LA HABANA – Con coincidencias en temas globales y de cooperación internacional, pero enfoques divergentes sobre otros como los derechos humanos, Cuba buscó reforzar el diálogo político y atraer inversores durante recientes conversaciones gubernamentales en Medio Oriente y con la Unión Europea (UE).
La gira del presidente cubano Miguel Díaz-Canel por Emiratos Árabes Unidos (EAU), Qatar e Irán, del 28 de noviembre al 5 de diciembre, apuntó a consolidar las relaciones políticas, así como incentivar los nexos comerciales y científico-tecnológicos.
La concreción de los acuerdos firmados pudiera significar para este país caribeño un aumento de la recepción de inversión extranjera directa, acceso a fondos de proyectos de cooperación internacional, importación de productos, así como la posibilidad de exportar algunos bienes y servicios.
Justamente el desplome de las principales fuentes de divisas, la inflación, descapitalización de las industrias y la deficiente producción de alimentos que exige importar alrededor de 80 % del consumo, son algunos de los factores que acrecentaron en el último lustro la crisis económica cubana.
En ella influyeron además el impacto de la covid, el fortalecimiento del embargo estadounidense e incompletas reformas internas.
Díaz-Canel asistió en primera escala a la 28 Conferencia de las Partes (COP28) de la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático, que sesiona en la ciudad de Dubái del 30 de noviembre al 12 de diciembre.
Además de liderar la delegación de la isla a la cita, el mandatario dirigió la reunión de líderes del Grupo de los 77 y China (G77), convocada por Cuba en su condición de presidente pro témpore de ese grupo de 134 naciones del llamado Sur global, los días 1 y 2 de diciembre.
Como parte de los esfuerzos del grupo sobresalió la entrada en funcionamiento del Fondo para Pérdidas y Daños, que buscará compensar a las naciones más vulnerables del planeta ante los efectos del cambio climático.
Medio Oriente
Durante la visita de trabajo a la federación de siete emiratos, ubicada en el golfo Pérsico, la comitiva cubana firmó con EAU el Acuerdo para la Promoción y Protección Recíproca de Inversión, al igual que el Convenio para evitar la doble tributación.
Ambos instrumentos resultan un requerimiento de muchos inversores para explorar oportunidades de negocios en otro país, pues aportan garantías y beneficios.
La ocasión propició además la creación de una comisión intergubernamental, la constitución de un comité empresarial bilateral, la decisión de elaborar una agenda de cooperación económica y la firma de un memorando de entendimiento entre los bancos centrales de ambos países.
La Habana mostró disposición para acceder al Fondo Mubadala, un fondo soberano de inversión del emirato de Abu Dabi, a través de proyectos conjuntos e inversiones en la producción de alimentos, fuentes renovables de energía y la biotecnología, entre otros.
La isla ha accedido en años recientes a fondos emiratís por concepto de cooperación internacional para la instalación de infraestructura hidráulica y fuentes de energía limpia.
En Qatar, el 3 de diciembre, el jefe de Estado cubano dialogó con una treintena de empresarios a los cuales informó sobre las oportunidades de inversión en la generación eléctrica, fuentes renovables de energía, turismo y desarrollo inmobiliario, comercio mayorista y minorista, la producción contratada de alimentos para el consumo interno y la exportación, tanto hacia Qatar como a la región del Caribe, entre otros mercados, informó el sitio de la Presidencia.
La Habana y Doha mantienen convenios de colaboración médica desde 1997. En la actualidad, más de 1200 profesionales de la salud cubanos prestan servicios en la pequeña nación del Medio Oriente, según datos oficiales.
Aproximadamente la mitad de ellos laboran en el llamado hospital cubano de Dukhan, localidad próxima a la capital catarí, considerado un referente en la zona y que contribuyó a la atención de personas con covid durante 2020 y 2021.
En Irán, última escala de la gira, Cuba y la nación persa firmaron convenios de cooperación en los ámbitos de la economía, la salud y ciencia y técnica, con énfasis en el sector biotecnológico y farmacéutico.
El Instituto Pasteur de Irán y el Instituto Finlay de Vacunas (IFV) de Cuba firmaron un contrato de transferencia de conocimiento sobre vacunas y el memorando de entendimiento de cooperación estratégica para el desarrollo clínico y preclínico de inmunizantes.
La colaboración entre ambas instituciones data de 2019.
A fines de junio de 2021, el Instituto Pasteur autorizó el uso de emergencia de la vacuna cubana anticovid Soberana 02, comercializada allí como PastuCovac, en virtud de un acuerdo para la transferencia tecnológica y complementariedad de las investigaciones.
“Estamos justamente proponiéndonos integrarnos más, ser más complementarios, y ellos tienen algunas vacunas que podemos utilizar en Cuba a través del Instituto Finlay, llevándolas incluso a América Latina; y nosotros vamos a aprovechar la capacidad de ellos para hacer ensayos clínicos aquí, utilizarlas aquí, y también utilizarlas en la región”, declaró el director general del IFV, Vicente Vérez.
Según analistas, la biotecnología y la industria farmacéutica pueden hacer un mayor aporte a la cartera de exportación de productos de alta tecnología en Cuba, a fin de garantizar o recuperar la inversión en esa área.
Debido a su población, esta isla caribeña con 11 millones de habitantes tiene una reducida demanda interna para los productos biotecnológicos por lo cual “la orientación exportadora constituye una condición imprescindible para lograr la viabilidad económica”, ha argumentado, al respecto, el economista cubano Omar Everleny Pérez Villanueva.
Unión Europea
El 23 y 24 de noviembre visitó Cuba Eamon Gilmore, representante especial de la UE para Derechos Humanos.
La visita fue uno de los acuerdos resultantes de la estancia en mayo, en La Habana, del alto representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y vicepresidente de la Comisión Europea, Josep Borrell.
Gilmore presidió la delegación europea al IV Diálogo de Derechos Humanos entre Cuba y la UE, como parte del Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación, firmado en 2016, y que se aplica de forma provisional desde 2017.
Ese acuerdo puso fin a la llamada Posición Común, impuesta en 1996 por presiones del gobierno español de entonces, del derechista José María Aznar (1996-2004), que condicionaba la cooperación a cambios políticos en el gobierno socialista de la isla.
“Como en ocasiones anteriores, se evidenciaron diferencias de posición respecto a varios de los temas abordados. No obstante, se identificaron también áreas de coincidencia que brindan oportunidades para la cooperación”, precisó una nota del Ministerio de Relaciones Exteriores.
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Entre los cuatro acuerdos de cooperación pactados sobresale el dirigido a discutir y adoptar, durante el primer trimestre de 2024, un cronograma de intercambios técnicos en diversas áreas de derechos humanos.
Estos pudieran incluir las relativas a las mejores prácticas en materia legislativa, al adelanto de la mujer, derechos sexuales y reproductivos, derechos de la infancia, derechos de personas en situación de discapacidad, entre otras.
Se prevé además iniciar la implementación del proyecto de colaboración Fortalecimiento de la Defensoría para la protección integral de los derechos de la niñez y la adolescencia.
Gilmore dialogó con el presidente Díaz-Canel, así como con funcionarios y representantes de instituciones gubernamentales y civiles.
A su vez, algunas organizaciones no gubernamentales exhortaron al representante especial a indagar sobre la situación de más de 1000 personas a los cuales consideran prisioneros políticos, sobre todo, las encarceladas tras las protestas en decenas de ciudades cubanas en julio de 2021.
En el Diálogo sobre Derechos Humanos de este año, “las partes trataron sobre los derechos civiles y políticos, incluidas la libertad de opinión, de expresión, de reunión y de asociación, así como el acceso a la información”, señaló una declaración de la UE.
Bruselas reiteró su llamamiento al gobierno cubano para que garantice “el pleno ejercicio de los derechos constitucionales de sus ciudadanos en estos ámbitos”, enfatizó.
Gilmore confirmó a través de su cuenta en la red social X, que se reunió “con una amplia gama de actores de la sociedad civil, incluidos familiares de presos políticos. En reuniones con el gobierno y en el Diálogo sobre Derechos Humanos, reiteré el llamado de la UE a favor de las liberaciones”.
Las autoridades cubanas niegan la existencia de presos políticos y subrayan que en todos los casos se siguió el debido proceso y apego al Código Penal vigente.
El presidente Díaz-Canel insistió en “la importancia del diálogo y la cooperación como vías efectivas para la promoción y protección de los derechos humanos, sin politización, selectividad, dobles raseros ni injerencias en los asuntos internos de las partes”, precisó la nota de la Cancillería cubana.
Entre tanto, la UE mantiene activa su colaboración con Cuba con un paquete de proyectos en sectores que incluyen la agricultura sostenible y seguridad alimentaria, energía renovable, cambio climático, y modernización de la economía.
ED: EG