ROMA – El índice de precios de los alimentos registró una baja importante en julio, liderado por el descenso en los mercados mundiales de los principales cereales y aceites vegetales, informó este viernes 5 la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que elabora ese referente global.
La FAO precisó que el indicador disminuyó 8,6 % con respecto a junio, para ubicarse en 140,9 puntos. El retroceso marcó la cuarta caída mensual consecutiva desde que alcanzó máximos históricos a principios de año.
A pesar de la baja, la canasta de productos alimenticios básicos todavía es 13,1 % más cara que en julio de 2021.
“Se acoge con satisfacción el descenso de los precios, que se encontraban en niveles muy elevados, especialmente cuando se lo considera desde el punto de vista del acceso a los alimentos; sin embargo, persisten muchas incertidumbres”, observó el economista jefe de la FAO, Máximo Torero.
Entre esas incertidumbres Torero citó “los elevados precios de los fertilizantes, que pueden afectar las previsiones sobre la producción en el futuro y los medios de vida de los agricultores, unas perspectivas económicas sombrías a nivel mundial, y las fluctuaciones de los tipos de cambio”, que afectan a la producción y el comercio.
El índice de la FAO es una medida de la variación mensual de los precios internacionales de una canasta de cinco grupos de productos alimenticios, sobre la base de atribuir 100 puntos al promedio de las cuotas de exportación en el período 2014-2016 en cada grupo.
Los precios de los cereales retrocedieron 11,5 % en el mes, aunque se mantuvieron en 147,3 puntos, 16,6 % por encima de su valor de hace un año.
La reducción de 14,5 % en los precios mundiales del trigo, como resultado del acuerdo alcanzado entre Ucrania y Rusia para desbloquear las exportaciones de los puertos del Mar Negro, arrastró a la baja a todos los cereales incluidos en el índice.
Los precios del maíz disminuyeron 10,7 %, lo que también obedece en parte al acuerdo sobre el Mar Negro, así como al aumento de las disponibilidades estacionales en la Argentina y el Brasil.
Bajaron igualmente, en 11,2 %, los precios de los cereales secundarios (los utilizados para hacer almidón, cerveza y aditivos diversos),
Los precios del arroz también disminuyeron por primera vez en lo que va de año, influidos por la inconsistencia de la demanda y las fluctuaciones de los tipos de cambio en los principales países exportadores.
Otro de los productos por los que disminuyó el índice fue el aceite vegetal, cuyo precio retrocedió 19,2 % de junio a julio, para llegar a su marca mínima en 10 meses.
Los precios del aceite de palma bajaron debido a las perspectivas de una gran producción disponible para su exportación desde Indonesia, mientras que el aceite de girasol cayó notablemente a causa de la débil demanda mundial de importaciones.
La disminución en los precios del petróleo crudo también contribuyó a bajar los valores del aceite vegetal.
El azúcar, otro alimento de la canasta básica, disminuyó 3,8 % en relación a junio, en primer lugar por preocupaciones sobre las perspectivas de la demanda, dadas las expectativas de una mayor desaceleración económica mundial.
Influyó un debilitamiento del real brasileño y precios más bajos del etanol –que compite con el endulzante como derivado de la caña de azúcar-, lo que impulsó la producción azucarera en Brasil.
Los indicios de mayores exportaciones y perspectivas de producción favorables en India también contribuyeron a la caída de los precios del azúcar. El clima cálido y seco en la Unión Europea suscitó preocupaciones sobre los rendimientos de la remolacha azucarera y evitó caídas más pronunciadas de los precios.
También los precios de los productos lácteos descendieron 2,5 %desde junio, ante la escasa actividad comercial, pero aun así se situó en un promedio que supera en 25,4 % su valor de julio de 2021.
Disminuyeron los precios de la leche en polvo y la mantequilla, pero los del queso se mantuvieron estables, impulsados por la demanda en los destinos turísticos europeos.
Finalmente, mermó el índice de precios de la carne, 0,5 % desde junio, al debilitarse la demanda de importaciones de carnes de bovino –hubo más oferta exportable en las principales regiones productoras-, de ovino y cerdo.
Por el contrario, los precios internacionales de la carne de aves de corral alcanzaron un máximo histórico, a causa de la firme demanda mundial de importaciones y la escasez de la oferta por los brotes de gripe aviar en el hemisferio norte.
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