Liga Árabe pide una fuerza de paz de la ONU en Gaza y Cisjordania

El rey de Bahréin, Hamad bin Isa al-Khalifa, al centro de la foto de familia de la cumbre de la Liga Árabe en Manama. El bloque de 22 países emprenderá una campaña para el reconocimiento internacional de Palestina como Estado independiente y una solución de dos Estados al actual conflicto con Israel. Imagen: BNA

MANAMA – La Liga de Estados Árabes pidió este jueves 16 que una fuerza de paz de las Naciones Unidas se despliegue en los territorios palestinos ocupados por Israel, y decidió emprender una campaña para que se reconozca a Palestina como Estado independiente.

La “Declaración de Manama”, emitida por la liga de 22 países miembros de Asia y África, también pidió que, con auspicio de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), se organice una conferencia internacional de paz que pueda “resolver la causa palestina de acuerdo con la solución de los dos Estados”, el israelí y el palestino.

La creación de un Estado palestino reconocido internacionalmente –Estados Unidos ha usado su poder de veto para que no se le admita como miembro pleno de la ONU- tiene como objetivo “vivir en paz y seguridad junto a Israel», según el documento.

El despliegue de la fuerza de paz de la ONU tanto en Gaza como en Cisjordania, el territorio palestino al este de Israel, debería sostenerse hasta tanto se instrumente la solución de dos Estados.

El texto reiteró que “el único representante legítimo del pueblo palestino es la Organización para la Liberación de Palestina”, y llamó a “todas las facciones palestinas a unirse bajo el paraguas de la OLP”, dominada por el movimiento Al Fatah, rival del integrista Hamás, que a su vez controla Gaza desde hace casi dos décadas.

Hamás lanzó el pasado 7 de octubre un ataque sobre el sur israelí, con saldo de 1200 muertos y la captura de 250 rehenes, según Tel Aviv, lo que desató el actual enfrentamiento en la Franja de Gaza, con una ofensiva militar de Israel que ha cobrado la vida de 35 000 palestinos, más 78 000 heridos y un estimado de varios miles de desaparecidos.

La mayoría de las viviendas y de la infraestructura de servicios esenciales en Gaza –una franja de 365 kilómetros cuadrados con 2,3 millones de habitantes junto al Mediterráneo oriental- ha sido inutilizada y los gazatíes sobreviven a duras penas con la asistencia insuficiente que logran llevar las agencias humanitarias. 

La cumbre árabe en esta capital de Bahréin también condenó los ataques a barcos comerciales, pues “amenazan la libertad de navegación, el comercio internacional y los intereses de los países y los pueblos del mundo”.

La milicia hutí, de confesión islámica chiíta y que controla el norte de Yemen, ha atacado durante meses a buques que transitan por el mar Rojo desde o hacia el canal de Suez, en solidaridad con la resistencia palestina en la Franja de Gaza.

En la cumbre intervino el secretario general de la ONU, António Guterres, quien reconoció que la guerra en Gaza “es una herida abierta que amenaza con infectar a toda la región”.

“Por su velocidad y escala, es el conflicto más mortífero de mi mandato como secretario general, para civiles, trabajadores humanitarios, periodistas y nuestros propios colegas de la ONU”, señaló.

Reiteró sus llamados a la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes (Hamás aún retendría a un centenar de ellos), a un alto el fuego inmediato, al acceso sin trabas a la ayuda humanitaria en toda Gaza, a buscar una solución de dos Estados y, en lo inmediato, a que no se produzca el asalto israelí sobre Rafah.

En el extremo sur de Gaza, la ciudad de Rafah, de unos 200 000 habitantes y puerta de entrada de la ayuda exterior desde Egipto, albergó tras la ofensiva israelí a 1,2 millones de gazatíes desplazados, la mitad de los cuales ya debió abandonar de nuevo sus precarios refugios y escapar apresuradamente a otras zonas de la Franja.

“Cualquier asalto a Rafah es inaceptable. Infligiría otra oleada de dolor y miseria cuando necesitamos una oleada de ayuda que salve vidas”, afirmó Guterres.

El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha sostenido que su ejército entrará en Rafah para liquidar la fuerza de Hamas. La aviación, artillería, blindados e infantería israelí ya atacó y ocupó áreas dentro del perímetro de la ciudad.

Agotadas sus reservas y con los accesos a la Franja bloqueados por Israel, las agencias humanitarias de la ONU se han visto obligadas a suspender la entrega de alimentos y de otros bienes esenciales en el sur de Gaza.

 A-E/HM

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