¿Quiénes son los ganadores finales de los actuales conflictos militares?

Imagen: Archivo Nacional de Estados Unidos

NACIONES UNIDAS –  Si los devastadores conflictos militares en Ucrania y Gaza llegan a su fin, los ganadores finales no serán los rusos, los estadounidenses o los israelíes, sino los fabricantes de armas del mundo, descritos con desprecio como «mercaderes de la muerte».

Y así serán los ganadores en una serie de conflictos y guerras civiles en Siria, Myanmar, Líbano, Yemen, Sudán y Afganistán, entre otros países.

El último informe del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (Sipri) señala que los ingresos por ventas de armas y servicios militares de las 100 mayores empresas del sector alcanzaron los 632 000 millones de dólares en 2023, lo que supone un aumento en términos reales de 4,2 % respecto a 2022.

Los nuevos datos, publicados este lunes 2 de diciembre, señalan que los ingresos por armas aumentaron en todas las regiones, con incrementos especialmente pronunciados entre las empresas con sede en Rusia y Oriente Medio.

En general, los productores más pequeños fueron más eficientes a la hora de responder a la nueva demanda vinculada a las guerras de Gaza y Ucrania, las crecientes tensiones en Asia Oriental y los programas de rearme en otros lugares.

En 2023, según el Sipri, muchos productores de armas aumentaron su producción en respuesta al aumento de la demanda. Los ingresos totales por armas de las 100 principales empresas se recuperaron tras la caída de 2022.

Casi tres cuartas partes de las empresas aumentaron sus ingresos por armas de un año a otro. Cabe destacar que la mayoría de las empresas que aumentaron sus ingresos se encontraban en la mitad inferior de las 100 principales.

«En 2023 se produjo un notable aumento de los ingresos por armas, y es probable que continúe en 2024», predijo Lorenzo Scarazzato, investigador del Programa de Gasto Militar y Producción de Armas del Sipri.

«Los ingresos por armamento de los 100 principales productores de armas aún no reflejan plenamente la magnitud de la demanda, y muchas empresas han lanzado campañas de reclutamiento, lo que sugiere que son optimistas sobre las ventas futuras», afirmó.

Simon Adams, presidente y director general del Centro para las Víctimas de la Tortura, dijo a IPS que el número de personas desplazadas en el mundo por persecuciones, conflictos y atrocidades se ha triplicado con creces en la última década, hasta superar los 120 millones.

Las personas que más se han beneficiado de esta expansión de la miseria humana, dijo, son los criminales de guerra, torturadores y violadores de derechos humanos del mundo.

Pero, añadió, «no pueden sobrevivir sin los fabricantes de armas que les arman y les permiten hacerlo. Y son los fabricantes de armas quienes más se han beneficiado directamente».

«Allí donde vemos sufrimiento civil, edificios bombardeados, muerte y destrucción en el mundo, hay algún comerciante de armas que ve una nueva oportunidad de negocio y mayores márgenes de beneficio», criticó Adams.

Se trata de una industria «cuyo sustento económico es el derramamiento de sangre», se lamento.

En un artículo titulado «War Profiteering (Lucrarse con la guerra)» en el número de julio de The Nation, David Vine y Theresa Arriola señalan las cinco mayores empresas estadounidenses que prosperan gracias a la industria bélica: Lockheed Martin, Northrop Grumman, Raytheon, Boeing y General Dynamics.

Y fue el netonces presidente estadounidense Dwight Eisenhower quien, en 1961, advirtió a los estadounidenses sobre el poder del «complejo industrial militar (MIC)» en Estados Unidos.

Según el proyecto Costs of War (Costos de la guerra) de la Universidad de Brown, citado en el artículo, «el MIC ha sembrado una destrucción incomprensible a escala mundial, manteniendo a Estados Unidos atrapado en guerras interminables que, desde 2001, han matado a unos 4,5 millones de personas, herido a muchos millones más y desplazado al menos a 38 millones»».

M.V. Ramana dijo a IPS que las últimas estadísticas publicadas por el Sipri muestran cómo las industrias militares y los inversores en estos productores de medios para matar y mutilar a las personas prosperan económicamente

Eso sucede, incluso cuando su papel en la perpetuación de la matanza de poblaciones civiles y la violación de los derechos humanos entre los pueblos de múltiples países se hace cada día más evidente, dijo el titular de la Cátedra Simons de Desarme, Seguridad Global y Humana, de la Escuela de Política Pública y Asuntos Globales, y director del Programa de Posgrado, de la Universidad de Columbia Británica, en Vancouver.

«A la cabeza de esta ignominiosa lista se encuentra Estados Unidos, que vende aproximadamente la mitad de todas las armas vendidas; los cinco principales comerciantes de armas son empresas estadounidenses, que en conjunto representan alrededor de un tercio de todas las ventas», aseguró.

Este estado de cosas, argumentó, es trágico, no solo por el peaje humano extraído por estas armas en lugares de todo el mundo, que van desde Gaza y Líbano a Ucrania, sino también porque este dinero podría utilizarse para satisfacer necesidades humanas apremiantes en todo el mundo.

Por poner un solo ejemplo, el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas estima que costaría 40 000 millones de dólares anuales «alimentar a todas las personas hambrientas del mundo y acabar con el hambre en el mundo para 2030».

Eso es menos del 40 % de los ingresos de las dos principales corporaciones dedicadas al negocio de las armas.

En conjunto, los datos meticulosamente elaborados año tras año por el Sipri son un comentario realmente triste sobre las prioridades de los gobiernos y las poderosas instituciones que controlan las decisiones sobre el gasto, consideró Ramana.

Según el Sipri, las 41 empresas del Top 100 con sede en Estados Unidos registraron unos ingresos por armas de 317 000 millones de dólares, la mitad de los ingresos totales por armas del Top 100 y 2,5 % más que en 2022.

Desde 2018, las cinco primeras empresas del Top 100 tienen todas su sede en Estados Unidos.

De las 41 empresas estadounidenses, 30 aumentaron sus ingresos por armas en 2023. Sin embargo, Lockheed Martin y RTX, los dos mayores productores de armas del mundo, estuvieron entre los que registraron una caída.

«Las empresas más grandes, como Lockheed Martin y RTX, que fabrican una amplia gama de productos de armamento, a menudo dependen de cadenas de suministro complejas y de varios niveles, lo que las hizo vulnerables a los persistentes desafíos de la cadena de suministro en 2023», dijo Nan Tian, director del Programa de Gasto Militar y Producción de Armas del Sipri.

Este fue el caso, en particular, de los sectores aeronáutico y de misiles, destacó.

Mientras tanto, los ingresos combinados en armamento de las 27 empresas Top 100 con sede en Europa (excluida Rusia) ascendieron a 133 000 millones de dólares en 2023. Esto supuso solo un 0,2% más que en 2022, el menor aumento de todas las regiones del mundo.

Sin embargo, detrás de la cifra de bajo crecimiento el panorama es más matizado. Las empresas armamentísticas europeas que fabrican sistemas de armamento complejos trabajaron sobre todo en contratos más antiguos durante 2023 y, por tanto, sus ingresos del año no reflejan la afluencia de pedidos.

«Los sistemas de armamento complejos tienen plazos de entrega más largos», explica el investigador Scarazzato.

Las empresas que los fabrican reaccionan más lentamente a los cambios de la demanda. Eso explica por qué sus ingresos en armamento fueron relativamente bajos en 2023, a pesar del aumento de nuevos pedidos.

Al mismo tiempo, varios otros productores europeos vieron crecer sustancialmente sus ingresos por armas, impulsados por la demanda vinculada a la guerra de Ucrania, en particular de municiones, artillería y sistemas de defensa aérea y terrestre.

En particular, empresas de Alemania, Suecia, Ucrania, Polonia, Noruega y Chequia pudieron aprovechar esta demanda.

Por ejemplo, la alemana Rheinmetall aumentó su capacidad de producción de munición de 155 milímetros y sus ingresos se vieron impulsados por las entregas de sus tanques Leopard y los nuevos pedidos, incluso a través de programas de «intercambio de anillos»,  relacionados con la guerra, en virtud de los cuales los países suministran material militar a Ucrania y reciben reemplazos de sus aliados.

La base de datos sobre la industria armamentística del Sipri puede encontrarse en este elnace, que presenta un conjunto de datos más detallados para los años 2002-223 y está disponible en el sitio del Sipri.

T: MF / ED: EG

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