Pequeñas empresas en occidente de Cuba acentúan su responsabilidad social

Una trabajadora en un mercado de productos agropecuarios muestra elaboraciones de la mipyme Los Cuki, especializada en la elaboración y conservación de frutas, legumbres, hortalizas y tubérculos en el municipio de Consolación del Sur, en la provincia cubana de Pinar del Río. Este negocio favorece la contratación de personas y grupos en situación de vulnerabilidad, como mujeres, jóvenes y personas de la tercera edad. Imagen: Jorge Luis Baños / IPS

PINAR DEL RÍO, Cuba. Aun cuando surgieron e intentan consolidarse en un proceloso contexto económico, pequeñas empresas en la provincia cubana de Pinar del Río respaldan la producción de alimentos y bienes, y destacan por sus políticas de inclusión y responsabilidad social.

“Los nuevos actores económicos tienen un protagonismo cada vez mayor en la economía de Pinar del Río. Aportan 24 % de los ingresos de la provincia. Un elevado porcentaje de los bienes que se comercializan y satisfacen necesidades de la población provienen del sector no estatal”, confirmó a IPS Calex Edilio González, coordinador de programa y objetivos del gobierno de la más occidental de las 15 provincias del archipiélago cubano.

González apuntó que “en la medida que sigan desarrollándose, ofertando más bienes y servicios, tendrán una representación mayor en los ingresos de los gobiernos locales para asumir gastos”.

Hasta el 30 de noviembre estaban aprobadas en el territorio pinareño 383 micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), de las cuales 365 eran privadas, junto con una cooperativa no agropecuaria, reflejan datos de la Dirección provincial de economía y planificación del territorio.

Desde septiembre de 2021 el gobierno cubano avaló la constitución de mipymes, bajo la figura de Sociedades de Responsabilidad Limitada, tras medio siglo de prohibición.

El renacer de estas formas de gestión privada responden a un plan de reactivación económica, con el propósito de elevar la producción de alimentos y de otros bienes y servicios.

Ocurrió en medio de la profundización de la crisis económica interna catalizada por el fortalecimiento del embargo estadounidense, la covid, así como demoras y errores en la aplicación de un plan de reformas.

Lo anterior se expresa, entre múltiples efectos, en el desabastecimiento de productos, la deficitaria producción agrícola y la necesidad de importar una mayor cantidad de alimentos básicos algo que, insiste el propio gobierno, resulta insostenible ante la acuciante falta de divisas.

“Los nuevos actores económicos tienen un protagonismo cada vez mayor en la economía de Pinar del Río. Aportan 24 % de los ingresos de la provincia. Un elevado porcentaje de los bienes que se comercializan y satisfacen necesidades de la población provienen del sector no estatal”: Calex Edilio González.

La autorización de mipymes, tanto estatales como privadas, se limita a sectores no estratégicos. Su actividad, junto con la de cooperativas y de trabajadores autónomos, se considera complementaria a las de la empresa estatal socialista catalogada como el sujeto principal de la economía nacional.

En dependencia del número de trabajadores empleados se clasifican en microempresas, (de una a 10 personas); pequeñas empresas (de 11 a 35); y medianas empresas (de 36 a 100 personas.

Hasta el momento, han sido aprobadas unas 9900 mipymes en la isla, en su mayoría privadas.

Heidy Medina, administradora de la mipyme OMI Producción Artesanal, en el municipio de Consolación del Sur, provincia de Pinar del Río. Considera que el acceso a materia prima estable, divisas a precios competitivos y un mercado mayorista ayudaría mucho a esta pequeña empresa cubana de talabartería y otros emprendimientos. Jorge Luis Baños / IPS

Favorecer el empleo con enfoque inclusivo

Si a nivel nacional 74 % de las personas que lideran estos emprendimientos son hombres, esta brecha se hace aún más pronunciada en Pinar del Río, donde apenas 17 % de las personas al frente de las mipymes son mujeres, reflejan las estadísticas.

No obstante, algunos de los negocios allí favorecen la contratación de personas y grupos en situación de vulnerabilidad, como mujeres, jóvenes y personas de la tercera edad, como una forma, además, de impulsar el desarrollo local.

Tanto Odalis Hernández como Yuneisy Suárez encontraron empleo y mejoraron los ingresos familiares, tras incorporarse a OMI Producción Artesanal, pequeña empresa privada de talabartería ubicada en Consolación del Sur, uno de los 11 municipios de Pinar del Río, a 135 kilómetros al oeste de La Habana.

“He desarrollado habilidades para marcar, recortar, coser y empalar el cuero antes de montar la bota. Me siento contenta con mi trabajo”, afirmó a IPS Hernández, de 50 años y madre con un hijo de 24 años y una hija de 16 años.

Con 28 años, y madre de una niña de siete años, Suárez detalló a IPS que por lo general “quienes llevan más tiempo adiestran a los más nuevos, supervisando el trabajo y la calidad de terminación. Hace dos años yo solo sabía coser ropa y en una máquina de pedales; ahora lo hago en una eléctrica”.

Constituida en enero de 2022, y enfocada en la confección de calzado, OMI Producción Artesanal es una de las 29 mipymes aprobadas hasta inicios de diciembre en Consolación del Sur.

Pero apenas seis de las entidades son dirigidas por mujeres en este municipio con unos 88 000 habitantes.

José Joaquín Díaz, administrador de la mipyme Los Cuki, en Consolación del Sur, en la provincia cubana de Pinar del Río, opina que el plan gubernamental para afianzar la seguridad alimentaria debe contemplar un mayor apoyo a las minindustrias, capaces de procesar a nivel local el exceso de cosechas, que muchas veces no pueden absorber las industrias, y evitar que se pierdan en el campo. Imagen: Jorge Luis Baños / IPS

La talabartería dispone de 29 trabajadores de los cuales 18 son mujeres, y en su mayoría menores de 35 años, comentó a IPS la administradora Heidi Medina.

“Elaboramos fundamentalmente calzado para hombres, mujeres y niños. Nuestro producto estrella son botas, muy factibles para quienes trabajan en la agricultura, aunque también hacemos otros modelos para distintas actividades” explicó esta abogada de 31 años.

Agregó que la producción mensual oscila de 600 a 700 pares. Una parte satisface contratos con empresas estatales de municipios aledaños como La Palma, Viñales y San Juan y Martínez, y otra se destina a la venta minorista en dos establecimientos del territorio.

En este municipio se ubica también la pequeña empresa Los Cuki, especializada en la elaboración y conservación de frutas, legumbres, hortalizas y tubérculos.

De sus 17 trabajadores ocho son mujeres residentes en zonas aledañas. Algunas son madres con niños y tres son jubiladas, de las cuales dos viven solas, precisó al dialogar con IPS el licenciado en agronomía José Joaquín Díaz, de 62 años, director de la mipyme, también privada.

“De aquí salen de 17 a 18 productos como condimentos, salsas china, condimentada y picante; vita nuova (una especial salsa de tomate), puré de tomate, aliños, adobos y vinagre, entre otros. Envasamos frutas y tubérculos picados, así como mermeladas que se venden en mercados o ferias de productos agropecuarios. Procesamos unas tres toneladas al mes”, señaló.

Además, “estamos en el proceso de montaje de una planta de aceites a partir de semillas de girasol, soja, maní y ajonjolí. Ya tenemos avanzada la parte constructiva, a la espera del equipamiento”, subrayó.

A juicio de Díaz, el plan gubernamental para afianzar la seguridad alimentaria debe contemplar un mayor apoyo a las minindustrias, “muy necesarias para procesar a nivel local el exceso de cosechas, que muchas veces no pueden absorber las industrias, y evitar que se pierdan en el campo”.

Los Cuki, apuntó Díaz, contribuyó con donativos a personas evacuadas tras el paso del huracán Ian, el cual castigó Pinar del Río y otras zonas del occidente cubano a fines de septiembre de 2022.

En el caso de Pinar del Río, además de afectaciones en más de 100 000 viviendas, el ciclón dañó con severidad la infraestructura que garantiza 70 % de la producción de tabaco en Cuba, incluidos los afamados habanos, una de los principales productos de exportación y captación de divisas de la isla.

Se considera el peor golpe que haya sufrido la infraestructura tabacalera cubana a lo largo de su historia.

“A tres niños con enfermedades que necesitan jugo para su alimentación se los garantizamos gratuitamente durante todo el mes”, completó Díaz.

María del Carmen Milián, de 62 años, reconoce que incorporarse a la minindustria le aporta ingresos adicionales y la posibilidad de mantenerse activa. Jubilada tras años de faena como agricultora, sus manos ahora escogen y lavan botellas donde se envasarán mermeladas, salsas o vinagre.

“Fui afectada por el más reciente huracán. Aquí me apoyaron con el pago del nuevo techo de mi casa, y estoy muy agradecida”, destacó Milián al conversar con IPS.

Clientes se prueban unos zapatos en la OMI Producción Artesanal en el municipio de Consolación del Sur, en la provincia cubana de Pinar del Río. Aunque su producto estrella son las botas para trabajar en labores agrícolas, la mpyme también elabora otros modelos de calzado para distintas actividades de hombres, mujeres y niños. Imagen: Jorge Luis Baños / IPS

Barreras

Aunque generan empleos, diversifican producciones y servicios, y varias aportan soluciones tecnológicas e innovaciones, los nuevos actores económicos encuentran críticas a su gestión, además de obstáculos que impiden un mayor despegue, algunos derivados de problemas estructurales y de funcionamiento de la economía cubana.

“Un gran problema es el acceso a materia prima estable, muy relacionado con el tema de las divisas y su adquisición a precios competitivos, y no como ahora, en el mercado informal, a precios que sobrepasan el doble de la tasa oficial”, consideró Medina.

En su opinión, “la mayor dificultad es la ausencia de un mercado mayorista con el cual no habría necesidad de importar y el tema de la divisa fuera menos complicado, porque con la moneda nacional (pesos cubanos) podríamos reaprovisionarnos”.


También le puede interesar:

Pequeña empresa estimula desarrollo local inclusivo en occidente de Cuba


La administradora de OMI Producción Artesanal aboga, asimismo, por la posibilidad de contactar con los proveedores e importar directamente, y no a través de empresas estatales, como estipula la ley, “porque por muy profesional que sea la entidad es un riesgo no ver directamente el producto hasta que llegue, ni poder negociar precios”.

También, añadió, “nos gustaría ampliar el mercado, comercializar en otras provincias y comprar el cuero, sobre todo en el oriente cubano, donde más cultivo de piel hay. Pero es más difícil por la transportación y esto encarecería el producto”.

Díaz, por su parte, insistió en la importancia de disponer de envases a precios asequibles, “para que el producto llegue un poco más barato al mercado, mejor presentación y calidad”.

De acuerdo con González, coordinador de programa y objetivos del Gobierno provincial de Pinar del Río, los nuevos actores económicos pudieran tener un papel más preponderante, por ejemplo, en el mejoramiento de los viales.

“Tenemos necesidad de arreglar avenidas, calles, carreteras y caminos en mal estado. Hay experiencias en localidades del país relacionadas con el bacheo. Es cierto que esa actividad lleva equipamiento y recursos que no tenemos, pero sería bueno tenerlo en cuenta”, sostuvo.

ED: EG

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe