NACIONES UNIDAS – Francia, miembro permanente con derecho a veto del Consejo de Seguridad, el órgano político más poderoso de las Naciones Unidas, planea romper filas con los otros dos miembros occidentales, Estados Unidos y Reino Unido, y reconocer a Palestina como Estado-nación.
El presidente francés, Emmanuel Macron, fue citado diciendo que Francia reconocería un Estado palestino en unos meses, y sugirió que podría hacerlo coincidiendo con una conferencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), prevista para celebrarse en Nueva York en junio.
Actualmente, el Consejo de Seguridad, compuesto por 15 miembros, cuenta con 10 miembros no permanentes, elegidos por rotación geográfica para un mandato de dos años, y cinco miembros permanentes (P5): China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, y Rusia. Otras potencias importantes, como India, Alemania, Japón o Brasil, han intentado sin éxito unirse a ese grupo de miembros permanentes.
En abril de 2025, 147 de los 193 Estados miembros de la ONU habían reconocido al Estado de Palestina como nación soberana. Este reconocimiento incluye a países de África, Asia, América Latina y Medio Oriente, pero excluye a las principales potencias occidentales, como Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania y Japón.
Palestina es «Estado observador no miembro» en la Asamblea General de las Naciones Unidas desde noviembre de 2012. Los esfuerzos por conseguir la plena adhesión a la ONU se han visto obstaculizados por el veto de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad.
Estados Unidos se ha opuesto durante mucho tiempo a cualquier reconocimiento unilateral de Palestina y es muy improbable que cambie su postura, incluso tras la decisión de Francia de reconocer a Palestina.
La portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, dijo el 10 de abril: «Puedo decirles que, por supuesto, estamos al tanto de las informaciones a las que se refieren sobre las declaraciones del gobierno francés, y les remitimos a ellas para más comentarios».
«Lo que sí puedo decir es que Estados Unidos apoya firmemente al Estado de Israel en su empeño por traer de vuelta a todos los rehenes y derrotar a Hamás. Los innovadores Acuerdos de Abraham y los devastadores atentados del 7 de octubre han cambiado para siempre Medio Oriente».
Hizo referencia a lo dicho en ese sentido por el enviado especial de Washington para Medio Oriente, Steve Witkoff, quien aseguró que «tenemos que explorar nuevas recetas políticas que, en última instancia, conduzcan a una vida mejor para los habitantes de Gaza y los palestinos».
Stephen Zunes, profesor de Política y Estudios Internacionales de la Universidad de San Francisco, dijo a IPS que es bastante extraño que la portavoz del Departamento de Estado mencione a Hamás, una milicia armada palestina que desafía abiertamente al gobierno internacionalmente reconocido de la Autoridad Palestina (AP), en una pregunta sobre el reconocimiento del Estado de Palestina.
Recordó que la AP no tuvo nada que ver con los atentados terroristas del 7 de octubre a Israel, que dieron pie a la guerra de ese país contra Gaza.
Sin embargo, dijo Zunes, es revelador que ella hiciera hincapié en los llamados Acuerdos de Abraham, que tienen por objeto que los Estados árabes reconozcan unilateralmente a Israel, en lugar de hacerlo a cambio de que Israel ponga fin a la ocupación y permita una Palestina independiente, que ha sido históricamente la posición de los gobiernos árabes.
«Sin embargo, dejando de lado la extraña respuesta de Bruce, la política de la administración Donald Trump no es tan diferente de la de la administración de su predecesor Joe Biden», afimó.
Biden, al igual que Trump, se opuso a cualquier reconocimiento de Palestina por parte de las Naciones Unidas o de cualquier Estado miembro; recordó.
Hace un año, bajo la presidencia de Biden, Estados Unidos vetó una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que de otro modo habría sido unánime, en la que se recomendaba la plena adhesión de Palestina a la ONU.
Incluso Washington afirmó entonces que la Corte Penal Internacional no tenía jurisdicción sobre los crímenes de guerra cometidos desde o en territorio palestino porque Palestina no era un Estado.
«Estados Unidos ha insistido durante mucho tiempo en que la única forma de reconocer un Estado palestino era en los términos acordados por el gobierno israelí, a pesar de que este ha descartado categóricamente la creación de un Estado palestino», dijo Zunes.
Mouin Rabbani, coeditor de Jadaliyya, una publicación electrónica independiente producida por el Instituto de Estudios Árabes, declaró a IPS que Francia ha indicado su intención de reconocer la condición de Estado palestino en una conferencia de la ONU que está organizando conjuntamente con Arabia Saudí en junio.
Si realmente lo hará sigue siendo una incógnita.
«Las diversas declaraciones del presidente Macron sobre la cuestión, señaló, son tan claras como una espesa niebla. Ha destacado la importancia del reconocimiento, pero también lo ha matizado con lo que parecen ser diversas condiciones, como el reconocimiento de Israel por otros Estados de Medio Oriente y la eliminación de Hamás de la política palestina», dijo Rabbani.
A su juicio, Macron hizo estas declaraciones a sabiendas de que ninguna de las dos cosas va a suceder en respuesta a una mera declaración de reconocimiento por parte del Estado francés.
«Macron ha identificado el acuerdo de dos Estados como el objetivo que motiva su posible iniciativa. Sin embargo, resulta difícil tomar en serio el respaldo proclamado por Francia a una solución de dos Estados cuando París solo reconoce al Estado israelí y, además, no ha atribuido ninguna consecuencia a más de medio siglo de esfuerzos incesantes de Israel por imposibilitar la perspectiva de un Estado palestino», señaló Rabbani.
Para el especialista, «en 2025, las palabras han perdido todo su significado, hasta el punto de que incluso el reconocimiento francés de la condición de Estado palestino, aunque bienvenido en principio, equivale a una farsa distractoria si no va acompañado de cambios políticos significativos».
Rabbani recordó que Macron decidió recientemente permitir «al criminal de guerra y fugitivo internacional Binyamin Netanyahu utilizar el espacio aéreo francés para viajar a Estados Unidos».
Por supuesto, esto no ha impedido que Netanyahu y su representante en el estado estadounidense de Florida, su hijo Yair, arremetieran contra Macron, comparándolo con el jefe del gobierno francés de Vichy, Philippe Pétain, colaboracionista con el régimen nazi, y concluyendo con un «que te jodan».
«Es poco probable que la vulgaridad provoque una respuesta, porque Israel sigue disfrutando de impunidad incondicional en París», aseguró Rabbani, que también es investigador principal no residente del Consejo de Asuntos Globales de Medio Oriente.
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Ramzy Baroud, periodista y editor de The Palestine Chronicle, dijo a IPS que, si bien el posible reconocimiento de Palestina por parte de Francia es un acontecimiento interesante, su importancia en este momento es posiblemente menor.
A su juicio, tal gesto habría tenido un peso considerable antes del devastador genocidio israelí en Gaza. Sin embargo, tras 17 meses de implacables crímenes de guerra israelíes contra los palestinos, con el apoyo de Estados Unidos y de países occidentales, entre ellos Francia, «este reconocimiento corre el riesgo de parecer en gran medida simbólico, si no oportunista».
«Hemos sido testigos de gestos similares recientemente, como los reconocimientos de Noruega, España e Irlanda en 2024. Si bien estos gestos sin duda supusieron un impulso moral para los palestinos, no se tradujeron en mejoras tangibles sobre el terreno, ni alteraron la trayectoria de las políticas estadounidenses e israelíes que afectan al pueblo palestino», recordó Baroud.
Además, es fundamental reconocer que, junto al apoyo histórico de Francia a Israel y su defensa inicial de sus horribles acciones en Gaza, se ha producido una alarmante represión de los activistas franceses dentro del movimiento de solidaridad con Palestina.
Un cambio genuino hacia una postura «propalestina» por parte del gobierno francés requeriría fomentar un entorno en el que quienes defienden la libertad de Palestina y se oponen a la crisis actual puedan movilizarse sin miedo.
«Esta posible medida de Francia podría interpretarse como un intento de desviar la atención de sus posiciones pasadas y presentes, incluyendo la culpa indirecta a las víctimas palestinas de Gaza por la violencia que han sufrido con la complicidad occidental», condideró Baroud, autor de seis libros e investigador principal no residente del Centro para el Islam y los Asuntos Globales.
ED: EG