La mala calidad del aire es castigo por el calor y los incendios

Emisiones de gases contaminantes y que calientan la atmósfera son producidas en plantas eléctricas alimentadas con carbón, como esta junto a Ulan Bator, la capital de Mongolia. Asia será una de las regiones más castigadas por la mala calidad del aire si aumentan las olas de calor, quema de combustibles fósiles e incendios forestales. Foto: Ariel Javellana/BAD

GINEBRA – El aumento de las olas de calor, y el mayor número de incendios forestales que provocan, empeorará cada vez más la calidad del aire, dañando la salud humana y los ecosistemas, advirtió este miércoles 7 la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

Para Petteri Taalas, secretario general de la OMM, “esto es un anticipo del futuro, ya que se prevé un mayor aumento de la frecuencia, la intensidad y la duración de las olas de calor, lo cual podría empeorar aún más la calidad del aire, un fenómeno que se denomina ´sanción climática´”.

El boletín de la OMM sobre la calidad del aire se emitió en este Día Internacional del Aire Limpio por un Cielo Azul, que se conmemora desde 2019 por resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Desde hace varios años, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que prácticamente todo el aire que respiramos está contaminado, está matando a unos siete millones de personas cada año, y alrededor de 90 % de esas muertes ocurren en países de ingresos bajos y medios.

“A medida que se incrementa la temperatura del planeta, se prevé que los incendios forestales y la contaminación atmosférica conexa aumentarán, incluso en un escenario de emisiones bajas” de gases de efecto invernadero, dijo Taalas.

Además de las consecuencias para la salud humana, “esta situación también afectará a los ecosistemas, dado que los contaminantes del aire se depositan desde la atmósfera en la superficie de la Tierra”, agregó.

El boletín resaltó el impacto del humo de los incendios forestales en 2021, cuando las condiciones cálidas y secas exacerbaron la propagación de esos incendios en el oeste de América del Norte y en Siberia, produciendo subidas generalizadas en los niveles de partículas pequeñas nocivas para la salud.

“Esto es un anticipo del futuro, ya que se prevé un mayor aumento de la frecuencia, la intensidad y la duración de las olas de calor, lo cual podría empeorar aún más la calidad del aire”: Petteri Taalas.

También define la penalización climática como el efecto de amplificación del cambio climático en la producción de ozono troposférico, lo que impacta negativamente en el aire que respiran las personas.

Las regiones donde se proyecta una mayor penalización climática, principalmente en Asia, albergan aproximadamente una cuarta parte de la población mundial.

El cambio climático exacerbaría episodios de contaminación por ozono superficial, con efectos perjudiciales para la salud de cientos de millones de personas.

El estudio explicó que la calidad del aire y el clima están interconectados, porque las especies químicas que conducen a la degradación de la calidad del aire se emiten junto con los gases de efecto invernadero, y los cambios en uno inevitablemente provocan cambios en el otro.

El uso de combustibles fósiles, una de las principales fuentes de dióxido de carbono (CO2), también emite óxido de nitrógeno, que puede reaccionar con la luz solar y dar lugar a la formación de aerosoles de ozono y nitrato.

La calidad del aire, a su vez, afecta la salud del ecosistema a medida que los contaminantes del aire caen desde la atmósfera hasta la superficie de la Tierra.

La deposición de nitrógeno, azufre y ozono puede afectar negativamente los servicios que brindan los ecosistemas naturales, como el agua limpia, la biodiversidad y el almacenamiento de carbono, y puede afectar el rendimiento de los cultivos en los sistemas agrícolas.

También el sexto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) incluye escenarios sobre la evolución de la calidad del aire a medida que se incrementen las temperaturas en el siglo XXI.

El Grupo estima que si las emisiones de gases de efecto invernadero siguen siendo altas, de modo que las temperaturas globales aumenten tres grados centígrados desde los niveles preindustriales, para la segunda mitad del siglo XXI, los niveles de ozono en la superficie aumentarían en áreas muy contaminadas, particularmente en Asia.

Esto incluye un aumento del 20% en Pakistán, el norte de India y Bangladesh, y un 10% en el este de China.

La mayor parte del aumento del ozono se deberá a un incremento en las emisiones de la quema de combustibles fósiles, pero una quinta parte sería consecuencia del cambio climático, probablemente debido al incremento de las olas de calor, que amplifican los episodios de contaminación del aire.

Un escenario mundial de emisiones neutrales en carbono limitaría la ocurrencia futura de episodios extremos de contaminación del aire por ozono.

Los esfuerzos para mitigar el cambio climático mediante la eliminación de la quema de combustibles fósiles también eliminarían la mayoría de las emisiones de gases precursores del ozono causadas por los humanos.

A-E/HM

 

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