que los países están dispuestos a admitir, lo que lleva a muchas personas a migrar sin autorización. Imagen: Shutterstock

PORTLAND, Estados Unidos – Aproximadamente 1300 millones de personas, o 16 % de la población mundial, desean abandonar su país de forma permanente, mientras que más de mil millones creen que se debería permitir la entrada de menos inmigrantes o ninguno.

Esta pugna demográfica entre ambas partes en torno a la migración internacional está causando importantes repercusiones sociales, económicas y políticas para las naciones y sus ciudadanos.

Los 1300 millones de personas que desean emigrar a otro país son más de cuatro veces el número total estimado de inmigrantes en todo el mundo en 2025, que ronda los 305 millones. Si todas las personas que desean emigrar pudieran hacerlo, el número global de inmigrantes ascendería a unos 1.600 millones.

Si bien es fácil obtener una estimación del número total de inmigrantes en el mundo, estimar la cantidad total de inmigrantes no autorizados es mucho más difícil, ya que existen pocas estimaciones fiables a escala mundial.

Si el porcentaje de inmigrantes no autorizados entre todos los inmigrantes en Estados Unidos, aproximadamente 25 %, se aplica a la población inmigrante mundial, el número estimado de inmigrantes no autorizados a nivel mundial sería de alrededor de 75 millones (Imagen 1).

Imagen 1: Número de inmigrantes no autorizados, total de inmigrantes y personas que desean emigrar al mundo – 2025 (millones). Fuente: Naciones Unidas y Encuestas Gallup

La proporción mundial de quienes desean emigrar permanentemente a otro país ha aumentado significativamente en los últimos años, pasando de 12 % en 2011 a 16 % en 2023.

Además, el deseo de emigrar varía considerablemente entre las distintas regiones del mundo. En 2023, África Subsahariana registró la mayor proporción de quienes deseaban emigrar, con 37 %, un aumento significativo respecto a 29 % de 2011 (Imagen 2).

Imagen 2: Porcentaje de la población que desea mudarse permanentemente a otro país en el mundo y las principales regiones: 2011 y 2023. Fuente: Encuestas Gallup

En casi todas las regiones principales, la proporción de quienes desean emigrar permanentemente experimentó un aumento sustancial entre 2011 y 2023. Por ejemplo, las proporciones para las regiones de Oriente Medio y el Norte de África, así como para América Latina y el Caribe, aumentaron de aproximadamente 18 % a 28 %.

El deseo de emigrar no es exclusivo de las regiones en desarrollo. En la Unión Europea, casi 20 % de la población en 2023 expresó su deseo de emigrar. De igual manera, en Estados Unidos y Canadá, alrededor de 18 % de su población en 2023 deseaba emigrar, un aumento significativo con respecto a 10 % registrado en 2011.

El número de personas que desean emigrar permanentemente supera la cantidad de inmigrantes que los países están dispuestos a admitir, lo que lleva a muchas personas a migrar sin autorización.

Por ejemplo, mientras que aproximadamente 170 millones de adultos desean emigrar a Estados Unidos, el número anual de inmigrantes a los que se les concede la residencia permanente legal ha oscilado entre 1 y 2 millones, y se espera que la inmigración neta promedie poco más de 1 millón anual en el futuro.

De igual manera, en Canadá, alrededor de 85 millones de personas desean emigrar, pero el número anual de inmigrantes admitidos oscila entre 400 000 y 500 000.

El desequilibrio significativo entre el deseo de emigrar y la cantidad de inmigrantes que aceptan los países es un factor demográfico importante que contribuye a la migración no autorizada. Miles de migrantes mueren anualmente en las rutas migratorias intentando llegar a su país de destino deseado.

Además del desequilibrio demográfico, otros factores importantes que contribuyen a la migración no autorizada incluyen la pobreza, el desempleo, los bajos salarios, las duras condiciones de vida, la violencia, la delincuencia, la persecución, la inestabilidad política, los conflictos armados, la falta de atención médica, las limitadas oportunidades educativas y el cambio climático.

Muchos países de destino de migrantes están experimentando cifras récord de cruces fronterizos ilegales, llegadas no autorizadas y permanencias vencidas, lo que lleva a millones de personas a vivir ilegalmente en esos países.

Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.

Los derechos humanos en materia de migración internacional son relativamente sencillos. El artículo 13 de la Declaración Universal de Derechos Humanos establece que “Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país”.

Si bien todas las personas tienen derecho a salir y regresar a su país, no tienen derecho a entrar en otro sin permiso ni a permanecer más tiempo del permitido en una visita temporal.

Sin embargo, el artículo 14 de la Declaración Universal también establece que “Toda persona tiene derecho a buscar asilo en caso de persecución, y a disfrutar de él, en cualquier país”. Como resultado, muchos migrantes que entran a un país sin autorización solicitan asilo para escapar de la persecución.

Para obtener asilo, una persona debe cumplir con la definición internacionalmente reconocida de refugiado.

La Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 y su Protocolo de 1967 codificaron el derecho de asilo. El derecho de asilo se otorga a toda persona que tenga fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas.

Sin embargo, la Convención y su Protocolo no exigen a los gobiernos que concedan asilo a quienes cumplan los requisitos.

Al solicitar asilo, a los migrantes que carecen de autorización legal para entrar se les permite, en principio, permanecer en el país de destino mientras se resuelven sus solicitudes de asilo. Normalmente, el proceso de resolución demora varios años y la gran mayoría de las solicitudes de asilo son denegadas.

Por ejemplo, en Estados Unidos, aproximadamente 70 % de las solicitudes de asilo han sido denegadas en los últimos años. De igual manera, se reportan altos niveles de denegación de solicitudes de asilo, que a menudo superan 70 % en las solicitudes de asilo en primera instancia, en muchos países europeos, como Francia, Hungría, Italia, Polonia y Suecia.

Muchos países de destino, especialmente los ricos y desarrollados, consideran el uso extensivo de las solicitudes de asilo por parte de migrantes no autorizados como un medio para evitar la deportación.

Si bien la mayoría de las solicitudes se consideran infundadas, el gran número de solicitudes desborda la capacidad de los países para revisarlas oportunamente y ejecutar las resoluciones negativas para repatriar a las personas a sus países de origen.

Para abordar el gran número de solicitudes de asilo, algunos países están adoptando diversas políticas. Por ejemplo, algunos países exigen que los migrantes no autorizados esperen en el extranjero mientras se examinan sus solicitudes.

Otros países exigen que los migrantes no autorizados busquen asilo en otro país y también han implementado políticas para transferirlos a diferentes terceros países para procesar su solicitud de asilo o para su reasentamiento.

De cara al futuro, se prevé que la población mundial, actualmente de 8.200 millones, aumente en otros dos mil millones de personas durante los próximos cincuenta años. Durante este período, se proyecta que la población de las regiones más desarrolladas disminuya en unos 70 millones.

En cambio, para 2075, se estima que la población de las regiones menos desarrolladas, excluyendo los países menos adelantados, crezca en cerca de 700 millones. Este significativo aumento demográfico es aproximadamente la mitad del nivel previsto para los países menos adelantados, que, en conjunto, se espera que aumenten en unos 1.400 millones (Imagen 3).

Imagen 3: Crecimiento de la población mundial, regiones más desarrolladas, regiones menos desarrolladas excluyendo los países menos desarrollados, y países menos desarrollados: 2025-2075 (en miles de millones). Fuente: Naciones Unidas

Si bien los países abordan la migración no autorizada, muchos también experimentan o prevén una disminución de la población. A pesar de la disminución actual y prevista del tamaño de la población, los países no están preparados para aceptar grandes cantidades de inmigrantes.

En lugar de aumentar el número de inmigrantes, los países se centran en elevar sus bajas tasas de fertilidad, que han disminuido y se mantienen muy por debajo del nivel de reemplazo.

Los líderes empresariales, los empleadores, diversas organizaciones no gubernamentales, las familias y algunos funcionarios gubernamentales reconocen los beneficios de la migración internacional e incluso podrían tolerar cierta migración no autorizada.

Sin embargo, muchos ciudadanos de los países de destino, en particular aquellos de extrema derecha política, perciben cada vez más a los recién llegados, especialmente a quienes viven en el país sin autorización, como una amenaza para el empleo, la integridad cultural, la seguridad nacional y una carga financiera para los fondos públicos.

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En consecuencia, muchos gobiernos de estos países han implementado políticas y medidas para deportar a los migrantes, especialmente a los que no están autorizados.

Además, quienes se oponen al aumento de la inmigración temen que esta afecte negativamente a su cultura tradicional, sus valores compartidos y su identidad nacional. Creen que la inmigración, en particular la migración no autorizada, socava su forma de vida, su seguridad nacional, su patrimonio étnico y su cohesión social.

En conclusión, la migración internacional siempre ha sido un fenómeno demográfico fundamental y determinante, con importantes implicaciones económicas, sociales y políticas a nivel mundial. Actualmente, la población mundial, que supera los 8200 millones de personas, se enfrenta a una creciente lucha por la migración internacional.

Por un lado, se encuentran aproximadamente 1300 millones de personas que desean emigrar, muchas de las cuales optan por hacerlo sin autorización y, a menudo, arriesgando sus vidas para llegar a su destino.

Por otro lado, más de mil millones de personas en los países de destino intentan prevenir esta emigración, reducir el creciente número de inmigrantes y deportar a quienes viven en sus territorios sin autorización, incluyendo a muchos solicitantes de asilo.

Dadas las características demográficas, las significativas diferencias entre ambos bandos y la situación actual en diversos países, es probable que la lucha por la migración internacional persista durante todo el siglo XXI.

Joseph Chamie es demógrafo y consultor, exdirector de la División de Población de las Naciones Unidas y autor de numerosas publicaciones sobre temas de población, incluido su libro más reciente: “Niveles de población, tendencias y diferenciales”.

T: MLM / ED: EG

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