PARÍS – Con la celebración de la COP27 en pocos días, aumenta la presión sobre los países ricos para que incrementen su apoyo a los más pobres frente al cambio climático. Las recientes inundaciones en Pakistán han amplificado este problema. China, como la segunda economía más grande del mundo, enfrentará una presión creciente para ayudar a otros países en desarrollo con el ambiente.
En la COP (Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático) del año pasado, el Banco Asiático de Desarrollo (BAD) dio a conocer un programa innovador para financiar el retiro anticipado de las centrales eléctricas de carbón mediante la movilización de capital a fin de comprar a los inversores en estas plantas.
Este enfoque tiene una aplicación interesante, y potencialmente incluso más fácil, para las plantas de carbón financiadas por China en Pakistán y en otros lugares del extranjero bajo su Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, en inglés). La clave para desbloquear esto, sorprendentemente, radica en el dominio de las empresas estatales de China en las transacciones BRI.
En 2015, Beijing e Islamabad lanzaron un programa bajo el BRI para construir una serie de nuevas centrales eléctricas en Pakistán. Durante los siguientes cinco años, se pusieron en marcha cinco plantas de carbón y actualmente hay otras cuatro plantas en construcción.
Estas plantas están siendo desarrolladas en gran medida por empresas de energía chinas con préstamos de bancos y financieras chinos… empresas que en su mayoría son propiedad del gobierno chino.
Beijing ha sido criticada repetidamente por la financiación del BRI de nuevas centrales eléctricas de carbón que se considera que exacerban las vulnerabilidades climáticas de los países donde se están construyendo estos proyectos, como Pakistán.
Incluso cuando el presidente Xi Jinping se comprometió el año pasado a dejar de construir nuevas centrales eléctricas de carbón en el extranjero, ha habido una comprensión cada vez mayor de que lograr los objetivos de temperatura del Acuerdo de París, y reducir el tipo de devastación climática experimentada por Pakistán, requiere no solo desacelerar la construcción, sino también la retirada anticipada de las centrales eléctricas de carbón existentes en todo el mundo.
En respuesta a este desafío, el BAD anunció el Mecanismo de Transición Energética que incluye una iniciativa para comprar a los inversionistas de carbón existentes para cerrar sus plantas antes de tiempo y así evitar las emisiones futuras consiguientes.
Por lo general, esto implicaría movilizar financiamiento internacional de bancos multilaterales de desarrollo, fondos climáticos, etc. para compensar a los inversionistas del sector privado en estas plantas.
Curiosamente, el dominio en los proyectos de la BRI en el extranjero de las empresas estatales de China crea la oportunidad para que el gobierno chino aplique el mecanismo BAD de manera simplificada, bajo lo que podría llamarse el «Mecanismo de Transición de Energía Limpia de BRI». ¿Cómo podría funcionar esto? A continuación, se presentan algunas ideas iniciales.
Como se señaló anteriormente, las instituciones financieras estatales chinas son los principales prestamistas de los proyectos de energía de carbón BRI en Pakistán. Del mismo modo, las empresas de energía propiedad del gobierno chino son los propietarios dominantes de las plantas de carbón. Son los intereses financieros de estos diversos prestamistas estatales chinos y otras empresas de propiedad del Estado (SOE, en inglés) los que se verían afectados negativamente por cualquier retiro anticipado.
En consecuencia, según el mecanismo propuesto, China compensaría a sus propias empresas estatales por los ingresos que perderían en el futuro debido a los cierres anticipados de plantas en Pakistán.
Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.
En esencia, China se pagaría a sí misma. Esta es una característica única de este programa de retiro del carbón BRI que se deriva de la dependencia de China de sus propias empresas estatales… y presenta varias ventajas operativas y financieras.
- Los acuerdos financieros para el retiro anticipado deberían ser más fáciles de negociar y ejecutar, ya que todas las partes están relacionadas, es decir, el gobierno chino, sus bancos estatales y otras empresas estatales. Esto también debería reducir los costos de transacción.
- En el contexto de retiro anticipado del BAD, los inversores del sector privado generalmente insistirían en que se pague alguna compensación hoy por la pérdida de ingresos futuros proyectados. Por el contrario, debido a que el contexto BRI implicaría una compensación del gobierno chino a sus propias empresas estatales, el gobierno podría demorar razonablemente los pagos hasta el punto en que las empresas estatales realmente estarían renunciando a los ingresos. Entonces, por ejemplo, si asumimos el retiro anticipado en 2030, un intervalo que le daría a Pakistán el tiempo para reemplazar la generación de electricidad de carbón retirada con energías renovables de manera ordenada (ver discusión a continuación), entonces los pagos del gobierno chino a sus SOE prestamistas y las empresas de energía también podrían aplazarse hasta ese momento.
- El gobierno también, como cuestión práctica, disfrutaría de una discreción significativa con respecto al nivel de compensación que se pagará a sus prestamistas de SOE y empresas de energía en 2030 y más allá. En particular, el gobierno podría imponer un descuento en estos pagos futuros, especialmente si ha implementado para ese momento disuasivos financieros dirigidos a la generación de carbón (por ejemplo, un precio del carbono) para respaldar sus propios objetivos de neutralidad y pico de carbono.
- El mecanismo BRI propuesto se parecería en varios aspectos a un canje de deuda por naturaleza, especialmente desde la perspectiva de China como país acreedor/donante. En este canje de “deuda por carbón” de BRI, China renunciaría a los pagos adeudados a sus empresas estatales en el futuro por la operación de estas plantas de carbón de Pakistán a cambio de la reducción de emisiones generadas por su retiro anticipado. Significativamente, este mecanismo produciría beneficios para evitar emisiones sin que China proporcione nuevos fondos en el extranjero.
¿Cuáles son las posibles motivaciones para esta iniciativa de Beijing?
Primero, proporciona un mecanismo para que China responda a la creciente presión que enfrenta como la segunda economía más grande del mundo para ayudar a los países en desarrollo más pobres a abordar sus desafíos climáticos y de sostenibilidad. El estatus de China como el mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo amplifica esta presión.
En segundo lugar, la capacidad de lanzar un programa climático internacional que no requiera que China desembolse fondos durante los próximos años y, cuando lo haga, que pague sus propias empresas estatales, puede atraer al gobierno, particularmente dada la actual tensión económica interna.
Otros artículos de Philippe Benoit para IPS.
Esto es consistente con otros programas de canje de deuda por naturaleza promovidos por otros países donantes donde el costo financiero para el donante proviene de los ingresos no percibidos, no de la nueva financiación.
Además, la pérdida de ingresos para China y sus empresas estatales debido a los cierres anticipados de las plantas de carbón del BRI solo se produciría en 2030, cuando la economía de China debería ser notablemente más grande y más capaz de absorber el gasto.
Finalmente, existe el argumento de que, en la medida en que los enfoques BAD y BRI retiren el mismo tipo de capacidad de carbón con los mismos beneficios climáticos, los incentivos de China a sus empresas estatales para retirar anticipadamente los activos de carbón BRI deben contarse como apoyo financiero climático internacional (por ejemplo, un tipo de “crédito de carbono sintético”).
E igualmente las transferencias monetarias reales a los inversores del sector privado se reconocerían con respecto a una transacción de retiro de carbón del BAD.
Es importante destacar que Pakistán y otros países en desarrollo de la Franja y la Ruta necesitarán aún más electricidad para impulsar su desarrollo económico. En consecuencia, el Mecanismo de Transición de Energía Limpia de BRI debe incluir financiamiento adicional para la nueva capacidad de generación de energía renovable (como es el caso bajo el enfoque del ABAD).
Ayudar a los países receptores de BRI a hacer la transición del carbón a las energías renovables también respaldaría los esfuerzos internacionales para reducir las emisiones, esfuerzos cuya importancia para Pakistán y varios otros países en desarrollo se ha hecho evidente por el clima devastador que han estado experimentando.
Los sucesos climáticos extremos de 2022 han aumentado la conciencia sobre la vulnerabilidad de los países más pobres al cambio climático y la consecuente importancia de reducir las emisiones futuras.
Este artículo plantea una propuesta sobre cómo China podría retirar de forma anticipada las plantas de carbón BRI en Pakistán y en otros lugares que capitalice su uso de empresas estatales, mientras apoya más energías renovables en estos países para reducir la amenaza del cambio climático y promover el crecimiento económico sostenible.
Philippe Benoit lleva más de 20 años trabajando en temas internacionales de energía, clima y desarrollo, incluidos puestos gerenciales en el Banco Mundial y la Agencia Internacional de Energía. Actualmente es director de investigación en Global Infrastructure Analytics and Sustainability 2050.
T: MLM / ED: EG