GINEBRA – La región de Darién en Panamá y la migración desde Venezuela figuran entre las crecientes crisis humanitarias y de desplazamiento de personas en el mundo, indicó un nuevo informe este viernes 19 de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
Dominique Hyde, directora de relaciones externas de Acnur, dijo que “en el último año hemos presenciado un tremendo aumento de las situaciones de emergencia con la aparición de nuevas crisis y el agravamiento de otras no resueltas, que han puesto al límite nuestra capacidad de respuesta”.
En América “una emergencia humanitaria continuó desarrollándose en 2023, con la región de Darién en Panamá siendo el epicentro de un movimiento grande y complejo de personas en todo el continente”, indicó el reporte divulgado por Acnur en su sede en esta ciudad suiza.
Al cierre de 2023, el número de refugiados y migrantes que cruzaban la selva del Darién, entre Colombia y Panamá, “alcanzó una cifra sin precedentes de 500 000, más del doble que el año pasado”, recordó el informe.
“Las personas que cruzaban irregularmente el Darién y otras fronteras seguían expuestas a graves peligros, como desastres naturales, violencia sexual y de género, robos, trata de personas, extorsión y secuestros”, se agregó.
En los primeros nueve meses de 2023, más de 60 % de quienes se desplazaron hacia América Central y del Norte atravesando Darién eran de Venezuela.
Al cierre del año, según el reporte, había más de 7,7 millones de venezolanos fuera de su país, y más de 6,5 millones residen en América Latina y el Caribe.
Cuatro millones de refugiados y migrantes de Venezuela en la región todavía tienen necesidades humanitarias, de protección e integración apremiantes, según la Plataforma Regional de Coordinación Interinstitucional para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V), establecida por agencias de las Naciones Unidas.
La evaluación de R4V también reveló que uno de cada tres venezolanos en la región no tiene un estatus regular ni la documentación necesaria para acceder a empleos dignos, servicios de salud, vivienda o educación.
En toda la región, la integración, la protección y la seguridad alimentaria de las personas migrantes fueron identificadas como necesidades de máxima prioridad.
El plan regional de R4V para atender a esa población en 2023-2024 requirió 1720 millones de dólares, pero solo se recibió 20 % de los fondos requeridos. Para 2024 la plataforma, de la que hace parte Acnur, solicita 1590 millones de dólares.
En el mundo, durante 2023, Acnur emitió 43 declaraciones de emergencia para aumentar la ayuda en 29 países, buena parte de ellos afectados por crisis de desplazamiento forzoso, situación en la que ya hay 114 millones de personas, 5,6 millones más que al cierre de 2022.
Acnur reivindica que acudió con auxilios para unos 17 millones de personas en situaciones de crisis vividas en el Darién, en Siria y Turquía asoladas por un terremoto, en el desplazamiento de personas desde Azerbaiyán hacia Armenia, y ante los devastadores terremoto en Afganistán y ciclón en Bangladesh.
También en las crisis de desplazamiento forzoso causadas por inundaciones y, sobre todo, por conflictos armados, en el Cuerno de África (Etiopía, Somalia), Libia, Sudán y la República Democrática del Congo.
Hyde expuso que “ya sean provocadas por conflictos, violaciones de los derechos humanos, catástrofes naturales o fenómenos meteorológicos extremos, estas emergencias han dado lugar a una oleada de desplazamientos, dejando a un número ingente personas y familias en una situación desesperada”.
“La magnitud del sufrimiento humano es incalculable y un duro recordatorio del imperativo de la acción colectiva y la solidaridad», añadió Hyde.
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