GINEBRA – Casi 1,3 millones de personas están ahora desplazadas de sus hogares a causa de la violencia en Haití, la cifra más alta en la historia de ese país de 11,5 millones de habitantes, indicó un reporte de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) este miércoles 11.
“Detrás de cada número hay una persona cuyo sufrimiento es inconmensurable: menores, madres, ancianos, muchos de ellos forzados a abandonar sus hogares más de una vez, con frecuencia con solo lo puesto, y ahora viviendo en condiciones que no son ni seguras ni sostenibles”, declaró Amy Pope, directora general de la OIM.
La nueva cifra representa un incremento de 24 % con respecto a diciembre de 2024, según la Matriz de Seguimiento del Desplazamiento de la OIM, y muestra no solo el tamaño sino la continuidad del drama del desplazamiento a causa de la violencia.
En 2024, según el Buró Integrado de las Naciones Unidas en Haití (Binuh), al menos 5600 personas murieron a causa de la violencia desatada por partillas que controlan la mayor parte de la capital -Puerto Príncipe- y amplias zonas del interior.
Solo en el primer trimestre de 2025 fueron asesinadas otras 1600 personas -y hubo un millar de heridos- por la acción de las bandas criminales, con varias masacres que causaron decenas de víctimas cada una de ellas.
Puerto Príncipe sigue siendo el epicentro de la crisis, pero la violencia de las pandillas se está extendiendo mucho más allá de la capital, destacó la OIM.
Recientes ataques en los departamentos Centro y Artibonite (noroeste) han forzado a cientos de miles de residentes a escapar y muchos de ellos están viviendo ahora en albergues transitorios en condiciones sumamente precarias.
Una cuarta parte de todas las personas desplazadas internamente sigue viviendo en la capital, pero una cifra cada vez mayor está escapando a otros lugares del país en busca de seguridad.
En el norte la cantidad de personas forzadas a irse de sus hogares ha aumentado en un porcentaje cercano a 80 %, indicó el reporte.
En Artibonite, el departamento más extenso de los 10 que tiene ese país de 28 000 kilómetros cuadrados, la violencia tan sólo en la comuna Petite Rivière, de unos 200 000 habitantes, ha desplazado de sus hogares a más de 92 000 personas.
En el departamento Centro, la situación es incluso mucho más alarmante. Los enfrentamientos en ciudades que no pasan de 200 000 habitantes, como Mirebalais y Saut-d’Eau, han incrementado en más del doble la cifra de personas en movimiento en tan sólo un par de meses, pasando de cerca de 68 000 a más de 147 000.
Muchas personas ahora deben enfrentar la vida sin acceso a cuidados de la salud, agua potable y escuelas, dejando a familias que ya estaban en situación de vulnerabilidad en medio de una gran lucha para poder sobrevivir, subraya la OIM.
Mientras más personas son forzadas a irse, aumenta al mismo tiempo la cantidad de sitios de desplazamiento espontáneo sigue también aumentando. Desde diciembre estos sitios han escalado de 142 a 246.
El aumento más marcado se da en áreas que previamente no tenían sitios de desplazamiento, como por ejemplo el departamento Centro, que ahora tiene 85.
Un porcentaje de 83 % se está alojando con familias de acogida, lo cual implica una gran presión sobre las familias que con anterioridad ya estaban muy agobiadas, sobre todo en las comunidades rurales.
En Haití se estima que prácticamente la mitad de la población necesita asistencia humanitaria, principalmente en alimentación, albergue, cuidados de higiene y salud, y acceso a servicios esenciales como agua potable y electricidad.
En materia de seguridad, las fuerzas policiales locales, desbordadas por la acción de las pandillas, se han reforzado con algunos centenares de efectivos de una misión de apoyo internacional que encabezan policías militares de Kenia y en la que participan grupos de efectivos de países de América Central y el Caribe.
El plan de asistencia humanitaria urgente a la población civil, diseñado por agencias de la ONU, requiere en financiamiento este año unos 900 millones de dólares, de los que apenas se ha conseguido una porción muy modesta.
Mientras las necesidades siguen aumentando, la OIM reiteró su llamamiento a la comunidad internacional para incrementar el apoyo. “Sin fondos y acceso inmediatos, millones de personas seguirán en peligro”, advirtió su reporte.
La agencia considera que la asistencia humanitaria es esencial pero no es lo único que se necesita, pues “debe haber también soluciones sostenibles que aborden las causas de origen del desplazamiento, mejoren el acceso a los servicios esenciales y logren crear alternativas viables para los jóvenes ante el problema de la violencia”.
“Necesitamos actuar cuanto antes. La fortaleza de las personas de Haití es aleccionadora, pero la resiliencia no puede ser su único refugio. Esta crisis no puede convertirse en la nueva normalidad”, concluyó Pope.
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