VIENA – El comercio de drogas sintéticas crece en el este y sureste de Asia, y en 2021 se incautaron 172 toneladas de metanfetaminas -1000 millones de tabletas, una cifra récord-, indicó el más reciente informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Onudd).
Las organizaciones criminales y los grupos armados “aprovecharon la pandemia (covid-19) y la inestabilidad política en el Triángulo de Oro para incrementar la producción y el comercio de esas sustancias el año pasado”, dijo Jeremy Douglas, representante de la Onudd en Asia sudoriental y el Pacífico.
Triángulo de Oro alude a la región fronteriza entre Tailandia, Laos y Myanmar (también conocida por su antiguo nombre de Birmania, donde hubo un golpe de estado el año pasado), área que “está nadando en metanfetaminas”, según Douglas.
La cantidad de metanfetamina en tabletas incautada en 2021 es siete veces superior a la decomisada hace 10 años y 35 veces a la capturada a comienzos de siglo.
También se decomisaron 79 toneladas de metanfetamina en cristal en 2021, menos de las 82 toneladas métricas (TM) incautadas en 2020 pero ocho veces las confiscadas hace una década.
El informe asienta que “la versatilidad de las drogas sintéticas y la flexibilidad de su fabricación están impulsando una constante evolución del mercado ilícito” de esas sustancias, lo que supone “un desafío importante a nivel mundial, que requiere un enfoque multifacético e integral para abordarlo”.
“Las organizaciones criminales y los grupos armados “aprovecharon la pandemia y la inestabilidad política en el Triángulo de Oro para incrementar la producción y el comercio de esas sustancias”: Jeremy Douglas.
Según Douglas, el Triángulo de Oro acapara la producción, quedan pocos laboratorios de drogas fuera de esa zona, y “el suministro continúa aumentando y los gobiernos y agencias siguen informando que prácticamente todas las drogas sintéticas provienen de la misma fuente”.
Laos se ha convertido en un importante punto de trasbordo para el tráfico hacia Tailandia y otras áreas de la cuenca del río Mekong y otras zonas de Asia, en tanto que Malasia opera ampliamente para el tránsito y el tráfico hacia Indonesia, Filipinas, Japón, Australia y Nueva Zelanda.
El suministro de metanfetaminas del Triángulo de Oro se extendió hacia el sur de Asia el año pasado, con crecientes decomisos de tabletas y cristales en el noreste de India, así como en Bangladesh.
Douglas calificó ese crecimiento como “asombroso” y consideró que el tráfico ilícito “puede expandirse más si la región no cambia de enfoque y aborda las causas fundamentales que han permitido al narcotráfico obtener incluso la gobernanza en el Triángulo de Oro, además de controlar la demanda del mercado”.
Advirtió que el crimen organizado “tiene todos los ingredientes para seguir haciendo crecer el negocio, incluidos el territorio para producir, el acceso a los productos químicos, las rutas de tráfico establecidas, las relaciones para mover el producto, y una población masiva con poder adquisitivo”.
El informe subraya que las fronteras porosas de los países de la región facilitan el movimiento de drogas entre regiones y territorios, así como el tránsito de productos químicos, controlados y no controlados, a sitios de fabricación ilícitos.
Esa situación ha permitido a los carteles del crimen organizado diversificar sus lugares y métodos de fabricación.
Por otra parte, el aumento constante en la oferta de metanfetaminas ha causado una disminución de los precios de las drogas y, consecuentemente, las ha hecho más asequibles y accesibles, incrementando los riesgos sanitarios para la población.
El precio de la metanfetamina tanto en tabletas como en cristal cayó en el sudeste asiático. En Malasia y Tailandia, los precios al por mayor y en la calle disminuyeron a mínimos históricos a medida que aumentó el suministro, detalla el estudio.
La analista de drogas sintéticas de la Onudd, Kavinvadee Suppapongtevasakul, consideró que es muy preocupante la caída del precio de la metanfetamina en cristal “ya que es mucho más accesible para quienes no podían pagarla antes y las consecuencias sociales del aumento de su uso son significativas”.
La metanfetamina es un estimulante, poderoso y adictivo, que afecta el sistema nervioso central de las personas.
Aunque la metanfetamina es la principal preocupación de las autoridades de la región, otras drogas sintéticas peligrosas, como la ketamina, están ampliamente disponibles, y los grupos delictivos desarrollan nuevos productos y sustancias psicoactivas para atraer consumidores o eludir controles legales.
La Onudd, también conocida UNODOC, su sigla inglesa, sostiene que la naturaleza evolutiva del mercado ilícito de drogas sintéticas hace imperativo que los países implementen mecanismos de alerta temprana, para mantenerse al tanto de las novedades del mundo de los narcóticos y así poder responder oportunamente a las amenazas emergentes.
A-E/HM