Tecnología para rastrear el trabajo infantil aceleraría su erradicación

Dibujo exhibido en la 5 Conferencia Mundial sobre la Erradicación del Trabajo Infantil, tomado del libro “A través de sus ojos – Visiones del trabajo forzoso”. Fue realizado por Gargalo Vasco Portugal, premiado por su descripción del trabajo infantil. Imagen: OIT

DURBAN, Sudáfrica – La tecnología utilizada para rastrear el origen y el precio de los bienes de consumo para garantizar que los agricultores obtengan beneficios justos podría adaptarse fácilmente como una herramienta para luchar contra el trabajo infantil.

La líder del programa de salario e ingresos dignos de la Organización Mundial de Comercio Justo, Isa Miralles, hizo este planteamiento este miércoles 18 a los delegados de la 5 Conferencia Mundial sobre la Erradicación del Trabajo Infantil, que se celebra en la ciudad sudafricana de Durban, desde el domingo 15 y hasta el viernes 20.

Miralles intervino en una mesa redonda que reunió a organizaciones de la sociedad civil para destacar el papel crucial de la herramienta tecnológica en la consecución de la meta 8.7 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de eliminar todas las formas de trabajo infantil en 2025.

La tecnología, dijo,  podría ayudar a aumentar la transparencia y la responsabilidad en relación con las prácticas de trabajo infantil.

La Conferencia Mundial pretende relanzar los compromisos y políticas que permitan cumplir el fin del trabajo infantil en tres años más.

El premio Nobel de la Paz 2014, el indio Kailash Satyarthi, activista internacional del derecho a la educación infantil,  dijo que se negaba a creer que «el mundo es tan pobre que no podemos proteger a los niños».

Durante los primeros días de la Conferencia Mundial, delegaciones de alto nivel han estudiado la investigación, la financiación y la innovación para garantizar la protección de los niños del trabajo infantil.

Willy Buloso, coordinador regional para África de ECPAT International, que dirige la labor de defensa de la organización contra la explotación sexual de los niños en el sector del turismo y los viajes en el África subsahariana, también destacó cómo los éxitos de su organización podrían adoptarse para ayudar en la lucha contra el trabajo infantil.

Miralles explicó cómo el enfoque tecnológico de Comercio Justo de utilizar una herramienta informática para rastrear los productos a lo largo de la cadena de suministro de alimentos puede ser fácilmente adaptable para luchar contra el trabajo infantil.

Esos rastreos han permitido la trazabilidad de las fuentes de cacao y productos frescos en varios países africanos o la de las especias en Indonesia, hasta el nivel de venta al por menor en el Norte industrial.

Tal como se hace con los productos, la herramienta tecnológica podría utilizarse para aportar transparencia al origen de la mano de obra utilizada para la elaboración de bienes.

Comercio Justo ha creado la herramienta para orientar a las empresas a apoyar un salario digno para los productores de alimentos y cambiar la forma en que se produce el comercio agrícola.

El trabajo infantil en África es un reto importante, ya que la mayoría de los 160 millones de niños atrapados en el trabajo infantil del mundo viven en el continente, nada menos que 92,2 millones del total global.

Alrededor de 80 % de los niños africanos que trabajan lo hacen  en el sector agrícola, normalmente con sus familias. Esta práctica está muy extendida en el sector del cacao en Costa de Marfil y Ghana, por ejemplo.

La herramienta de trazabilidad de Comercio Justo podría ayudar a crear transparencia y responsabilidad en torno a este problema acuciante, dijo Miralles.

«Estamos utilizando la tecnología para liberar el valor de la cadena de suministro para las personas que se encuentran al principio de la misma», explicó.

Detalló que «proporcionamos el software para rastrear cada acción en la cadena de suministro, registrar a cada comprador, rastrear los productos desde el productor hasta el consumidor, controlar la calidad, y si los productos están hechos por mujeres y si son neutros en carbono».

«Estamos creando un pasaporte digital de nuestros productos», remarcó Miralles.

Como ejemplo, dijo que gracias a la herramienta «puedo pedir pruebas de que un agricultor ha recibido un determinado precio, y entonces el comprador puede cargar la información del agricultor y el precio pagado».

«Este mecanismo es relevante porque también puede servir para demostrar si un producto está libre de trabajo infantil. Podemos transmitirlo a toda la cadena de suministro y crear inteligencia», aseguró.

Los consumidores podrían entrar en un sitio web, escanear el código de barras de un producto y obtener más información sobre su origen, y la información de la herramienta también podría compartirse con los tribunales europeos, si fuera necesario.

«Estamos llevando esto al consumidor y, obviamente, es bastante novedoso», dijo Miralles.

La activista dijo que los consumidores no tenían que pagar necesariamente un precio más alto por los productos de comercio justo. La cadena de suministro tiene la capacidad de garantizar que los agricultores obtengan precios justos y que la mayor parte de los beneficios no los obtengan los minoristas ricos del hemisferio norte.

Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.

Por su parte, Buloso, que trabaja para acabar con el comercio sexual infantil que acompaña al turismo y los viajes en el continente, dijo que era una gran idea que las organizaciones de la sociedad civil, no centradas en la lucha contra el trabajo infantil, compartieran sus conocimientos.

Afirmó que el problema de la explotación sexual infantil no afecta principalmente a los turistas adinerados del Norte industrial que viajan a Ciudad del Cabo y Zanzíbar, como muchos suponen, sino a la población local que se dedica a la explotación.

«El estado de explotación de los niños en la prostitución es en su mayoría por los perpetradores que se encuentran aquí en África en nuestros países. Los perpetradores están entre nosotros», dijo.

Buloso añadió que 30 % de las víctimas de la explotación sexual infantil son niños.

«Algo que podemos transferir de nuestro trabajo en (la defensa de) la explotación sexual de los niños, a la lucha contra el trabajo infantil, es el código de conducta que desarrollamos para proporcionar a las empresas turísticas herramientas para trabajar juntas en la lucha contra la explotación sexual», aseguró.

Buloso añadió que el código de conducta, que incluye seis criterios, puede ser utilizado por las organizaciones que luchan contra el trabajo infantil.

Los criterios de ese código son:

  • Establecer una política interna de las empresas de turismo y viajes contra la explotación sexual de los niños.
  • Las empresas deben educar y formar a sus empleados en la prevención y denuncia de los casos de explotación sexual infantil.
  • Las empresas deben incluir una cláusula de tolerancia cero en los contratos con las partes interesadas y los clientes.
  • Las empresas deben proporcionar a los turistas información sobre la explotación sexual de los niños.
  • Todas las partes interesadas de la industria del turismo y los viajes deben recibir apoyo e información clave sobre el problema.
  • Las empresas deben informar anualmente sobre el cumplimiento del código de conducta.

Agustina Pérez, funcionaria principal de Derechos del Niño en el Centro de Información del Banco Mundial, que se alía con la sociedad civil para poner de relieve los riesgos y mejorar la transparencia, la responsabilidad y la sostenibilidad de la financiación del desarrollo, explicó que la entidad multilateral es proactiva en el tratamiento del trabajo infantil.

«Tenemos un proyecto en el sector del cacao en Costa de Marfil. Sabemos que la mayor parte del trabajo infantil se da en la agricultura, y sabemos que, junto con Ghana, el país produce 60 % del cacao del mundo», dijo.

El gobierno (de Costa de Marfil) se resiste un poco a incluir el trabajo infantil en la agenda, reconoció. Pero «estamos tratando de plantear todas las banderas rojas y todo lo que es crucial para Costa de Marfil, como la toma (de control) de los documentos de identidad y el tratamiento de las causas profundas del trabajo infantil», detalló.

Dijo que su organización había presentado el problema al gobierno de Estados Unidos.

En el lado opuesto está Ghana, cuyo viceministro de Empleo y Relaciones Laborales de Ghana, Bright Wireko-Brobby, dijo a IPS que su gobierno estaba comprometido con la erradicación del trabajo infantil.

En Ghana, el problema del trabajo infantil se da sobre todo en las zonas de cultivo de cacao y también en focos de la industria pesquera y minera y en el ámbito del comercio, dijo Wireko-Brobby.

Sin embargo, dijo que su gobierno refutaba un informe de la Universidad de Chicago que afirmaba que había casi 1,6 millones de niños involucrados en el trabajo infantil en la industria del cacao en Ghana y Costa de Marfil.

Ese informe supuestamente realizó encuestas a niños de entre 15 y 17 años entre 2008 y 2019 y reveló que la producción de cacao había aumentado 62% en ambos países.

El informe reconocía que los gobiernos de los dos países habían puesto en marcha reformas educativas como la gratuidad y la obligatoriedad para luchar contra el trabajo infantil y que la asistencia a la escuela de los niños de los hogares agrícolas aumentó de 58 a 80En Costa de Marfil y de 89 a 96 % en Ghana.

Wireko-Brobby afirmó que su país ha logrado avances en la lucha contra el trabajo infantil.

En los últimos tiempos, nos hemos asegurado de que todos los niños vayan a la escuela. Hemos proporcionado comidas, almuerzos y desayunos a todos los niños de Ghana. Hemos cuestionado ese estudio encargado porque no creíamos que, a pesar de nuestras intervenciones, el trabajo infantil fuera a más. Ahora estamos domesticando algunos de los indicadores, dijo.

Añadió que su gobierno vería con buenos ojos una intervención como la de Comercio Justo para garantizar que la producción de cacao esté libre de trabajo infantil.

T: MF / ED: EG

 

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe