Un trabajador de Médicos Sin Fronteras ayuda a unos niños a llevar dos bidones de agua hasta su refugio en el sur de la Franja de Gaza. Las restricciones para acceder al líquido, consecuencia de la destrucción de instalaciones por parte de Israel en medio de la guerra, ha colocado a la población en una situación desesperada y proclive a enfermedades. Imagen: Mohammed Abed / MSF