PARÍS – Las áreas del Darién Norte Chocoano de Colombia, y de la Madre de las Aguas en República Dominicana, fueron declarados este viernes 5 como reservas de biosfera por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Son parte de 11 designaciones en igual número de países del globo “en un momento decisivo para la humanidad, que se enfrenta a una crisis mundial de biodiversidad vinculada al cambio climático”, resaltó la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, al producirse el anuncio.
“Estas nuevas reservas de biosfera desempeñan una función esencial en la conservación sostenible de la biodiversidad, la mejora de las condiciones de vida de las poblaciones locales y los pueblos indígenas y el fomento de la investigación científica”, abundó Azoulay.
La Unesco calificó a la reserva de biosfera del Darién Norte Chocoano, en el noroeste de Colombia, como “un puente de biodiversidad que conecta la fauna y la flora de América del Norte y del Sur, en medio de la vibrante ecorregión del Darién, dentro del Chocó biogeográfico”.
Puso como ejemplo que en ella viven especies como la majestuosa águila harpía (Harpia harpyja) y las coloridas ranas venenosas, y abarca “un amplio mosaico de ecosistemas, que van desde exuberantes selvas pluviales tropicales hasta zonas marinas que se extienden a lo largo del golfo de Urabá”.
La reserva cubre un territorio de 3016 kilómetros cuadrados, del que casi 40 % son zonas marinas, y tiene una población heterogénea, de unos 25 000 habitantes, compuesta principalmente por pueblos indígenas y de origen afrocolombiano.
Existen un parque arqueológico y un museo, como destinos turísticos que narran la historia de la región, la cual albergó asentamientos españoles desde comienzos del siglo XVI, incluida la ciudad de Santa María la Antigua del Darién.
Las comunidades locales participaron activamente en la presentación de la propuesta de designación ante la Unesco, en particular jóvenes y mujeres, y los planes de gestión de la reserva prevén la adopción de una agricultura sostenible y un programa de ecoturismo comunitario.
En República Dominicana, la reserva de biosfera Madre de las Aguas se extiende por 35 municipios en el centro de ese país caribeño, con una superficie de 9374 kilómetros cuadrados y una población de 473 000 habitantes.
Ese territorio se caracteriza por su variada topografía, esculpida por la Cordillera Central de la isla, con un entramado de paisajes que incluye mesetas y cascadas consideradas por la Unesco como “conjunto de maravillas naturales”.
La reserva de biosfera comprende cuatro ecosistemas diferentes, que albergan 88 especies aviares, de las cuales 20 son endémicas y 17 están amenazadas. Por ejemplo, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza estima que el gavilán (Buteo ridgwayi) está en peligro crítico.
Los promotores de la declaración por parte de la Unesco consideran que la designación de reserva de biosfera tendrá una influencia positiva en los actuales conflictos por la tierra en la región, al ofrecer oportunidades de diálogo y desarrollo sostenible, principalmente a través del ecoturismo y la agricultura.
La Unesco inscribe su declaratoria de reservas de biosfera (ya suman 759 en 136 países) como contribución a los objetivos de Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal, de 2022, que aboga por que zonas protegidas cubran 30 % de la superficie terrestre y marina del planeta.
En la resolución del viernes 5 que agregó las dos zonas latinoamericanas, la lista de la Unesco designó también como reservas de biosfera áreas de Bélgica y Gambia (por primera vez en ambos casos), Corea del Sur, Eslovenia, España, Filipinas, Italia, Mongolia y Países Bajos.
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