Un niño de 14 años, fotografiado en un campo de Ruanda en 1994 tras sobrevivir a las matanzas de ese año escondiéndose durante dos días bajo los cadáveres de muchos asesinados. La justicia internacional ha perseguido a responsables de ese genocidio y uno de ellos acaba de ser capturado después de estar fugitivo durante más de 20 años. Imagen: Unicef