NACIONES UNIDAS – El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, y los responsables de ayuda humanitaria y de derechos humanos de la organización, urgieron a Israel para que reabra de inmediato el acceso de ayuda a la palestina Franja de Gaza, bloqueada desde el 2 de marzo.
Guterres pidió “que se reabra de inmediato la entrada de ayuda vital a Gaza, donde la población la precisa desesperadamente”, que se libere a los rehenes israelíes retenidos en Gaza, e instó a todas las partes en ese conflicto a “hacer todo lo posible para impedir que se reanuden las hostilidades”.
La declaración fue divulgada por el portavoz de la secretaría general mientras su titular emprendía viaje a Egipto para asistir a la cumbre extraordinaria de los 22 Estados de la Liga Árabe que discutirá sobre la reconstrucción y el futuro de la Franja, devastada por casi 17 meses de conflicto.
Cumplida la primera fase de un alto el fuego, de seis semanas, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, planteó prolongarla y reclamó la liberación de los rehenes que permanecen en poder de la milicia islamista Hamas, a la cual combate.
Hamas se rehusó y en su lugar exigió pasar a la segunda fase del acuerdo de alto el fuego convenido en enero, pero Netanyahu respondió ordenando cerrar los accesos de la ayuda internacional que ingresa a la Franja, y los cuales están bajo su control.
Tom Fletcher, responsable de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU (Ocha), calificó de “alarmante” la medida israelí y recordó que contraviene las leyes internacionales. Además de revertir los avances logrados en los últimos 42 días.
“El derecho internacional humanitario es claro: se nos debe permitir el acceso para entregar ayuda vital”, expuso Fletcher en una publicación en la red X. “Necesitamos que entre la ayuda y que los rehenes salgan”, agregó.
Al cobrar vigencia el acuerdo de alto el fuego el 19 de enero, la entrada de suministros básicos a Gaza aumentó, alcanzando un promedio diario de 600 camiones cargados de bienes vitales.
Aunque esa ayuda ha aliviado un poco las necesidades de los gazatíes, las agencias humanitarias advierten que no es suficiente para los más de dos millones de habitantes de ese territorio -una franja de 365 kilómetros cuadrados a orillas del Mediterráneo- que sobrevive en condiciones de catástrofe.
El actual conflicto estalló después de que milicianos de Hamas atacaron el sur israelí el 7 de octubre de 2023 y en la acción perecieron más de 1000 personas y 250 fueron tomadas como rehenes, a lo que Israel respondió con una ofensiva militar a gran escala sobre la Franja.
Han muerto más de 47 000 gazatíes -más de 20 000 entre mujeres y niños-, unos 110 000 resultaron heridos, dos tercios de las edificaciones quedaron reducidas a escombros, así como la infraestructura para acceder a servicios de agua, alimentación, electricidad, comunicaciones, transporte, salud y educación.
Los centenares de camiones que han ingresado llevan principalmente alimentos, agua, artículos de higiene, medicinas e insumos médicos, combustible y otros bienes cuyo ingreso fue muy escaso e intermitente durante más de 15 meses de guerra.
El año pasado, la Corte Penal Internacional (CPI) consideró que “hay razones para creer que Israel utiliza el hambre como método de guerra” e incluso emitió una orden de arresto contra Netanyahu.
El cargo de uso del hambre como arma también sustenta parte del caso que Sudáfrica llevó a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), acusando a Israel de genocidio.
El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, sumó su voz a la de Guterres y Fletcher llamando a la reanudación inmediata de las entregas de asistencia, una vez que “Gaza fue arrasada” por los bombardeos israelíes.
Frente al Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, Suiza, Türk destacó la fragilidad del alto el fuego y sostuvo la importancia de que se mantenga y se convierta “en la base para la paz”.
“Cualquier solución a los ciclos de violencia debe basarse en los derechos humanos. Todos los rehenes deben ser liberados; todos los detenidos arbitrariamente deben ser liberados; y la ayuda humanitaria a Gaza debe reanudarse de inmediato”, puntualizó.
En Gaza, entretanto, mientras se iniciaba el mes sagrado Ramadán de la fe islámica, se informaba que al conocer la decisión israelí muchos habitantes se precipitaron a adquirir los escasos alimentos aún disponibles para la venta, aunque a precios que llegaban hasta a triplicar los de la semana pasada.
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