Cómo organizaciones indias benefician a los agricultores de subsistencia

Una familia fabrica azúcar sin concentrar, un producto tradicional de India, en su pequeña explotación de caña en Mandla, un distrito del centro del país. Los campesinos de subsistencia se benefician de un plan en el que pueden diversificar sus explotaciones y obtener apoyo a través de las organizaciones de agricultores y productores. Imagen: Rina Mukherji /IPS

MANDLA, JHARGRAM y AHMEDNAGAR, India – Hasta hace una década, los campesinos indios como Gangotri y Sunitabai, carecían de opciones para asegurar su subsistencia durante las temporadas agrícolas posteriores al impacto de monzones.

Con propiedades agrícolas de entre menos de una hectárea y 2,5, en la aldea de Katangatola en el distrito de mayoría tribal Mandla, en el estado de Madhya Pradesh, en el centro de India, solo podían ganarse la vida cultivando trigo, arroz y caña de azúcar durante la estación húmeda.

“Nuestras ganancias dependían de las fluctuaciones de precios en el mercado y del poco arroz y trigo adquirido por el gobierno”, comentaron a IPS.

Pero ahora, pueden vender sus productos a un precio superior al precio de mercado gracias a su colectivo de agricultores creado por Ekgaon Technologies, utilizando los grupos existentes de microfinanzas de autoayuda (SHG, en inglés), destinados a las mujeres.

Además, los productos de valor agregado como el azúcar moreno con sabor obtenido de la caña de azúcar aseguran un buen ingreso. Como resultado, los agricultores como Gangotri y Sunitabai, que fueron organizados en grupos de productores y capacitados para formar negociaciones colectivas como compradores de insumos agrícolas y proveedores agrícolas, están en mejor posición.

Si bien la agricultura es la principal fuente de empleo de la India, la productividad agrícola se ha mantenido baja. Esto se debe a que el tamaño promedio de una parcela agrícola es de menos de dos hectáreas, según cifras de 2001, y una cuarta parte de las propiedades rurales de tan solo 0,4 hectáreas.

Además, la pobreza y el analfabetismo dificultan que la mayoría de los agricultores apliquen insumos científicos modernos para mejorar el rendimiento. El cambio climático se ha sumado aún más al problema, con un clima errático, lluvias no estacionales y tormentas frecuentes que cobran su precio en los cultivos en pie.

Al darse cuenta de esto, el Banco Nacional de Agricultura y Desarrollo Rural de India (Nabard, en inglés) desarrolló su esquema de Institución Promotora de Organizaciones de Productores (Popi) en 2015.

Esto hizo que varias Organizaciones de Productores de Agricultores (FPO, en inglés), que pueden acoger de 200 a 500 agricultores máximo,  florecieran alrededor de 2015, y los productores a pequeña escala fueron incluidos en empresas registradas, con un cierto número de acciones, cada una valorada en un monto nominal.

Mujeres agricultoras en Bengala Occidental mientras compran insumos para su Organización de Productoras Agrícolas. Imagen: Rina Mukherji  / IPS

Ekgaon y su misión en Mandla

El distrito de Mandla, que alguna vez fue de un cultivo único con aldeas propensas a la migración, se ha reformado desde que Ekgaon Technologies reunió a sus mujeres rurales y las agrupó en una Organización de Productoras Agrícolas (FPO, en inglés). Alentadas a comprar semillas y fertilizantes para distribuir dentro de su organización, las mujeres emergieron como pequeñas empresarias.

Tradicionalmente, los cultivadores de arroz fueron capacitados para pasar a cultivos múltiples utilizando métodos de agricultura orgánica natural. Los agricultores locales ahora cultivan una mezcla de arroz, trigo, lentejas (masur), guandú (arhar/tur), soja o poroto verde (mung) y caña de azúcar en sus fincas de terrenos marginales, utilizando técnicas mejoradas y fertilizantes orgánicos caseros de bajo costo.

Vidhi Patel, viuda y campesina de subsistencia con una finca de un acre 0,404 hectáreas), dijo a IPS: “Usábamos 40 kilogramos de semillas en nuestra finca de apenas un acre (menos de media hectárea) para cultivar arroz, además de gastar en urea, que nos costaba más de 1000 rupias (12,5 dólares). Con el método del Sistema de Intensificación del Arroz (SRI) ahora usamos solo 25 kilogramos de semillas, lo que ha reducido los costos a la mitad”.

Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.

Gangotri Chandrol, Sunitabai Chandrol y Devki Uikey no solo han aprendido a hacer un uso óptimo de sus fincas marginales de 2 a 6 acres para cultivar una variedad de cultivos tradicionales como trigo, arroz, caña de azúcar, guandú, masur (lentejas), mung (soja verde) y mijo, sino que ahora se han aventurado en cultivos comerciales como el arrurruz, la linaza, la semilla de níger (Guizotia abyssinica) y la caléndula, que les dan un bue rendimiento.

Del mismo modo, Laxmibai y Devki Uikey del pueblo vecino de Khari cultivan caña de azúcar en menos de media hectárea de su finca de 1,3 hectáreas, junto con arroz, trigo, caléndula y remolacha en el resto.

Además de operar como una pequeña empresaria, vendiendo insumos agrícolas a otros miembros de su FPO, Devki Uikey hizo colores orgánicos amarillos y granates para el festival Holi (primavera) con remolacha y caléndula junto a otros miembros de su agrupación, donde el trueque de productos es habitual, según dijo Devki Uikey a IPS.

Además de vender variedades premium de arroz como chindi kapur y jeera shankar que son nativos de Mandla pero que no están disponibles en otros lugares, Ekgaon ha desarrollado productos de valor agregado como barras nutritivas de mijo, jengibre y pasas, fideos de mijo, dulces de amla (grosella espinosa), que comercializa junto con productos forestales recolectados, como hierbas medicinales, cera de abejas y miel, en su plataforma de comercio electrónico.

Dado que la caña de azúcar es un cultivo importante en el distrito y la fabricación de azúcar moreno es un emprendimiento importante, Ekgaon ha desarrollado cubos de azúcar moreno con sabor a jengibre y albahaca para preparar tés con esos sabores.

Ser parte de la FPO también tiene otros beneficios. Las agricultoras pueden acceder fácilmente a fondos del gobierno para recolectores de agua de lluvia y pozos.

Una vinculación con Rajdhani Besan, que comercializa harina de soja verde, ayudó a las agricultoras que cultivan esa legumbre rica en proteinas, mientras que una asociación con Lays hizo que la producción completa de guisantes blancos se comprara a granel para chips y obleas de esa empresa alimentaria.

La FPO también está clasificando y adquiriendo trigo para el gobierno, lo que les otorga a las agricultoras una pequeña suma.

En consecuencia, los agricultores denominados localmente como marginales que ganaban alrededor del equivalente a 608 dólares por acre (0,404 hectáreas) en el pasado ganan fácilmente ahora 3647 dólares. En consecuencia, la migración se ha detenido en la mayoría de las aldeas y el nivel de alfabetización ha mejorado.

Iniciativas en Jhargram y Bankura

La Asistencia Profesional para la Acción de Desarrollo (Pradan, en inglés) también ha convertido los grupos de autoayuda (SHG) de microfinanzas de mujeres en FPO en los distritos de Bankura y Jhargram de mayoría tribal y pobres en recursos de Bengala Occidental.

A pesar de las buenas lluvias monzónicas, la escasez de agua es la norma en estos distritos de cultivo de arroz, debido al terreno rocoso. Últimamente, las lluvias erráticas han empeorado las cosas, estimulando la migración.

Para soportar los caprichos del clima, las agricultoras-accionistas de Amon Mahila Chashi Producers Company Limited y otras FPO ahora cultivan variedades tradicionales y resistentes de arroz, utilizando fertilizantes orgánicos caseros.

Sumita Mahato, cuya familia tiene un terreno menos de un cuarto de hectárea, y Swarnaprabha Mahato, cuya finca no supera las 0,7 hectáreas y debe mantener a una familia de ocho miembros, dijeron a IPS: “Los fertilizantes químicos cuestan 5000 rupias (60,7 dólares) por 0,625 acres (0,25 hectáreas), mientras que el fertilizante orgánico casero nos cuesta solo entre 80-90 rupias (0,9-1,09 dólares) por lo mismo por bigha”, una tradicional medida agraria india que equivale en general a 1,2 hectáreas.

Les ha ayudado a obtener la certificación orgánica para sus productos, que incluyen variedades tradicionales de arroz como malliphul satthiya (arroz rojo) y kalabhat (arroz negro), lo que les ha permitido ganar cerca de medio dólar por kilo, más del doble aue antes, cuando cultivaban el cereal con insumos químicos.

Los recolectores de agua de lluvia a los que se accede como miembros de la FPO, bajo el esquema del gobierno estatal para la región, también han ayudado a aumentar la productividad de 250 kilos por acre (0,404 hectáreas) a 4000 a 450 kilos.

Como los cultivos múltiples son imposibles aquí debido a la humedad limitada en el suelo rocoso, los agricultores cultivan cúrcuma como cultivo comercial en los terrenos comunes de la aldea.

En Jhargram, se cultivan sonajhuri (Acacia auriculiformis) y anacardos para obtener madera y nueces, mientras que en Bankura, las granjas a lo largo del río Kankabati cultivan sandías para beneficio colectivo.

Tradicionalmente, las mujeres de estas regiones elaboraban platos con hojas de sal (Shorea robusta) recolectadas en las selvas. Ahora procesan y moldean placas para los mercados urbanos utilizando máquinas de moldeo, las venden con sus otros productos en línea en IndiaMart y obtienen amplias ganancias para llevar una vida estable.

Cosecha de sandía en Bankura. Imagen: Rina Mukherji / IPS

Esfuerzos en Maharashtra

En Parner taluka, una subdivisión del distrito Ahmednagar de Maharashtra, la Organización de Productores Agricultores (FPO) de Ankur, dirigida por la comunidad y facilitada por Watershed Trust (WOTR), comprende a 762 agricultoras-accionistas de las aldeas de Hiwrekorda, Bhangadevadi y Dawalpuri , con explotaciones agrícolas de 1,3 a 6,07 hectáreas, que complementan sus ingresos a través de la producción lechera.

Siendo una región con efecto “sombra de lluvia”, propensa a la sequía con recursos hídricos limitados, la agricultura siempre fue de secano aquí, con grandes extensiones de tierra yerma.

Una vez que se formó Ankur, los agricultores pudieron obtener subvenciones del gobierno del estado de Maharashtra,  contribuyendo con el resto para instalar una tubería de 7,5 kilómetros para traer agua del río Kalu y llenar un estanque e instalar un sistema de bombeo para beneficio colectivo.

Esto les permitió tener 40,5 hectáreas de tierra para cultivar cebollas, caléndulas, crisantemos y otros cultivos para el mercado. Sus tierras de monocultivo de secano también producen dos cultivos con la humedad adicional disponible.

Los agricultores han optado por insumos orgánicos como vermicompost, que preparan y venden, tanto dentro como fuera de su FPO, aunque, como dicen los agricultores Somnath Palwe y Chandrakant Gawde, “Nuestros miembros usan semillas tanto orgánicas como mejoradas, según sus preferencias”, explican.

A partir de una sola cosecha de bajra (mijo perla), jowar (sorgo) y legumbres, los agricultores ahora cultivan maíz, gramo verde, caléndula, crisantemo y cebolla, además de coliflor y tomate. Los ingresos han aumentado desde 61 dólares por 0,4 hectáreas de tierra cultivable hasta 731 dólares.

Ankur vende sus productos en línea a Ninjacart y mercados mayoristas fuera de línea. En ambos casos, la venta es directa y sin intermediarios. El granjero Ashok Phalke, me dice: «las cebollas solían venderse a 10 rupias (0,12 dólares)  por kilo, mientras que el precio de mercado era de 12 rupias (0,15 dólares)por kilo. Perderíamos 2 rupias por kg. Ahora que vendemos directamente en los mercados como grupo, ganamos más. Lo mismo ocurre con los tomates y las flores”.

Además de promover la agricultura orgánica, las FPO enfatizan los métodos naturales de cultivos múltiples para controlar las plagas, como el cultivo de frijol verde en combinación con maíz o sorgo. Esto atrae a las aves que, a su vez, ayudan a controlar las plagas dañinas de forma natural. Se fomentan los huertos familiares, ya que contrarrestan las deficiencias nutricionales de las familias campesinas.

Fomento gubernamental de las FPO

El gobierno indio tiene la intención de establecer 10 000 FPO en toda India por 83,4 millones de dólares. Bajo este esquema, las FPO recibirán asistencia financiera durante tres años, y cada miembro agricultor será elegible para una subvención de capital y un mecanismo de garantía de crédito. Sin embargo, no todas las FPO existentes han sido cooptadas en el esquema del gobierno.

Dado que el mijo es resistente e impermeable a los patrones climáticos erráticos, el gobierno ha estado presionando para que se cultive en regiones donde se cosechaba tradicionalmente. Pero la máxima del gobierno de “un distrito, un producto” ha suscitado críticas, especialmente de las organizaciones de base, que ven los cultivos múltiples como el único garante contra desastres naturales como granizadas y ciclones.

T: MLM / ED: EG

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