MÉXICO – Más de la mitad de los migrantes irregulares que llegan a México (51 por ciento) declaran que han salido de sus países huyendo de situaciones de violencia, de acuerdo con una encuesta conducida por la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
Acnur y organizaciones civiles aliadas condujeron durante 2023 un estudio con 6387 entrevistas, en las que recogieron información de 15 000 personas de distintas nacionalidades en esta capital y otra veintena de ciudades del país.
Entre los encuestados, 71 % de los haitianos señaló como causa de salida el temor por la situación general de violencia en la isla, y 69 % de los hondureños refirió haber sido víctima de violencia, amenazas e intimidación.
También 67 % de colombianos, 64 % de ecuatorianos, 55 % de nicaragüenses y 51 % de venezolanos se refirieron a la violencia, la inseguridad y las amenazas como principales causas de salida. La encuesta permitía mencionar más de una causa.
El informe “Impacto del desplazamiento forzado en la movilidad humana” destacó que más de la mitad de las mujeres mencionó haber sido víctima de violencia y amenazas directas, incluida la violencia doméstica, como principal causa de huida.
Más aún, 66 % de las personas encuestadas refirió que su vida, seguridad o libertad correría peligro si fuera devuelta a su país de origen, y de ellas 54 % dijeron que enfrentarían amenazas directas.
De ellas, 55 % viajaban en familias y 22 % lo hacían en familias monoparentales. Más de un tercio de quienes integraban las familias eran niños, niñas y adolescentes.
Para Acnur, esos porcentajes refuerzan la probabilidad de que muchas de las personas que ingresan a México de manera irregular tengan necesidades de protección internacional, por lo que insta a fortalecer los sistemas de asilo y procedimientos justos y eficientes.
La agencia destacó que es necesario identificar cuando las personas en movilidad necesitan protección internacional, pues de lo contrario se estaría violando el principio de no devolución.
Según Acnur, una tercera parte de las personas encuestadas tenía necesidades específicas de protección al ser madres o cuidadoras solas, sobrevivientes de abusos, o ser personas con condiciones médicas crónicas, mujeres embarazadas o lactantes, con discapacidad o adultas mayores.
El reporte detalla riesgos a los que están expuestas las personas para llegar a México y en su tránsito por el país. A su arribo, una de cada tres familias necesita apoyo de alojamiento y una de cada 10 está en riesgo de pernoctar en calle.
Una de cada tres personas no tenía ningún documento expedido por autoridades mexicanas, una situación que exacerba la vulnerabilidad ante los robos, extorsiones y amenazas o intimidación física.
De las personas encuestadas, 63 % refirió que su país de destino era Estados Unidos, y 72 % declaró haber solicitado cita para presentarse en ese país con la aplicación CBP One (aplicación móvil para solicitar permiso de ingreso).
Para 26 % de los migrantes irregulares su destino final era México.
Más de uno de cada cinco, 21 % de personas encuestadas, mencionó haber vivido en una nación diferente a su país de origen por más de un año. Las principales nacionalidades que vienen de movimientos sucesivos son haitiana, venezolana y hondureña.
Los países de residencia más mencionados fueron Chile (32 %), Brasil (19 %) y Colombia (17 %). Las principales causas de salida del país de residencia previa fueron falta de empleo (61 %); haber sido víctimas de violencia, amenazas, intimidación o discriminación (30 %) y falta de documentación (17 %).
Al no encontrar oportunidades de integración efectivas en los primeros países a donde se desplazaron, muchas personas emprenden el peligroso camino hacia el norte en busca de protección y una vida digna, observa el reporte de Acnur.
Casi la mitad de la población encuestada sufrió algún incidente de protección en su tránsito por la selva del Darién (Colombia-Panamá) y los países centroamericanos antes de llegar a México, destacando haber sido víctima de asaltos (23 %), extorsión (17 %), fraude (10 %) y amenazas físicas o intimidaciones (ocho por ciento).
En el norte de México, más de la mitad de las personas (56 %) refirió haber sufrido algún tipo de abuso como robo (27 %), extorsión (17 %) y amenazas físicas o intimidación (15 %) durante su tránsito por este país.
De la población encuestada, 44 % dijo vivir en un alojamiento privado, 15 % en situación de calle y 32 % en albergues de organizaciones de la sociedad civil. La población que más pernocta en situación de calle es la ecuatoriana (34 %).
Una de cada tres personas no tenía ningún documento expedido por autoridades mexicanas.
Siete por ciento dijo tener una Tarjeta de Visitante por Razones
Humanitarias; seis por ciento constancia de inicio de trámite del reconocimiento de la condición de refugiado y 49 % citas para acudir a la gubernamental Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados.
A-E/HM