El crimen organizado dificulta lucha contra minería ilegal en Amazonia brasileña

Agentes de Ibama en uno de sus operativos, este año, para destruir instalaciones de la minería ilegal en la Amazonia de Brasil. Imagen: Ibama

RÍO DE JANEIRO – El grupo criminal más prominente de Brasil, el Primer Comando de la Capital (PCC), apoya de diversas formas a los mineros de oro ilegales en la Amazonia brasileña, obstaculizando los esfuerzos del gobierno por erradicar la minería ilegal y la violencia contra la comunidad indígena yanomami.

El juez y ministro de justicia de Brasil, Flávio Dino, anunció el envío de 220 efectivos más de la policía militar a la reserva indígena yanomami en el estado de Roraima, al norte de Brasil, como respuesta a la violencia entre los mineros ilegales y residentes yanomami, los cuales dejaron al menos 14 muertos entre el 29 de abril y el 6 de mayo.

Entre las víctimas se contó un hombre del pueblo yanomami, muerto en un ataque de los mineros a un caserío el 29 de abril, y cuatro hombres acribillados en un socavón durante un enfrentamiento armado con la policía el 1 de mayo.

Aunque los choques en la reserva yanomami han ocurrido por varios años, este nuevo estallido de violencia coincide con la expulsión de miles de mineros de la zona por orden del gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Sin embargo, la presencia del PCC (Primeiro Comando da Capital, en portugués) ha sumado una arista más a un problema de por sí espinoso. Uno de los cuatro hombres abatidos el 1 de mayo se identificó como Sandro Moraes de Carvalho, alias “Presidente”, presunto comandante del PCC en ese estado del norte del país.

Dino declaró el 18 de mayo en una conferencia de prensa que el PCC está actuando como “un sindicato minero ilegal».

“¿Por qué (las operaciones) en territorio yanomami transcurrieron sin muertes por meses y de pronto en las últimas semanas ha habido enfrentamientos armados? Porque los elementos que siguen en el territorio tienen relación con facciones criminales”, puntualizó.

El PCC ha suministrado armas y maquinaria pesada a los mineros, ha actuado como fuerza de seguridad en algunas excavaciones y ha ayudado a sacar el oro del Amazonas, según una investigación de la revista Veja, basada en declaraciones de funcionarios de seguridad pública. El PCC también maneja redes de prostitución y narcotráfico en tierras yanomami, según descubrió la investigación.

Mensajes de audio filtrados atribuidos al presunto sucesor de Presidente en Roraima, a quien se identificó con el alias de “Escobar”, permitieron confirmar que el PCC tiene cierto control sobre los mineros. Antes de su ascenso, Escobar al parecer prestaba seguridad en campamentos mineros específicos y podía ordenar a los mineros que salieran del área.

“Vienen en pesada … con 200 policías. En este preciso momento, estoy retirando a todo el personal de aquí”, puede oírse decir a Escobar en una grabación de audio algún tiempo después de la muerte de Presidente, según el portal brasileño de noticias UOL, que tuvo acceso a las grabaciones.

Fuentes de la policía revelaron a UOL que se sabía de al menos 100 mineros vinculados al PCC.

El PCC tiene presencia en Roraima desde 2013, pero comenzó a hacer prospección en territorio yanomami en 2018, según Robert Muggah, cofundador del centro de pensamiento Instituto Igarapé.

“El PCC es un actor relativamente nuevo y peligroso en el sector de la minería ilegal”, opinó en conversación con InSight Crime.

Aunque miles de mineros han salido de la reserva de la comunidad indígena yanomami desde la posesión de Lula, puede decirse que la influencia y el apoyo del PCC están animando a algunos a resistirse y enfrentar a las fuerzas de seguridad del gobierno.

“No es nada nuevo que los mineros ataquen a los yanomami, pero que los mineros opongan resistencia activa a las fuerzas federales había sido raro hasta ahora”, según le dijo a InSight Crime Rodrigo Chagas, investigador del Programa de Maestría Sociedad y Fronteras y del Foro Brasileño sobre Seguridad Publica.

Los tiroteos como el que dejó muerto a Presidente, del PCC, “no son comunes” entre los mineros informales, añadió.

La participación del PCC bien puede variar de una exploración minera a otra. Estas operaciones mineras son tan turbias que el PCC puede financiar minas o comprar maquinaria pesada con dinero de la droga sin que los mineros tengan idea de esas conexiones, señaló Chagas, y añadió que algunos integrantes del PCC al parecer tienen participación directa en la minería ilegal.

Esta mayor interconectividad entre el narcotráfico y la minería ilegal se ha dado a conocer como narcogarimpo (un compuesto en portugués de narco garimpo, nombre dado a la minería ilegal), donde el PCC muchas veces usa las mismas avionetas para sacar del Amazonas narcóticos y el oro extraído ilegalmente.

Aun con el refuerzo de las operaciones de gobierno brasileño en el territorio, señaló Muggah, “La diversificación del PCC en varios eslabones de la industria de minería ilegal de oro plantea un serio desafío para la falta de financiación de la policía y los agentes de protección ambiental que operan en la Amazonia”.

Este artículo se publicó originalmente en InsightCrime.

RV: EG

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