ROMA – Los bosques pueden ayudar a superar las repercusiones de las mayores crisis que enfrenta la humanidad, a condición de que se les trate por tres vías: detener la deforestación, utilizarlos de manera sostenible y restaurar las tierras degradadas, planteó un nuevo estudio de la FAO divulgado este lunes 2.
Avanzar por esas vías “puede ayudar a abordar las crisis a las que se enfrentan las personas y el planeta, y producir beneficios económicos sostenibles, especialmente en comunidades rurales”, expuso Qu Dongyu, director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Las vías se presentan “en el entendimiento de que las soluciones a las crisis planetarias interrelacionadas tienen enormes consecuencias económicas, sociales y ambientales que deben abordarse de forma integral”, dijo Qu.
Los bosques cubren 31 % de la superficie terrestre del planeta, 4060 millones de hectáreas, aunque su extensión se está reduciendo, pues entre 1990 y 2020 se perdieron 420 millones de hectáreas debido a la deforestación.
Son el hábitat de 80 % de las especies de anfibios, de 75 % de las de aves y de 68 % de las especies de mamíferos, y los bosques tropicales albergan alrededor de 60 % de las especies de plantas vasculares.
Aunque más de 700 millones de hectáreas de bosques, 18 % de la superficie forestal total, se encuentran en áreas protegidas legalmente establecidas, la biodiversidad forestal continúa amenazada por la deforestación y la degradación de los bosques.
El cambio climático –asentó el informe- constituye un importante factor de riesgo para la salud de los bosques. Por ejemplo hay indicios de que la incidencia y la gravedad de los incendios forestales y las plagas están aumentando.
Árboles y bosques son medios destacados para luchar contra el cambio climático. Los bosques contienen 662 000 millones de toneladas de carbono, más de la mitad de las reservas de carbono mundiales de los suelos y la vegetación.
Los árboles de las zonas urbanas reducen hasta en 12 grados centígrados las temperaturas de la superficie terrestre en Europa central durante el verano y en los picos de calor.
A pesar de la disminución constante de su superficie, entre 2011 y 2020 los bosques absorbieron más carbono del que emitieron, gracias a la reforestación y a la mejora de la gestión forestal, entre otros factores.
Las plantaciones forestales abarcan 294 millones de hectáreas, siete por ciento de la superficie forestal mundial, la cual aumentó uno por ciento anual entre 2015 y 2020, algo menos de 1,4 % de cada año en el quinquenio precedente.
Del producto interno bruto (PIB) mundial, 84,4 billones (millones de millones) de dólares en 2020, más de la mitad, 44 billones, depende en forma alta o moderada de los servicios ecosistémicos, en particular de los que proporcionan los bosques.
La FAO calcula que la riqueza que representan algunos servicios ecosistémicos forestales (recreación y caza, hábitat, suministro de productos no maderables y servicios hídricos) es de 7,5 billones de dólares, 21 % de la riqueza total en activos de la tierra y aproximadamente nueve por ciento del PIB mundial.
Una tercera parte de la población mundial, 2600 millones de personas, depende de la madera y otros combustibles tradicionales para cocinar, y más de 3500 millones de personas recurren a los productos forestales no maderables para su propio uso o como ayuda para su subsistencia
Unos 33 millones de personas, uno por ciento del empleo mundial, trabajan directamente en el sector forestal.
La FAO considera que detener la deforestación y conservar los bosques puede evitar la emisión de 3,6 gigatoneladas equivalentes de dióxido de carbono (CO2) al año entre 2020 y 2050, 14 % de la reducción que se necesita para mantener la meta de que el calentamiento global no supere el umbral de 1,5 grados centígrados.
La restauración de las tierras degradadas y la ampliación de la agroforestería puede beneficiar a 1500 millones de hectáreas, que podrían absorber de la atmósfera hasta 1,3 gigatoneladas de CO2 anuales, el equivalente a retirar de la circulación cada año 325 millones de autos alimentados con gasolina.
Y la tercera vía, utilización sostenible de los bosques y creación de cadenas de valor verdes, ayudaría a satisfacer la demanda futura de materiales, habida cuenta de que se prevé que el consumo mundial de todos los recursos naturales se duplique y pase de 92 000 millones de toneladas en 2017 a 190 000 millones de toneladas en 2060.
La FAO estima que la financiación destinada a las vías forestales debe multiplicarse por tres para 2030 y por cuatro en 2050. Para este último año, y solo para el establecimiento y la gestión de bosques, se necesitarán 203 000 millones de dólares.
Entre sus recomendaciones la FAO incluye aumentar al máximo las sinergias entre las tres vías forestales y las políticas agrícolas y ambientales, e incentivar y empoderar a los actores locales, en particular las mujeres, los jóvenes y los pueblos indígenas, para que asuman un papel de liderazgo en las vías forestales.
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