Inundaciones repentinas mortales en Nepal: ¿Qué salió mal?

Muchos barrios de Katmandú, la capital de Nepal, quedaron bajo el agua debido a las intensas lluvias monzónicas que dejaron más de 225 muertos en la última semana de septiembre. Foto: Barsha Shah / IPS

KATMANDÚ – Nepal intenta recuperarse de las inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra provocados por las fuertes lluvias del último fin de semana de septiembre, que se cobraron al menos 226 vidas. Las zonas central y oriental del país sufrieron las lluvias monzónicas más intensas en dos décadas.

Esas precipitaciones entre el 26 y el 28 de septiembre incluyeron a Katmandú y muchas áreas de la capital nepalí quedaron bajo el agua.

Los expertos afirman que se trata de una de las inundaciones repentinas más letales que afectó a miles de personas en décadas.

La Autoridad Nacional de Gestión y Reducción del Riesgo de Desastres (NDRRMA, en inglés), que enfrenta una intensa reacción negativa por su incapacidad para actuar de manera efectiva para minimizar las pérdidas, informó el martes 1 de octubre que al menos 25 personas seguían desaparecidas, mientras que más de 150 estaban heridas.

El 28 de septiembre, las 25 estaciones meteorológicas del país asiático en 14 distritos registraron nuevos récords de precipitaciones en 24 horas.

Las estaciones del aeropuerto de Katmandú registraron 239,7 milímetros de lluvia. Antes de eso, el 23 de julio de 2002, se habían registrado 177 mm de lluvia.

Las inundaciones repentinas causadas por lluvias extremas en un corto período arrasaron a fines de septiembre a barrios enteros, carreteras y puentes en Katmandú y áreas circundantes.

Las fuertes lluvias hicieron que los ríos de Katmandú, incluido el Bagmati, que atraviesa la ciudad, crecieran más de dos metros por encima del nivel seguro. El periodista Yubaraj Ghimire, cuya casa también quedó sumergida, escribió: “Las desastrosas horas de terror confirmaron aún más la incompetencia del Estado en tiempos de necesidad”.

En las afueras de Katmandú, aldeas como Roshi, en el distrito de Kavre, se vieron afectadas por inundaciones y deslizamientos de tierra. Foto: Barsha Shah / IPS

¡Hubo alertas tempranas, pero se perdieron vidas!

La frustración crece, no solo por el fracaso en la realización de operaciones de rescate efectivas, sino también por no actuar en función de la información que estaba disponible de antemano sobre el desastre inminente.

El Departamento de Hidrología y Meteorología (DHM) emitió un boletín meteorológico especial al menos cinco días antes, alertando al público sobre la inminente lluvia intensa que podría provocar inundaciones y deslizamientos de tierra.

En el boletín, el DHM etiquetó los distritos con rojo, naranja, amarillo y verde, instando a “Tomar medidas”, “Estar preparado”, “Estar informado” y “Sin avisos”, respectivamente.

Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.

Nuevamente, el 25 de septiembre, el DHM emitió otro “boletín meteorológico especial”, esta vez etiquetando la mayor parte del país en rojo, o la categoría “Tomar medidas”.

Como se predijo, comenzó a llover a cántaros y los ríos comenzaron a fluir con niveles de agua superiores al límite seguro.

“La información estaba allí, pero no parece que se haya tomado en serio la preparación”, dijo Ngamindra Dahal, quien trabaja en la reducción del riesgo de desastres inducidos por el cambio climático. “Para minimizar las consecuencias, debemos tomar medidas de acuerdo con la información que tenemos, pero ese no fue el caso en la mayoría de los lugares”, añadió.

El primer ministro K.P. Sharma Oli reconoció que el gobierno no estaba preparado para un desastre de esta magnitud. En una conferencia de prensa el martes 1, Oli dijo: “No estábamos preparados para este tipo de circunstancias. No esperábamos esta magnitud de lluvias, deslizamientos de tierra y pérdidas humanas y de infraestructura”.

Pero la agencia meteorológica, DHM, había estado advirtiendo y pidiendo que se tomaran las medidas adecuadas mediante múltiples avisos. Las agencias gubernamentales admiten que no pudieron comunicar la información relacionada con el desastre de manera efectiva.

¿Por qué la Autoridad de Desastres no pudo actuar rápidamente?

Esta vez, la información meteorológica fue precisa en la mayoría de los casos, pero aun así se cobraron vidas debido a incidentes evitables.

“Estaba de viaje y lo que puedo decir es que, aunque había información de antemano, no se transformó en acción”, añadió Dahal. “Creo que la NDRRMA y otras partes interesadas podrían haber hecho más para reducir las víctimas”, dijo.

Pero la agencia responsable de la reducción y gestión del riesgo de desastres, la NDRRMA, afirma que fue gracias a su esfuerzo colaborativo con otras partes interesadas que las víctimas humanas fueron menores.

“Esa información ayudó, y es gracias a nosotros que las cosas no están peor que esto”, dijo Dijan Bhattrai, portavoz de la NDRRMA.

“En el caso de Katmandú, nuestro entorno urbano no es capaz de manejar este tipo de desastre, y en otras partes del país, fue una combinación de lluvia intensa y condiciones geológicas fragmentadas debido al terremoto de 2015”, detalló.

Las partes interesadas han reconocido públicamente el papel de la invasión del río y el asentamiento no planificado en Katmandú, y este problema es bien conocido. Sin embargo, por este reciente desastre, la gente está enojada porque notaron una brecha clara entre la información y el esfuerzo de preparación.

“Es cierto que no estábamos bien equipados para lidiar con este tipo de situación en términos de recursos y mano de obra capacitada”, afirmó Bhattrai. “Hicimos nuestra parte, haciendo lo que pudimos dentro de nuestra capacidad”, dijo.

¿El cambio climático lo está agravando?

En los últimos años, los científicos han dicho que el cambio climático está alterando la cantidad y el momento de las precipitaciones en Asia. Sin embargo, el impacto de las inundaciones ha aumentado debido al entorno construido, incluida la construcción no planificada, especialmente en las llanuras aluviales, que deja áreas insuficientes para la retención y el drenaje del agua.

Un informe reciente publicado en Nature Communications afirma que la exposición de Asia a la lluvia extrema y al riesgo de inundaciones aumentará de aquí a 2030.

“Sin duda, hay mucho por hacer en términos de comunicación eficaz de desastres y preparación práctica, pero también es un hecho que este tipo de eventos son cada vez más frecuentes debido al cambio climático”, dijo Bhattrai.

“Estamos planeando presentar nuestros argumentos en la próxima 29 Conferencia sobre el clima de la ONU (COP29) para asegurar más recursos para enfrentar futuros desastres”, dijo.

T: MLM / ED: EG

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