GINEBRA – Más de 60 000 somalíes, en su mayoría mujeres y niños, han llegado a la vecina Etiopía en lo que va de febrero, huyendo de los combates entre fuerzas que en Somalia se disputan el control de la región de Sool, confirmó la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) en esta ciudad suiza.
El flujo de personas desplazadas es superior a 1000 por día, y autoridades etíopes y de la Cruz Roja estiman que ya más de 80 000 habrían cruzado la frontera y llegado a la región somalí de Etiopía, en su mayor parte la zona desértica de Ogaden.
Acnur informó que residentes en poblados etíopes acogen a familias desplazadas por el conflicto, pero muchas otras se han instalado precariamente en escuelas y otros edificios públicos, o bien simplemente acampan al raso, en una situación marcada por las carencias de agua, alimentos, medicinas, saneamiento y enseres.
Las agencias humanitarias hacen acopio de artículos de primera necesidad como mantas, bidones, cubos, sets de cocina, lonas de plástico y mosquiteros, además de alimentos y medicinas, para atender a unas 9000 familias muy vulnerables.
En el interior de Somalia más de 185.000 personas han sido desplazadas de la ciudad Las Anod, capital de la región de Sool, y de sus alrededores, y han llegado a decenas de asentamientos en Somalilandia o la región de Puntlandia.
Somalilandia (137 600 kilómetros cuadrados y 3,5 millones de habitantes), antigua colonia británica, es la región norte de Somalia. Puntlandia (250 000 kilómetros cuadrados y 2,7 millones de habitantes), el extremo oriental del Cuerno de África, es parte de la Somalia que fue colonia italiana.
Gran parte del país es presa de conflictos armados surgidos de luchas por autonomías regionales, separatismos, y del control territorial que procuran distintas milicias, algunas asociadas a movimientos que se reivindican como islamistas.
En Sool, provincia en el sur de Somalilandia y que hace frontera con Etiopía y Puntlandia, han chocado fuerzas del ejército que defiende la unidad de ese territorio y los grupos separatistas.
Informes recogidos por la Cruz Roja, que auxilia a víctimas en esa frontera, indican que en lo que va de febrero al menos 150 personas murieron y unas 600 fueron heridas en los combates que precipitaron la huida masiva desde Las Anod.
Hay versiones confrontadas entre las de un comité de líderes locales de Sool, que se habrían reunido para discutir sobre el futuro de la región y alegan que fueron atacados por el ejército, y las de autoridades de Somalilandia que aseguran haber recibido ataques con disparos de grupos terroristas presentes en la zona.
Muse Bihi Abdi, presidente de Somalilandia, ha extendido por dos años su mandato, que debió concluir el pasado noviembre, y ha anulado la celebración de elecciones regionales, lo que ha atizado el clima de inestabilidad en ese Estado, no reconocido como independiente ni por las Naciones Unidas ni por la Unión Africana.
Tanto Acnur como el Comité Internacional de la Cruz Roja han pedido a todas las partes confrontadas que respeten la integridad y seguridad de los civiles.
“Los habitantes de Las Anod necesitan urgentemente asistencia humanitaria, y estamos trabajando contrarreloj para poder llevársela”, declaró el responsable de la Cruz Roja en Somalia, Juerg Eglin.
Mientras, en la capital somalí, Mogadiscio, al menos 10 civiles murieron en un ataque el martes 21 a un edificio residencial, por parte del grupo islamista Al Shabab, vinculado a la red Al Qaeda, y en el cual chocaron con Macawisley, una milicia de partidarios del presidente del país, Hassan Sheikh Mohamud.
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