Diversidad e inclusión son materias pendientes en el trabajo

Desarrolladores de software en un área de labor de espacio abierto. La diversidad y la inclusión en el trabajo son consideradas fundamentales para elevar la productividad y en general el desarrollo económico y bienestar de las sociedades. Foto: Alex Kotliarsky/Unsplash

GINEBRA – Una de cada cuatro personas no se siente valorizada en el trabajo y, en cambio, aquellos que se sienten incluidos ocupan cargos más altos, mostró un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre diversidad e inclusión divulgado este miércoles 6.

El estudio abarcó a más de 12 000 empleados en 75 países de cinco regiones del mundo, y solo la mitad de los encuestados manifestó que la diversidad y la inclusión estaban suficientemente identificadas y disponías de recursos suficientes en la cultura y estrategia de sus lugares de trabajo.

La OIT postula que elevados niveles de igualdad, diversidad e inclusión están asociados a una mayor innovación, productividad y rendimiento, atracción y retención de talentos, y al bienestar del personal.

“Un lugar de trabajo equitativo, diverso e inclusivo es un motor clave de la resiliencia y la recuperación y la pandemia covid-19 reveló y exacerbó las desigualdades existentes en nuestras economías y sociedades”, dijo Manuela Tomei, directora del Departamento Condiciones del Trabajo e Igualdad de la OIT.

Actualmente, solo una tercera parte de las empresas mide la inclusión, a pesar de que hacerlo es fundamental para avanzar en este sentido, indicó el organismo tripartito (empleadores, gobiernos y sindicatos) que opera desde esta ciudad suiza.

Estudios anteriores sobre diversidad e inclusión se concentraron en las grandes empresas, con frecuencia multinacionales, en países occidentales de altos ingresos, mientras que el nuevo “Transformar las empresas a través de la diversidad y la inclusión”, consideró una gama mucho más amplia.

“Un lugar de trabajo equitativo, diverso e inclusivo es un motor clave de la resiliencia y la recuperación y la pandemia covid-19 reveló y exacerbó las desigualdades existentes en nuestras economías y sociedades”: Manuela Tomei.

El informe recogió datos de empresas de todas las dimensiones en economías de ingresos medios-bajos y economías de ingresos medios-altos, y recopila información de una mezcla diversa de miembros del personal, directivos y altos ejecutivos.

Además, reflejó variedad en edad, género, orientación sexual, grupos étnicos, raciales y religiosos, personas con discapacidad y las que viven con el VIH.

La OIT define “inclusión” como la experiencia que las personas viven en el lugar de trabajo y la medida en la cual se sienten valoradas por lo que son, las competencias y la experiencia que aportan, y si experimentan un fuerte sentido de pertenencia con otros en el trabajo.

El estudio mostró que esa percepción de inclusión tiende a estar más asociada con la antigüedad en el cargo que con los antecedentes personales o con características como la edad, el género, o la etnicidad, raza o religión.

También consideró probable que la fuerza de trabajo en las empresas medianas, grandes o multinacionales tenga una percepción más positiva de la inclusión que los trabajadores de las empresas nacionales pequeñas.

En la encuesta, realizada entre julio y septiembre de 2021, 92 % del personal directivo declaró que se sentía incluido y que la diversidad era respetada y valorizada en el trabajo, frente a 76 % de los encuestados de un nivel inferior.

Solo una cuarta parte de los encuestados indicó que las mujeres constituían una proporción importante (entre 40 y 60 %) de la alta dirección, y una tercera parte señaló que no había personas con discapacidad en cargos directivos.

Entre las mujeres, 71 % afirman que les piden sus puntos de vista, considerados en la toma de decisiones de su lugar de trabajo, frente a 74 % de los hombres.

De los encuestados con discapacidades, 79 % dicen experimentar una sensación positiva de conexión y pertenencia en su lugar de trabajo, frente a 84 % del resto, y 81 % de los encuestados que viven con VIH dicen que por lo general son tratados con respeto, frente a 86 % de quienes no viven con ese virus.

Con relación a la pandemia, dos terceras partes de los encuestados informaron que desde el inicio de la crisis el nivel de interés y acción hacia la diversidad e inclusión en sus lugares de trabajo se habían incrementado.

Un porcentaje similar dijo que la pandemia aumentó sus expectativas de que los empleadores intensificaran la promoción de la diversidad y la inclusión.

El informe subrayó que la diversidad y la inclusión “desempeñan un papel decisivo en el rendimiento de la fuerza de trabajo, las empresas, las economías y las sociedades en todo el mundo”.

“Si la inclusión sigue siendo un privilegio que experimentan sólo aquellos en los niveles directivos, las empresas corren el peligro de no aprovechar sus importantes beneficios”, agregó el documento.

El informe sostiene que el modo más eficaz de influir en un número mayor de empresas para favorecer los cambios es combinar el argumento económico de la diversidad y la inclusión con políticas y marcos jurídicos, y con valores empresariales solidarios.

Señala finalmente cuatro principios clave impulsar los cambios, aplicables a todos los grupos de la fuerza de trabajo, el primero de los cuales es que la diversidad y la inclusión deben ser una prioridad y formar parte de la estrategia y la cultura.

Luego, se afirma que la diversidad debe estar presente en el equipo de dirección, los directores y el personal deben ser responsables de sus actos en cuanto a ejemplos a seguir, y las acciones deben ser aplicadas a lo largo de todo el proceso de empleo, desde la contratación, la retención y el desarrollo del personal.

A-E/HM

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