NACIONES UNIDAS – La primera ministra de Bangladesh durante los últimos 15 años, Hasina Wazed, huyó precipitadamente del país este lunes 5, al cabo de semanas de protestas callejeras que costaron centenares de vidas, y el general Waker-uz-Zaman, jefe de las Fuerzas Armadas, anunció la formación de un gobierno interino.
En la sede de las Naciones Unidas en esta ciudad se seguían atentamente los acontecimientos, con llamados a la calma y a respetar el derecho de manifestación pacífica de parte del secretario general de la organización, António Guterres.
Farhan Haq, portavoz adjunto de la secretaría general, dijo que “seguimos pidiendo calma y moderación, e instamos a todas las partes a respetar el derecho de reunión y expresión pacíficas”.
“Instamos a las fuerzas de seguridad a proteger a quienes están en las calles de Daca (la capital) y otras ciudades de Bangladés”, dijo Haq, y destacó la importancia de “una transición pacífica, ordenada y democrática”.
Afirmó que la ONU se solidariza con el pueblo de Bangladés “y pedimos el pleno respeto de sus derechos democráticos y humanos”, y agregó “la necesidad de una investigación completa, independiente, imparcial y transparente sobre todos los actos de violencia”.
Se estima que más de 300 personas, incluidos muchos niños, murieron durante semanas de protestas callejeras, lideradas por estudiantes y duramente reprimidas, y que más de 20 000 resultaron heridas, en el peor derramamiento de sangre desde la independencia de este país, antiguo Pakistán Oriental, en 1971.
Los disturbios comenzaron en julio con protestas de estudiantes contra las cuotas para los funcionarios públicos, las cuales, según denunciaban, favorecían a los miembros de la Liga Awami, el partido de la jequesa Hasina y fundado por su padre y líder de la independencia, el jeque Mujibur Rahman.
Cada año, unos 400 000 graduados compiten en exámenes de ingreso por unos 3000 puestos en la administración pública, provista de mejores remuneraciones.
Estatuas del jeque Rahman fueron derribadas por los manifestantes que celebraban la huida de Hasina, las sedes de varias instalaciones públicas fueron saqueadas y también la residencia de la primera ministra, quien estaba en el poder desde 2009, después de gobernar entre 1996 y 2001.
Hasina había retirado el plan de cuotas para el servicio público, pero las protestas continuaron, exigiendo entonces su dimisión y rendición de cuentas por parte de los responsables de la violenta represión de las manifestaciones.
El general Uz-Zaman, en una alocución televisiva dijo que ordenó a las fuerzas de seguridad no disparar contra las multitudes -en las calles de Daca los civiles aclamaron y hasta cargaron en hombros a los uniformados- y prometió que el ejército iniciaría una investigación sobre la represión.
También dijo que estaba en consultas con el presidente Muhammad Shahabuddin Chuppu, y dirigentes de los partidos para la formación de un gobierno interino. Entretanto, la ex primera ministra Hasina, de 76 años, llegó a la vecina India.
Desde la independencia este país densamente poblado, 173 millones de habitantes en un territorio de 148 000 kilómetros cuadrados, ha experimentado una veintena de golpes de Estado o intentonas golpistas, lo que proporciona una notable influencia política a los militares.
Ubicado en la confluencia de grandes ríos como el Ganges y el Brahmaputra, Bangladés tiene como principal actividad económica la exportación de textiles, aunque la mayor parte de su población se dedica a la agricultura, y se le considera uno de los países más pobres y vulnerables al cambio climático en el mundo.
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