ASMARA – Por la noche, cuando el mundo se ilumina, grandes franjas de África quedan envueltas en la oscuridad, un duro recordatorio de la falta de acceso confiable a la electricidad.
Ese acceso es uno de los ingredientes clave para acelerar el progreso del continente, abasteciendo hogares, escuelas, hospitales y empresas, y desplegando así todo su potencial.
Para millones de africanos, la falta de un acceso asequible y confiable a la electricidad no solo tiene que ver con la iluminación de un ambiente, sino también con el acceso a la educación, el crecimiento económico y una mejor calidad de vida.
La historia de África en términos de su acceso confiable a la electricidad se puede ver a través de la lente de tres puntos de datos clave: 600, 300 y 55,5. Estas cifras resaltan el desafío, el objetivo y la oportunidad que configuran el acceso del continente a la electricidad y el futuro energético en general.
“600 millones” ilustra la escala del problema: más de la mitad de la población de África aún carece de acceso confiable a la electricidad.
“300” refleja la ambición del objetivo de África de pasar página en este acceso: la Misión 300 apunta a proporcionar energía a 300 millones de personas para 2030.
“55,5” subraya la oportunidad: más de 55 % de la energía de África ya proviene de fuentes renovables, allanando el camino para el desarrollo a largo plazo.
Alrededor de 600 millones de africanos aún carecen de acceso confiable a la electricidad, lo que representa casi la mitad de la población del continente y más de 80 % de la brecha mundial de acceso a la electricidad.
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Si bien las naciones del norte de África y países como Ghana, Gabón y Sudáfrica han avanzado en la solución de este problema, persisten desafíos en las regiones de África central y el Sahel. Por ejemplo, Burundi y Sudán del Sur tienen bajos niveles de acceso a la electricidad, según datos de 2022.
Para las comunidades africanas, el acceso a energía asequible es un salvavidas que transforma la vida cotidiana, especialmente en áreas aisladas y vulnerables. La energía confiable, asequible y sostenible crea empleos de calidad, protege los medios de vida, aumenta la seguridad para lograr una paz duradera y promueve el crecimiento económico.
El acceso a la energía también derriba barreras para las mujeres y las niñas, permitiéndoles aprovechar oportunidades que antes estaban fuera de su alcance, desde crear pequeñas empresas hasta acceder a información y educación en línea.
Por ejemplo, los agricultores pueden utilizar la energía para alimentar los sistemas de riego, lo que prolonga las temporadas de cultivo y aumenta la producción agrícola. Los fabricantes se benefician de una energía constante para sus operaciones, lo que conduce a mayores tasas de producción y a una reducción del tiempo de inactividad que podría marcar el comienzo de una era de industrialización y prosperidad.
El acceso fiable y asequible a la energía también proporciona a África el espacio político para tomar el control de su propio camino de desarrollo, movilizando capital nacional y atrayendo inversión internacional.
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300 millones: la visión energética de África para 2030
A través de una iniciativa denominada “Misión 300”, el Grupo del Banco Mundial, el Grupo del Banco Africano de Desarrollo y la iniciativa Energía Sostenible para Todos (SE4ALL, en inglés) están trabajando con socios para ampliar el acceso a la electricidad a 300 millones de personas en todo el continente para 2030.
Para lograr este objetivo, la iniciativa se centra en mejorar el sector energético de África mediante la mejora de la infraestructura, la actualización de las políticas y la atracción de inversión privada.
Los equipos de las Naciones Unidas sobre el terreno están trabajando en estrecha colaboración con los gobiernos y otros socios a través de esta colaboración. En Guinea, las Naciones Unidas, dirigidas por el coordinador residente (CR), están apoyando el desarrollo de represas hidroeléctricas y plantas de energía solar, proporcionando electricidad limpia y confiable que llega a más de 34 000 personas por proyecto.
En Burundi, el trabajo de las Naciones Unidas se centra en proyectos de energía renovable que ayudarían al país a atraer inversores y, al mismo tiempo, a ampliar la red de distribución de electricidad a las zonas desatendidas.
Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.
El CR en Yibouti está pidiendo que se amplíe el uso de paneles solares en hogares y empresas para impulsar la eficiencia energética y reducir los costos de la electricidad, al tiempo que se apoyan soluciones innovadoras. El acceso a energía confiable y asequible proporciona a las familias más poder adquisitivo, estimula la creación de empleo y acelera el desarrollo.
Los equipos de la ONU en toda África también están apoyando medios sostenibles y respetuosos con el clima para generar energía. Por ejemplo, existen iniciativas para impulsar la producción de energía renovable en Botswana, estudios para aprovechar la energía marina en Mauricio y proyectos innovadores de financiación de energía limpia en Madagascar.
El Fondo Conjunto para los ODS apoya a las empresas emergentes y pequeñas y medianas en Madagascar a través del programa de Financiación Integrada de la Energía Sostenible para promover la innovación en energía renovable.
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África lidera el camino con 55,5 % de energía renovable
En términos de acceso a la energía, África, con sus abundantes recursos y su creciente población, debe tener la autonomía para dar forma a una combinación energética que aborde sus necesidades de desarrollo y, al mismo tiempo, se mantenga fiel a sus compromisos ambientales globales.
Los combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas desempeñan actualmente un papel fundamental en varias economías africanas.
Sin la capacidad de utilizar estos recursos, el continente no solo se enfrenta a una desaceleración económica, sino también al desafío de dejar a millones de personas en la oscuridad.
Esto representaría un importante revés para el logro de la Agenda 2030. Por lo tanto, los equipos de la ONU en todo el continente apoyan a los países africanos en la promoción de una combinación energética equilibrada que se adapte a las realidades sobre el terreno.
Una parte importante de este equilibrio es el uso de energía renovable por parte de África. El continente está demostrando un fuerte liderazgo en esta área, con 55,5 % de su consumo final total de energía proveniente de fuentes renovables según datos de 2021.
Esta tendencia supera a Europa (15,3 %), América del Norte (12,4 %) y Asia (16,8 %) según la Base de Datos Global de los ODS.
De hecho, muchos de los países africanos con menor acceso a la electricidad tienen la mayor proporción de energía renovable en su consumo final de energía. Esto presenta una potente oportunidad para la implementación de la energía renovable en el continente.
Y como África posee 30 % de los minerales esenciales del mundo para las tecnologías renovables y 60 % de los mejores recursos solares del mundo, el continente posee un enorme potencial para impulsar su crecimiento futuro con energía limpia.
Sin embargo, África solo recibió 2 % de las inversiones mundiales en energía renovable en los últimos 20 años, muy por debajo de lo que se necesita para acelerar el cambio. Este año, tenemos la oportunidad de ayudar a revertir esta tendencia.
La nueva generación de contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC), la base del Acuerdo de París sobre cambio climático, se presentará antes de la30 Conferencia de las Partes (COP30) sobre el clima, que acogerá la ciudad amazónica de Belém, en Brasil, del 10 al 21 de noviembre.
El sistema de las Naciones Unidas se ha comprometido a ayudar a los países a garantizar que sus contribuciones determinadas a nivel nacional se apliquen a toda la economía y puedan actuar como planes de inversión para el desarrollo sostenible.
Los coordinadores residentes de las Naciones Unidas en África están movilizando a sus equipos de país de las Naciones Unidas bajo el paraguas de la Promesa Climática del PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo),con el objetivo de apoyar el desarrollo de estas contribuciones determinadas a nivel nacional y atraer inversiones.
Cumbre de energía de África para #PoweringAfrica
En este contexto, la Cumbre de Energía de África celebrada en Tanzania los días 27 y 28 de enero brindó una oportunidad oportuna para reflexionar sobre cómo la ampliación del acceso a la electricidad puede transformar vidas e impulsar el desarrollo sostenible en todo el continente.
La Cumbre ofreció una plataforma para que África exhibiera su liderazgo en la creación de un futuro de energía limpia y asequible, no solo para el continente sino como inspiración para el mundo.
El sudanés Yacoub el Hillo es el director regional de la Oficina del Coordinador de las Naciones Unidas para África.
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