CARTAGENA, Colombia – Cuarenta y siete millones de profesionales, pacientes y defensores de la salud de todo el mundo firmaron una petición para que el aire limpio se considere una prioridad de salud pública, se indicó al cierre de la segunda Conferencia Mundial sobre la Contaminación Atmosférica en esta ciudad colombiana.
“Hacemos un llamamiento a la acción audaz de los gobiernos, dirigentes y otras instancias decisorias, los donantes y el sector privado para limpiar el aire que todos respiramos”, expresa el llamamiento firmado electrónicamente por los peticionarios.
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), dijo que “necesitamos medidas urgentes en todos los frentes: inversión en soluciones como energía limpia y transporte sostenible, y compromiso social para proteger a los más vulnerables en nuestras regiones más contaminadas”.
Un primer objetivo compartido por los millones de adherentes a la petición y los más de 700 participantes en la conferencia -de 100 países, incluidas autoridades, científicos y activistas ambientales- es reducir en 50 % los efectos de la contaminación atmosférica en la salud de aquí a 2040, indicó Tedros.
La petición difundida en Cartagena, la histórica ciudad del Caribe colombiano, durante la conferencia, esta última semana de marzo, solicita a los gobiernos y otras instancias que “en sus respectivas funciones, se comprometan sin demora a garantizar el cumplimiento de medidas robustas para frenar la contaminación del aire”.
Pide que se reduzcan las emisiones contaminantes, acelerar la plena aplicación de las directrices técnicas sobre calidad del aire que la OMS publica desde 1987 y que se refuerce la capacidad institucional para limitar la contaminación del aire y mitigar el cambio climático.
Requiere velar por “una transición justa e inclusiva hacia energías limpias y la reducción gradual de los combustibles fósiles de forma justa y equitativa”.
Por ello, el texto plantea que se debe incrementar la financiación nacional e internacional para que el aire limpio pase a ser una prioridad en los programas mundiales y nacionales políticos y de salud, incluidas la sensibilización, la capacitación, la investigación y el intercambio de las mejores prácticas.
Entre los casos analizados en la conferencia estuvo el del país anfitrión y el de la Unión Europea.
El presidente colombiano Gustavo Petro afirmó que en su país “la contaminación atmosférica se cobra más víctimas que la propia violencia, siendo que Colombia tiene, lamentablemente aún hoy, una de las tasas de homicidio más altas del mundo”.
“El indicador que tengo es que mueren 34 colombianos por cada 100 000 habitantes por razones de enfermedades que tienen que ver con la contaminación del aire, el que respiramos los que vivimos aquí. Treinta y cuatro es mucho más que los colombianos y colombianas que mueren por asesinato”, comentó Petro.
Como anfitrión de la conferencia, Colombia presentó “una pizarra de esfuerzos nacionales”, incluidos combustibles más limpios, transporte público eléctrico y el objetivo de reducir las emisiones de carbono negro en 40 % para 2030.
En Europa, donde la contaminación atmosférica sigue causando 300 000 muertes prematuras al año, los legisladores avanzan hacia una regulación más estricta.
“La contaminación es una pandemia invisible. Es una pandemia a cámara lenta”, subrayó Javier López, vicepresidente de la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo.
Entre otros logros conocidos en la conferencia, países como Brasil, China, España y el Reino Unido establecieron hojas de ruta nacionales, mientras que el Fondo para un Aire Limpio prometió 90 millones de dólares adicionales para programas climáticos y sanitarios.
Las ciudades de la red C40 -en realidad 97 ciudades, de todos los continentes- se comprometieron a reforzar la vigilancia de la calidad del aire y a impulsar una mayor inversión en estrategias de aire limpio.
Según la OMS, la contaminación atmosférica es responsable de siete millones de muertes prematuras al año, y es ya el segundo factor de riesgo mundial de enfermedad, después de la hipertensión.
Maria Neira, directora de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS, dijo que “hoy en día la contaminación atmosférica es el primer factor de riesgo de carga de morbilidad. El primero para enfermar, y esas enfermedades nos están costando bien caro: a nuestro sistema sanitario y a nuestros hospitales”.
“Ya ha pasado el momento de generar pruebas sobre la contaminación atmosférica. Tenemos muchas. Ya nadie puede decir que no lo sabía”, concluyó Neira.
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