PARÍS – La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) lanzó este jueves 2 un nuevo llamado para que los Estados garanticen la seguridad de los periodistas cuando realicen su labor durante los períodos electorales.
Los periodistas “no deben ser objeto de amenazas ni ataques, ni privados de informar con plena libertad en ningún momento”, dijo al presentar un nuevo reporte sobre el tema Tawfik Jelassi, asistente para Comunicaciones e Información de la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay.
“Instamos a los gobiernos a tomar medidas adicionales para garantizar la seguridad de los periodistas, el derecho a la libertad de expresión y al acceso a la información, incluso durante los periodos electorales. Estos derechos humanos fundamentales son cruciales para el funcionamiento de la democracia”, agregó Jelassi.
El informe, “El rol de los agentes y las fuerzas del orden: garantizar la seguridad de las y los periodistas durante las manifestaciones públicas y las elecciones”, se presentó con motivo de este Día Internacional para Poner Fin a la Impunidad de los Crímenes contra Periodistas.
La fecha del 2 de noviembre la estableció la Asamblea General de las Naciones Unidas en conmemoración del asesinato en Malí de dos periodistas franceses, Ghislaine Dupont y Claude Verlon, ese día de 2013.
La Unesco considera que en este momento los riesgos para los periodistas “son más altos que nunca, lo que se manifiesta de manera más dramática en Oriente Próximo”.
El Comité para la Protección de Periodistas (CPJ), basado en Nueva York, señaló que el conflicto en curso entre Israel y la milicia islámica palestina Hamás, iniciado el 7 de octubre, ya han muerto 33 periodistas -28 palestinos, cuatro israelíes y un libanés-, y hay al menos ocho heridos y nueve desaparecidos o detenidos.
La mitad de esas víctimas se registró durante la primera semana de ataques, “la más letal para los periodistas en cualquier conflicto reciente” según la Unesco.
“Sin embargo, es importante destacar que los datos también revelan que los periodistas enfrentan riesgos significativos incluso en situaciones que no son de crisis”, apuntó el reporte de la entidad de la ONU.
Entre enero de 2019 y junio de 2022, la Unesco documentó 759 agresiones individuales contra periodistas, incluyendo cinco asesinatos, durante 89 elecciones en 70 países. Las fuerzas de seguridad perpetraron 42 % de las agresiones.
El restante 58 % de las agresiones comprendió ataques físicos y verbales, llevados a cabo por manifestantes y miembros del público que asistían a las demostraciones. Se registró que 218 de las víctimas, 29 % de los periodistas agredidos, eran mujeres.
En el mismo período, además, 129 medios de comunicación fueron atacados, con amenazas y censura, redadas e incendios provocados, e incluso suspensiones y cierres forzosos, en el mismo contexto de seguimiento de elecciones.
Se consideran “ataques” a los asesinatos, detenciones arbitrarias, palizas, disparos de balas de goma, amenazas, intimidación y confiscación de material. Los incidentes documentados ocurrieron en variados contextos, como mítines, manifestaciones públicas, y oficinas y residencias de periodistas y profesionales de los medios.
En 2024, un total de 2600 millones de personas acudirán a las urnas en todo el mundo. Están previstas elecciones generales o presidenciales en 45 países.
La Unesco subrayó que los periodistas desempeñarán un papel fundamental a la hora de garantizar que el público tenga acceso a información precisa mientras se prepara para emitir su voto.
El alerta se lanza tras revelar el análisis de la Unesco que, durante los procesos electorales y las manifestaciones públicas, muchas autoridades gubernamentales restringieron el acceso del público a la información.
Esas restricciones se cumplieron mediante apagones e interrupciones de Internet, censura de los medios de comunicación y de voces críticas, así como vigilando digitalmente a los periodistas, y se apeló a la justificación en nombre del mantenimiento del orden público y la seguridad nacional.
La Unesco insistió en que la libertad de expresión y las protestas pacíficas “son fundamentales para la gobernanza participativa, para que los gobiernos rindan cuentas y promover cambios en actitudes, políticas y leyes”.
“Durante protestas y elecciones, la policía y las fuerzas de seguridad deben proteger estos derechos democráticos y asegurar un entorno seguro”, agregó el documento.
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