La gravedad y la frecuencia de las sequías, inundaciones, tormentas y otros impactos del cambio climático van a ir en aumento en Kenia. Una de las consecuencias es el mayor estrés hídrico, que provoca que más comunidades marginadas deban recorrer largas distancias en busca de agua dulce que sea segura para beber. Imagen: Joyce Chimbi / IPS