Reunión sobre biodiversidad realiza recomendaciones sobre biología sintética en medio de dudas

La presidenta del OSACTT-26, Senka Barudanović, de Bosnia y Herzegovina, conversa con integrantes de la Secretaría del CDB. Imagen: Mike Muzurakis / IISD/ENB

NAIROBI – Después de una semana de debates por parte de delegados de 196 países, la 26 reunión del Órgano Subsidiario de Asesoramiento Científico, Técnico y Tecnológico (OSACTT) del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) acordó una serie de recomendaciones con respecto a varios problemas como los organismos genéticamente modificados (OGM) y la biología sintética.

Los países deberán considerar dichas recomendaciones, debatirlas y posiblemente adoptarlas en la próxima Conferencia de las Partes (COP) del CDB en octubre, a pesar de que quedan muchas preguntas todavía sin respuesta.

OGM y biología sintética en la COP sobre biodiversidad

Si bien se identifica como un problema emergente, la biología sintética se discute desde hace más de 10 años en el CDB. De hecho, hace 13, en la COP11 de Hyderabad, en India, los países consideraron las propuestas con respecto a los problemas emergentes relacionados con la conservación de la biodiversidad así como a su uso sostenible. También notaron la necesidad de considerar los posibles impactos (tanto positivos como negativos) de componentes, organismos y productos derivados de técnicas de la biología sintética sobre la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad.

En 2014, los países decidieron crear un grupo especial de expertos técnicos ad hoc, es decir, dispuesto especialmente para un fin, la biología sintética, basándose en las sugerencias del OSACTT. Este grupo se refería a la «biología sintética como un nuevo desarrollo y una nueva dimensión de la biotecnología moderna que combina ciencia, tecnología e ingeniería para que la comprensión, el diseño, el rediseño, la fabricación y/o la modificación de materiales genéticos, organismos vivos y sistemas biológicos sean más fáciles y rápido». 

Más adelante, la COP también le pidió a los técnicos ad hoc que evaluaran los riesgos de la biología sintética bajo el Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología, un acuerdo internacional que tiene el fin de asegurar que el manejo, el transporte y el uso de OGM sea seguro. 

El Protocolo de Cartagena, adoptado el 29 de enero del 2000 como un acuerdo adicional al CDB, entró en vigor el 11 de septiembre de 2003.

David Cooper, de la Secretaría del CDB, y Senka Barudanovic, presidenta del OSACTT, en conferencia de prensa. Imagen: Stella Paul / IPS

El Mandato de la 26 reunión del Órgano Subsidiario de Asesoramiento Científico, Técnico y Tecnológico (OSACTT-26)

Brinda Dass encabeza la Política de Ingeniería Genética de la Fundación para los Institutos Nacionales de Salud en Estados Unidos e integra el grupo ad hoc que participó en el OSACTT-26, en Nairobi.

En diálogo con IPS, Dass reveló que en esa reunión se pidió a los técnicos que desarrollaran una guía especializada para el impulso genético; y en el OSACTT, la gran discusión con respecto a los OGM y la tecnología sintética se centró en los mosquitos genéticamente modificados.

Dass explicó que “el pedido de la última COP (la COP15 celebrada en Montreal, Canadá, en 2022) en lo que se refiere a la evaluación de riesgos fue preparar un borrador. El pedido se centraba en los elementos específicos de los mosquitos manipulados mediante ingeniería genética, ya que se trata del caso de uso más cercano, porque en la actualidad se trabaja en la generación de mosquitos manipulados mediante ingeniería genética para eliminar y controlar la malaria (paludismo) en África. Así que se pidió a nuestro grupo de expertos técnicos que preparara orientaciones voluntarias adicionales sobre organismos genéticamente modificados, y eso es lo que hicimos”, explicó la especialista, quien agregó que la reunión fue exitosa.

«La mayoría de las partes, sobre todo en el continente africano —casi todas las delegaciones africanas, de hecho— aceptaron el documento pues se alegraron de enviárselo a la COP. Lo aprobaron, lo aceptaron, están satisfechos con el trabajo hecho y quieren pasarlo a la COP. No tienen dudas al respecto» agregó Dass.

Tanto Senka Barudanovic, quien presidió todas las sesiones del OSACTT, como David Cooper, quien actúa como secretario ejecutivo del CDB, parecían coincidir con Dass.

«Mis más sinceras felicitaciones a los delegados por su arduo trabajo; creo que esta fue una reunión exitosa en la que ambas partes demostraron un espíritu de compromiso», comentó Barudanovic.

«Esta reunión mostró la voluntad por parte de ambos lados del CDB de llegar a un consenso con respecto a los cimientos científicos de nuestro trabajo y lograr el Plan de Biodiversidad», opinó Cooper. «Las discusiones tienen implicaciones de alto alcance en materia de bioseguridad, biotecnología, biodiversidad en nuestros océanos y sobre el nuevo trabajo global en materia de la salud de las personas, de las plantas y de los animales.

Brinda Dass, especialista y responsable de la política de ingeniería genética de la Fundación para los Institutos Nacionales de Salud. Imagen: Stella Paul / IPS.

Ingeniería genética versus productos modificados genéticamente 

La ingeniería genética implica la modificación directa del ADN de un organismo, a menudo en un ambiente controlado, sin incidir necesariamente en los patrones de herencia de la naturaleza. Esta tecnología suele aplicarse a la agricultura, la medicina y la biotecnología industrial, por ejemplo, el algodón BT y otros cultivos modificados genéticamente.

Por otro lado, la ingeniería genética utiliza construcciones genéticas específicas para crear patrones de herencia, lo que significa que la modificación genética tiene más posibilidades de transmitirse de una generación a otra. El desarrollo de los mosquitos que contagian la malaria están hechos con esa tecnología.

Como el impacto de la misma debería trascender generaciones, es natural que se produzcan inquietudes tanto ecológicas como éticas a causa de los impactos potencialmente generalizados e irreversibles sobre la biodiversidad y los ecosistemas. Una de las mayores preocupaciones tiene que ver con la posible propagación de genes modificados más allá de la población objetivo. Por ejemplo, hay inquietud con respecto al impacto y al efecto de los mosquitos resistentes a la malaria sobre otros animales e insectos, incluyendo a los mosquitos que no traen esta enfermedad.

Asimismo, los expertos observan que el problema de los OGM y la biología sintética también genera preocupación y escepticismo porque muchas personas los consideran demasiado complicados.

Uno de los motivos de esta complicación es que no hay una definición universal de biología sintética. Es difícil de entender qué cosas forman o no forman parte del concepto ya que engloba en gran parte varios tipos de tecnologías y productos.

Otro factor es la participación desigual de los delegados, cosa que podría atribuirse a varias razones, incluyendo la falta de comprensión.

«No todos los delegados hablan, así que desconocemos su nivel de entendimiento. Con esto, me refiero a que existe la comprensión de los hechos y existe la comprensión de las consecuencias de las decisiones tomadas aquí. Por supuesto, no puedo decir nada más (con respecto a las razones por las que no hablan o con respecto a su comprensión) porque no conozco a todos los delegados y solo puedo limitarme a sus declaraciones», explicó un científico estadounidense que trabaja como punto focal de los OGM, pero que prefirió no revelar su nombre ya que Estados Unidos no es signatario del CDB.

Lucia DeSouza, científica principal de biotecnología en la Iniciativa de Investigación y Regulación Públicas. Imagen: Stella Paul / IPS

Debates e interrogantes

Algunos participantes del OSACTT indicaron que a pesar de varios días de debates, muchas preguntas quedaron sin respuesta, y muchas de las partes y de los representantes de ONGs y grupos indígenas no se pusieron de acuerdo. Algunos de estos expertos han seguido las COP de biodiversidad, los desarrollos en el OSACTT y el Protocolo de Cartagena, y sostienen que el problema de la ingeniería genética se ha discutido en múltiples reuniones, lo que produjo una innecesaria pérdida de tiempo, esfuerzos y recursos.

“Si miran los documentos sobre biología sintética, una de las cosas que esta prioriza es la ingeniería genética. Pero el tema es que esta también está bajo la lupa del Protocolo de Cartagena. Así que, si me lo preguntas, parece que se están duplicando esfuerzos porque se supone que la biología sintética escanea el horizonte, es decir que presta atención a las nuevas tecnologías emergentes y cómo se aplican en el CDB y en los protocolos ¿no? Si se presta atención a eso y se dice que la ingeniería genética es una de estas nuevas tecnologías, cuando ya se está trabajando con ella, no es tan nueva ni emergente”, observó otra científica que no quiso dar su nombre porque no está autorizada a hablar con los medios.

Este mismo problema también lo trajo a colación el delegado de Japón, argumentando que la ingeniería genética llegó hace varios años. Ya emergió, y el mundo trabaja con ella. Así que, ¿por qué se está discutiendo todavía el problema en el OSACTT como si fuera algo reciente?

“Es verdad, hace más de 10 años que hay técnicos hablando de biología sintética, pero nunca concluyeron si este problema es nuevo y emergente. Incluso los mosquitos autolimitantes entran en la definición de OGM, definición que está a prueba desde hace tiempo en el campo y que, de hecho, fue aprobada en Brasil y en Paraguay, si no me equivoco. Así que también ha estado en el mercado. Por consiguiente, el punto que trae a colación Japón es muy importante porque estamos perdiendo mucho tiempo”, opinó Lucía DeSouza, una científica brasileña, productora ejecutiva de la Iniciativa de Investigación Pública y Regulación, un grupo internacional de científicos especializados en biotecnología.

Recomendaciones del OSACTT y el camino a seguir

De acuerdo con una declaración de la Secretaría del CDB sobre bioseguridad y biotecnología, las partes recomendaron una nueva orientación voluntaria en el área de evaluación de riesgos con respecto a la ingeniería genética. La guía recomendada tiene como objetivo reforzar el rigor tanto científico como de transparencia en el proceso, y continuar con la detección y la identificación de OGM.

En lo que se refiere al problema de la biología sintética, el OSACTT dice que se necesitan más debates con respecto a la posibilidad de continuar con el escaneo de horizonte, un punto de vista que involucra la exploración y el análisis sistemáticos de tendencias, innovaciones y posibles desarrollos futuros en el área de biología sintética. Esta perspectiva ayuda a los dirigentes políticos, a los investigadores y a las partes interesadas a prepararse y anticiparse a futuros desafíos y oportunidades.

Un ejemplo de escaneo de horizonte para la biología sintética podría ser el desarrollo de peces genéticamente modificados, desarrollo sobre el cual se hacen investigaciones con respecto a la eficiencia de la acuicultura y la seguridad alimentaria.

Pero como el OSACTT es un grupo asesor, la COP puede adoptar o no sus recomendaciones. Pero una vez que la COP reciba un borrador con su decisión —en este caso, con respecto al problema de los mosquitos para erradicar la malaria— los países tendrán la oportunidad de leer y de expresar sus opiniones. Es posible que rechacen o tengan objeciones con respecto a algunas provisiones del proyecto pero también es muy probable que terminen aceptando alguna versión del plan.

“Hablamos de evaluación de riesgos y de cómo construir un sistema de gestión basado en la evaluación de riesgos. ¿Y después qué? ¿Hacia dónde nos dirigimos? Es una buena pregunta», observó DeSouza. 

“No podemos predecir el rumbo que tomarán las cosas a partir de ahora, pero mientras esta temática siga siendo relevante para las partes, se seguirá queriendo tener conversaciones sobre la misma. Solo podría terminarse si los productos (como los mosquitos genéticamente modificados) dejan de producirse y de usarse, o si las partes dejan de mostrar interés en ellos. Si siguen interesadas, el OSACTT seguirá desarrollando documentos de orientación técnica. Finalmente, los países desarrollarán sus propios marcos regulatorios siguiendo todas estas reglas así como el Protocolo de Cartagena».

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