Aumento de la población en Egipto: Una bendición convertida en maldición

Una calle de El Cairo, donde los atascos del tráfico automotor son crónicos. El aumento de la población de Egipto ejerce presión sobre la economía y los esfuerzos de desarrollo. Imagen: Hisham Allam / IPS

EL CAIRO – La población de Egipto aumentó de 104 millones en noviembre de 2022 a 105 millones en junio de 2023, según la Agencia Central de Movilización Pública y Estadísticas.  Esto representa que cada tres minutos hay una persona más en el país y cada 245 días la población aumenta en un millón.

Pero el problema es que el aumento demográfico supera al de la economía y presiona contra las metas de desarrollo, indican los expertos. Además, la tasa de pobreza se mantiene en 27,3 %, lo que se traduce en que a más población también más pobres en este país de Medio Oriente.

La densidad de población en Egipto también ha aumentado, pasando de 100,1 personas por kilómetro cuadrado (km2) en 2020 a 104,2 personas por km2 en 2023. El Cairo es la provincia más poblada de Egipto, con más de 10 millones de residentes, seguida de Giza, con 9,5 millones.

El incremento de la población se da pese a que la tasa de fertilidad en Egipto ha disminuido en los últimos años, pasando de 3,5 nacimientos por mujer en 2014 a 2,85 nacimientos por mujer en 2021. Ello obedece a que la tasa de natalidad anual sigue siendo alta, en torno a los 2,2 millones.

Si las tasas de fertilidad actuales se mantienen estables, la población de Egipto alcanzará los 119 millones en 2030 y los 165 millones en 2050. Sin embargo, si las tasas de fertilidad descienden a 1,6 hijos por mujer en 2042, la población alcanzará los 117 millones en 2030 y los 139 millones en 2050, dijo a IPS la médica Najwa Samak, e directora del departamento de Economía de la Universidad de El Cairo.

Samak subrayó que el rápido crecimiento demográfico en Egipto es una carga para la economía nacional y un gran desafío para los esfuerzos de desarrollo del Estado.

En ese sentido, pidió esfuerzos concertados de todos los sectores de la sociedad, incluidas las organizaciones de la sociedad civil, los medios de comunicación y los organismos estatales, para controlar la tasa de crecimiento demográfico.

La especialista consideró que el elemento humano es uno de los factores de producción más importantes para cualquier país y que el crecimiento de la población puede ser una bendición si se utiliza para aumentar las tasas de producción y la renta nacional.

Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.

Sin embargo, en el caso de Egipto, la tasa de crecimiento demográfico está superando la tasa de crecimiento económico, lo que supone una carga para los recursos del país.

Samak afirmó que la planificación familiar es crucial, pero que el modelo chino de familias con un solo hijo no es la respuesta. A Su juicio, este modelo puede causar daños psicológicos a las familias y a los niños.

Afirmó que lo más importante ahora es invertir en eliminar el analfabetismo y mejorar el nivel de vida de las familias pobres. Esto ayudará a concienciar sobre los retos del crecimiento demográfico y hará posible que las familias tomen decisiones informadas sobre su salud reproductiva.

Hussein Abdelaziz, profesor de Estadística de la Universidad de El Cairo, declaró que el gobierno egipcio pretende reducir la tasa de fertilidad de 2,8 a 1,6 hijos por mujer en los próximos años. Afirmó que el crecimiento descontrolado de la población es un gran desafío para los esfuerzos de desarrollo del Estado y agota los recursos del país.

Abdulaziz dijo a IPS que el analfabetismo de las mujeres es una de las principales razones de la alta tasa de fertilidad en Egipto. Dijo que hay algunos pueblos en Egipto donde la tasa de analfabetismo de las niñas es de hasta 50 %. Pidió la capacitación de las mujeres a través de la educación para abordar el problema del crecimiento demográfico.

A pesar de los retos, el experto en demografía encuentra esperanza en una serie de gobernaciones que han logrado indicadores positivos de crecimiento demográfico. Citó a Puerto Said y Alejandría, donde las tasas de fertilidad son de 1,8 y 2,1 hijos por mujer, respectivamente. Estas tasas son equivalentes a las tasas de reproducción de los países desarrollados.

El profesor afirmó que el gobierno egipcio está trabajando para reducir la tasa de fertilidad proporcionando servicios de planificación familiar, mejorando el acceso a la educación y concienciando sobre los retos del crecimiento demográfico.

T: MF / ED: EG

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