GINEBRA – Las perspectivas para el mercado de trabajo en todo el mundo han empeorado en los últimos meses y pueden agravarse aún más, por los efectos indirectos de la guerra en Ucrania, expuso este lunes 31 un nuevo reporte de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
De mantenerse la evolución actual, se espera que disminuya la oferta de empleo y se frene su incremento a escala mundial a lo largo del último trimestre de 2022, según la décima edición del Observatorio de la OIT sobre el Mundo del Trabajo.
El aumento de la inflación socava el nivel salarial real en muchos países, lo que se suma a la amplia disminución de ingresos durante la crisis de la covid-19, que afectó particularmente a los grupos de bajos ingresos.
Cabe esperar asimismo que aumente la desigualdad en el mercado de trabajo, y que ello contribuya a que se mantenga la disparidad entre los países desarrollados y las economías en desarrollo.
“Se precisa un sólido compromiso con iniciativas como el Acelerador mundial del empleo y la protección social de las Naciones Unidas, que permitirían crear 400 millones de empleos y ampliar la protección social a los 4000 millones de personas que aún carecen de ella”, dijo Gilbert Houngbo, director general de la OIT.
En el mundo había 3290 millones de personas empleadas al cierre de 2021 (1000 millones más que hace 30 años), después de una caída de 3300 a 3190 millones entre 2019 y 2020, debido a la conmoción económica causada por la covid.
Según el Observatorio de la OIT “en 2022 han confluido múltiples crisis que se han visto agravadas por el conflicto bélico de Ucrania y sus efectos adversos indirectos, que afectan profundamente al mundo del trabajo”.
Esos efectos se manifiestan a través de la inflación en el precio de los alimentos y la energía, la reducción del salario real, el aumento de la desigualdad, la merma en las medidas políticas aplicables y el aumento de la deuda en los países en desarrollo.
La desaceleración del crecimiento económico y de la demanda agregada conllevará asimismo una disminución de la demanda de empleo, ya que la incertidumbre y las expectativas menos halagüeñas inciden adversamente en el nivel de contratación.
Entre los instrumentos para enfrentar esa merma, Houngbo planteó “la intervención en el precio de los bienes públicos, la reorientación de beneficios extraordinarios, el fortalecimiento de la seguridad en materia de ingresos mediante protección social, y el aumento de las ayudas para garantizar ingresos”.
Asimismo, “la orientación de ayudas a las personas y las empresas más vulnerables”.
Y, sin duda, “una rápida conclusión del conflicto en Ucrania contribuiría aún más a mejorar la situación del empleo en el mundo”.
A comienzos de 2022, antes del estallido del conflicto, la cantidad de horas de trabajo a escala mundial se recuperaba a un ritmo muy rápido, en particular en las ocupaciones de mayor cualificación y con respecto a las mujeres, según el estudio.
Sin embargo, la brecha de género sigue siendo amplia, ya que las mujeres trabajan 14,5 horas semanales remuneradas menos que los hombres, es decir, 57,5 horas remuneradas por cada 100 horas de los varones, según las cifras de la OIT.
Y la recuperación en el empleo se vio impulsada por un aumento del empleo informal, que arriesga la tendencia a la formalización vista desde hacía 15 años.
La situación se agravó a lo largo del año y, según la OIT, en el tercer trimestre de 2022 la cantidad de horas de trabajo fue 1,5 % inferior al valor registrado antes de la pandemia, lo que representa un déficit de 40 millones de empleos a tiempo completo.
En Ucrania, además del elevado costo en el plano humanitario, el conflicto bélico ha repercutido de forma muy adversa en la economía y el mercado de trabajo.
Según estimaciones de la OIT, el nivel de empleo en ese país en 2022 será 15,5 % inferior (2,4 millones de puestos de trabajo) al registrado antes del conflicto.
Esa disminución no es tan baja como la estimación de la OIT de abril de 2022, poco después de que comenzara el conflicto, de que se perderían 4,8 millones de empleos, y la diferencia favorable obedece a la reducción del número de zonas de Ucrania bajo ocupación, o en las que tienen lugar hostilidades de forma activa.
Por otro lado, en el informe se estima que 10,4 % de la mano de obra que existía en el país antes del conflicto bélico se encuentra actualmente refugiada en otros países. La mayor parte de esos 1,6 millones personas son mujeres, muchas de las cuales trabajaban anteriormente en la educación, la sanidad y la asistencia social.
Los efectos del conflicto afectan asimismo a los mercados de trabajo de países limítrofes, y en zonas más lejanas, en Asia central y en el resto del mundo, el conflicto produce un aumento de los precios, de la inseguridad alimentaria y un agravamiento de la situación de pobreza.
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