Inédita elección de jueces en México marcada por la abstención

México se convirtió en el primer país que elige a la totalidad de sus jueces mediante el voto popular de sus ciudadanos, aunque en el proceso, celebrado el 1 de junio, concurrió a sufragar apenas 13 por ciento del padrón electoral.
La presidenta Claudia Sheinbaum sufraga en la elección popular de jueces en su país el 1° de junio, en la que participó 13 por ciento de un padrón electoral de casi 100 millones. México se convierte en el primer país cuyos ciudadanos eligen mediante el voto universal a quienes imparten justicia en toda la pirámide del poder judical. Imagen: Presidencia de México

MÉXICO – México se convirtió en el primer país que elige a la totalidad de sus jueces mediante el voto popular de sus ciudadanos, aunque en el proceso, celebrado el 1° de junio, concurrió a sufragar apenas 13 por ciento del padrón electoral.

La presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que “la elección histórica del poder judicial ha sido todo un éxito. Cerca de 13 millones de mexicanos salieron a ejercer -por primera vez en la historia- su derecho a decidir quiénes deben ser los nuevos ministros, magistrados y jueces”.

“Sí, México es el país más democrático del mundo”, celebró la mandataria.

Estados Unidos y Suiza eligen a jueces en algunas circunscripciones mediante el voto popular, y de igual modo Bolivia escoge a la cúpula de su poder judicial, pero México se estrena como el que escoge con voto universal a los titulares de todos los 2681 tribunales que existen en este país de 130 millones de habitantes.

Casi 8000 candidatos se postularon para cubrir esas plazas, muchos de ellos perfectos desconocidos para la inmensa mayoría de los electores, que debían rellenar seis papeletas de distintos colores según el nivel de los cargos a escoger, lo que incidió en una participación menor al 15 % que vaticinaban varias encuestas.

La elección popular de los jueces fue un proceso impulsado por el expresidente de centroizquierda Andrés Manuel López Obrador (2018-2024) y su partido Morena (Movimiento de Regeneración Nacional), con mayoría en el parlamento y al que también pertenece Sheinbaum.

López Obrador, alejado de la vida pública tras entregar la presidencia a Sheinbaum el pasado 1° de octubre, reapareció para sufragar en la elección de este junio en el sureño estado de Chiapas, se mostró feliz y en un breve contacto con la prensa dijo que “me da mucho gusto vivir en un país libre y democrático”.

Partidos políticos opositores, organizaciones de derechos humanos del país e internacionales, y responsables el sistema de derechos humanos de las Naciones Unidas habían criticado el mecanismo de la elección popular de los magistrados.

En particular, señalaban los riesgos de politización, de ocupación de cargos a partir de la popularidad y no de las cualidades, y sobre todo de que las organizaciones delictivas que en México controlan o gravitan sobre territorios consigan colocar fichas suyas como jueces que decidan sobre su actividad y culpas.

El oficialismo presentó la elección popular de los jueces como un mecanismo no solo democrático sino más eficaz para contrarrestar la corrupción judicial y hacer frente a la impunidad, que alcanza en algunas áreas hasta 90 % de los delitos registrados.

Los resultados demorarán unos 10 días en conocerse, porque el escrutinio no se realizó en las mesas de voto sino que se hará en los centros del arbitral Instituto Nacional Electoral, comenzará con los ministros (magistrados) de la Suprema Corte de Justicia y seguirá con los jueces de circuitos, distritos y municipios.

Como parte de la reforma judicial que sancionó el Congreso, la Suprema Corte se reduce de 11 a nueve en el número de miembros, quienes durarán 12 años en sus funciones, en vez de los actuales 15.

Solo tres de los actuales miembros de esa Corte, considerados como próximos al oficialismo, participaron en la elección de la víspera. Otro ocho, renunciantes a sus cargos y a reelegirse, fueron detractores de la reforma judicial porque consideran que pondrá en peligro la independencia de ese poder.

La reforma judicial incluyó la creación de un Tribunal Disciplinario de la magistratura, una corte con cinco miembros encargados de vigilar y con poder para sancionar a los jueces. El oficialismo avaló a 30 de los 38 candidatos a esa corte.

México prevé elegir otros 1000 puestos judiciales en el año 2027.

A-E/HM

 

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