PANAMÁ – En América Latina 62 por ciento de las mujeres que se han desplazado como migrantes, refugiadas o solicitantes de asilo se han sentido inseguras, o muy inseguras, frente a la posibilidad de sufrir violencia de género en el momento del tránsito, mostró un estudio de dos agencias internacionales de auxilio a refugiados.
A su vez, 35 % de esas mujeres no se sienten seguras en sus lugares de destino, de acuerdo con el estudio de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y la Sociedad Hebrea de Ayuda a Inmigrantes (Hias, en inglés).
José Samaniego, director regional de Acnur, dijo que “la persistente desigualdad de género y los altos riesgos de sufrir violencia de género impactan a millones de mujeres y niñas desplazadas por la fuerza”.
En el continente americano hay 21,4 millones de personas desplazadas forzosamente, “la crisis de desplazamiento más grande y más compleja de su historia”, según Acnur. De esa población que se ha desplazado, 49 % son mujeres y niñas.
Acnur recuerda que detrás de la necesidad de salir de sus hogares hay muchas razones: inseguridad y violencia, persecución, pobreza y desigualdad, violaciones de los derechos humanos, violencias de género, deterioro del orden público y el creciente impacto de los efectos del cambio climático.
Las violencias de género se entrecruzan con otros tipos de discriminación como la edad, la etnia, la condición migratoria, la nacionalidad, la religión, el estado civil, la orientación sexual y la identidad de género.
Según el estudio, la principal manifestación de violencia de género identificada en el momento del tránsito es la violencia sexual (36 %), seguida por la violencia psicológica (31 %) y la física (13%).
El riesgo de sufrir violencia de género continúa en el país de asilo, y en esos destinos 34 % de las participantes en la encuesta Acnur-Hias consideró que el principal tipo de violencia de género que pueden enfrentar es la psicológica, seguida por la violencia socioeconómica (18 %).
Existen factores que pueden exponer a las mujeres a un mayor riesgo de violencia de género, como la xenofobia (31 %), la falta de oportunidades de empleo (19 %) y el limitado acceso a la información (16 %).
Los espacios públicos (54 %) son identificados como el principal lugar de riesgo, seguido por el hogar (21 %) y el trabajo (10%), destacándose que 92 % de las mujeres encuestadas tienen un empleo informal en el país de destino. En Brasil, los albergues son identificados como un lugar de riesgo de violencia de género.
El estudio, con datos correspondientes a 2022, incluyó encuestas a 1008 mujeres en siete países (Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Perú y Venezuela), 52 grupos focales con un total de 364 mujeres y hombres participantes, y entrevistas a decenas de informantes clave y a mujeres refugiadas.
De las mujeres encuestadas, 62 % son venezolanas, 12 % hondureñas, 10 % nicaragüenses, nueve por ciento colombianas, y dos por ciento de cada uno de tres países: El Salvador, Guatemala y Haití.
Acnur y la agencia ONU Mujeres anunciaron una alianza para promover programas que integren la perspectiva de género en las respuestas humanitarias y en las políticas y sistemas nacionales.
“Solo a través de un compromiso conjunto y acciones efectivas podemos crear un futuro más seguro y equitativo para todas las mujeres y niñas en estas circunstancias tan difíciles”, dijo Samaniego.
La violencia basada en género “se ve agravada en contextos de movilidad humana, exponiendo a las mujeres, niñas y personas LGBTIQ+ a un continuum de violencias, desde el origen, durante el trayecto y en sus puntos de llegada”, observó también Cecilia Alemany, directora regional interina de ONU Mujeres.
“Desde ONU Mujeres hacemos un llamado a los Estados a poner foco en el desplazamiento forzado interno e internacional y abordar la violencia basada en género”, agregó Alemany.
Uno de los focos del trabajo que se proponen las agencias es el de la información, pues las mujeres refugiadas tienen poco conocimiento de sus derechos y de los servicios disponibles en sus comunidades, según sus documentos.
De las mujeres que participaron en el estudio, 62 % no conocían cuáles son los derechos que tienen las mujeres refugiadas y en movilidad humana en caso de estar en riesgo de sufrir violencia de género, y 55 % desconocen los servicios disponibles en sus comunidades.
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