NIZA, Francia – Para la mayoría del mundo, un aumento del nivel del mar de 34 centímetros (algo más largo que la regla que se usa en las escuelas) puede no parecer dramático, pero es una amenaza existencial para un pequeño Estado insular como el de Vanuatu, en el Pacífico sur.
El archipiélago de Vanuatu, en apoyo de un movimiento juvenil, el de Estudiantes de las Islas del Pacífico que Luchan contra el Cambio Climático, solicitó a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) una opinión consultiva sobre cómo pueden aplicarse las leyes internacionales existentes para reforzar la acción contra el cambio climático y proteger a las personas y el medioambiente.
El dictamen se espera para finales de este año.
Vanatu, situado al noreste de Australia, lidera una campaña internacional en nombre de los Estados y territorios del Pacífico que ya ha tenido cierto éxito.
Una opinión consultiva de 2024 del Tribunal Internacional del Derecho del Mar ya confirmó la obligación de los Estados de prevenir los daños relacionados con el clima, incluidos los causados por agentes no estatales, como las empresas de combustibles fósiles bajo el control de los Estados signatarios.
«Así pues, este dictamen es significativo. Ha aportado la certeza crucial de que proteger nuestros océanos del cambio climático es derecho internacional. No es opcional», aseguró Ralph Regenvanu, ministro de Cambio Climático de Vanuatu, haciendo hincapié en estas obligaciones en virtud de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), que coordina las negociaciones climáticas.
Lo dijo en una rueda de prensa celebrada este miércoles 11 en la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos (Unoc3), que se celebra en la ciudad francesa de Niza desde el lunes 9 y hasta el viernes 13.
En el caso presentado ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), Vanuatu ha exhibido un amplio alegato que va más allá de las convenciones sobre el clima e incluye la legislación sobre derechos humanos y las normas consuetudinarias internacionales, afirmó Julian Aguon, director de Blue Ocean Law.
Los oradores ante la Unoc3 hicieron hincapié en la necesidad de una acción climática ambiciosa, señalando que el Pacífico contribuye con menos de 0,01 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, pero se enfrenta a graves impactos que cada vez se acercan más a una catástrofe.
El caso ante la CIJ resulta crucial porque su resultado podría ser el punto de partida «de un nuevo curso, una nueva era de reparaciones por el cambio climático», dijo Aguon.
Se espera que el dictamen se elabore sobre las consecuencias legales del incumplimiento de las obligaciones, lo que significará «entrar en una nueva era de responsabilidad climática».
Vishal Prasad, director de la organización Estudiantes de las Islas del Pacífico que Luchan contra el Cambio Climático, añadió que las comunidades en primera línea de los efectos del cambio climático no deberían tener que pagar los costes de la reconstrucción, ya sea la construcción de diques o la regeneración de manglares.
A su entender, tampoco debe soportar las cargas de un grupo de contaminadores históricos que no asumen su responsabilidad en el agravamiento de la crisis climática.
Para Aguion, un fallo que acoja las reclamaciones de Vanatu significaría que los países ya no podrían esconderse de sus obligaciones.
«Esto, de una vez por todas, disipará de forma decisiva la ambigüedad jurídica que durante tanto tiempo ha lastrado la capacidad de la comunidad internacional para responder eficazmente a la crisis climática», argumentó en su diálogo con los periodistas que cubren la Unoc3.
T: MF / ED: EG