VIENA – El Organismo Internacional de Energía Atómica (Oiea) se colocó en alerta máxima tras el incendio desatado por un ataque este viernes 14 sobre la antigua planta nuclear de Chernóbil, en el norte de Ucrania, y el cual las autoridades ucranianas atribuyeron a las fuerzas de Rusia con las que contienden.
“Un ataque con aviones no tripulados a primera hora de esta mañana provocó un incendio en el edificio que contiene los restos del reactor destruido en el accidente de Chernóbil de 1986”, declaró el director general de la Oiea, Rafael Mariano Rossi.
Se trata de “un incidente profundamente preocupante que subraya los riesgos persistentes para la seguridad nuclear durante el conflicto militar. No hay margen para la complacencia y el OIEA sigue en alerta máxima”, dijo Rossi.
El equipo del Oiea, que escuchó la explosión a la 01:50 am hora local, seguida de humo y fuego asociado visibles desde sus dormitorios, fue informado por Ucrania de que un dron había atacado el Nuevo Confinamiento Seguro (NSC).
Se trata de una gran estructura construida para evitar cualquier liberación radiactiva de la unidad 4 del reactor dañado, y para protegerla de cualquier peligro externo.
Los equipos de extinción de incendios llegaron al lugar en cuestión de minutos para extinguir las llamas, que pudieron verse de forma intermitente durante varias horas.
El equipo del OIEA pudo observar una rotura en la capa exterior del NSC que se produjo tras la detonación.
La información complementaria del organismo regulador de Ucrania recibida esta mañana confirmó que el revestimiento exterior del arco del NSC sufrió daños, y se investiga el estado del revestimiento interior.
También se informó que los niveles de radiación dentro y fuera del edificio del NSC se mantienen normales y estables. No hubo informes de víctimas.
Poco después de un reciente aumento de la actividad militar cerca de la central nuclear de Zaporiyia, en el sureste de Ucrania, Rossi dijo que eso demuestra una vez más que la seguridad nuclear sigue bajo amenaza constante mientras continúe el conflicto.
“Una vez más, pido máxima moderación militar en torno a las instalaciones nucleares de Ucrania”, expresó el director general del organismo.
Rusia ha negado cualquier responsabilidad por el ataque.
El portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, al negar que su país esté detrás del suceso dijo que “los militares rusos no hacen eso. No lo hacen. Lo más probable es que se trate de otra provocación de Ucrania”.
Las tropas rusas ocuparon la planta de Chernóbil y sus alrededores durante más de un mes en su avance hacia la capital ucraniana, Kiev, al principio de la invasión a gran escala del país en febrero de 2022, pero en marzo de ese año Ucrania recuperó el control de esos espacios.
La planta de Chernóbil sufrió uno de los peores accidentes nucleares del mundo, pues la radiación se filtró a la atmósfera y contaminó una zona de 29 kilómetros que los residentes y trabajadores locales se vieron obligados a abandonar.
La explosión envió material radiactivo a la atmósfera y desencadenó una emergencia de salud pública en toda Europa.
El nuevo sarcófago o refugio de seguridad que rodea el reactor siniestrado de la central Chernóbil se inauguró en 2016, a un costo de casi 1800 millones de dólares. En su interior se encuentra un primer sarcófago construido tras el accidente de 1986 por trabajadores “liquidadores”, muchos de los cuales perecieron por la radiación.
A-E/HM