HAMM, Alemania – Un tribunal alemán confirmó este miércoles 28 que los grandes emisores de carbono pueden ser considerados responsables de las consecuencias del cambio climático, aunque desestimó la demanda específica del campesino y guía peruano Saúl Luciano Lliuya sobre previsibles daños a su pequeña propiedad.
“Hoy han ganado las montañas. Aunque mi caso no vaya más allá, ha alcanzado un hito importante, y eso me enorgullece. Esta sentencia demuestra que los grandes contaminantes que impulsan el cambio climático pueden finalmente ser considerados legalmente responsables del daño que han causado”, expresó Lliuya tras el fallo.
Desde 2015 Lliuya sostuvo una querella contra el gigante energético alemán RWE, por las emisiones de carbono de la corporación, las cuales, según él, contribuyen al cambio climático y de ese modo al deshielo de un glaciar vecino del lago Palcacocha, a 4560 metros sobre el nivel del mar, en los Andes peruanos.
La demanda, apoyada por la organización ambientalista Germanwatch, sostuvo que una eventual avalancha acabaría con su casa, el resto de su propiedad y la de vecinos, e incluso alcanzaría a la ciudad de Huaraz, 1500 metros más abajo del lago.
Se requirió que la empresa -que tiene operaciones en Europa y América del Norte, pero no en Perú- se responsabilice de los 17 000 euros (19 200 dólares) que costaría proteger la propiedad de Lluiya contra inundaciones a medida que el deshielo del glaciar aumenta el volumen de las lagunas.
En tanto, la ciudad de Huaraz (165 000 habitantes) requeriría obras estimadas en 3,5 millones de dólares.
Se estimó que RWE ha contribuido con 0,47 % de las emisiones industriales globales de gases de efecto invernadero desde que comenzó la era industrial, aunque expertos convocados por el tribunal establecieron el cálculo en 0,38 %.
El Tribunal Regional Superior de la occidental ciudad de Hamm (en el estado de Renania del Norte-Westfalia) en sus observaciones iniciales el pasado marzo consideró que los grandes emisores pueden ser considerados responsables de los daños climáticos, y este miércoles reiteró esa tesis en su sentencia.
Se trata de la primera vez que se llega a una decisión de ese tipo, y puede influenciar decisiones sobre casos similares que ventilan tribunales de Bélgica o Suiza, y están por verse también en Estados Unidos, Japón, Países Bajos y el Reino Unido.
En todo el mundo hay unas 60 demandas relacionadas con contaminación y emisiones que inciden en la crisis climática, y más de la mitad de ellas están dirigidas directamente sobre empresas de combustibles fósiles.
En el caso debatido en Hamm, el tribunal no siguió las evaluaciones presentadas por el demandante y desestimó la demanda específica, al considerar que el riesgo de inundación de la vivienda de Lliuya no era suficientemente alto.
Lliuya (de 45 años, casado, tres hijos) es un agricultor -en época de verano- y guía de montaña -en invierno- en los Andes del departamento de Áncash, y tiene su casa y terreno con cultivos cerca de Huaraz, a unos 450 kilómetros al norte de Lima.
En su defensa, RWE alegó que no había riesgo de inundaciones en un futuro previsible en el área que habita el demandante, e insistió en que los objetivos climáticos deben ser parte de una agenda política de los Estados y no de reivindicaciones ante tribunales.
Conocida la sentencia, Lliuya dijo que “por supuesto, me decepciona que el tribunal haya llegado a una conclusión diferente a la de los científicos glaciólogos que han estudiado esta región durante décadas y creen que mi hogar está en peligro. No recibiremos ayuda de RWE para protegernos del riesgo de inundaciones”.
“Pero este caso nunca se trató solo de mí. Se trataba de todas las personas que, como nosotros en Huaraz, ya estamos viviendo las consecuencias de una crisis que no hemos creado. Esta sentencia abre la puerta para que otros exijan justicia”, agregó.
Su abogada, Roda Verheyen, dijo que “una cosa está clara: la sentencia de hoy es un hito y dará un impulso a las demandas climáticas contra las empresas de combustibles fósiles y al abandono de los combustibles fósiles en todo el mundo”.
“El demandante agradece a los tribunales alemanes la seriedad con la que se ha tratado su caso”, agregó la letrada.
Friederike Otto, catedrática en el británico Instituto Grantham para el Cambio Climático y el Medio Ambiente, destacó que “los científicos han recopilado un amplio conjunto de pruebas que demuestran en qué medida las empresas y los Estados pueden ser considerados responsables de las catástrofes climáticas”.
“La ciencia es absolutamente clara. El cambio climático provocado por el ser humano ya está afectando a los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos en todas las regiones del planeta. Eso incluye la ciudad de Huaraz, donde vive Saúl, y RWE ha contribuido sin lugar a dudas al cambio climático”, sostuvo Otto.
Por lo tanto, la sentencia del tribunal de Hamm “es un hito para la justicia climática, que garantiza que las comunidades que viven en peligro constante puedan exigir responsabilidades a las grandes empresas emisoras de carbono”, concluyó.
A-E/HM