Ataques a personas con albinismo son crímenes de odio

La ausencia de pigmentación en la piel provoca una notable diferencia de apariencia en las personas con albinismo, lo que en algunos países conlleva no solo a su discriminación sino a crímenes de odio o impulsados por rituales de brujería. Foto: Marie Frechon/ONU

GINEBRA – Los Estados debieran reconocer los ataques contra personas con albinismo como crímenes de odio y prácticas nocivas, y legislar para la debida protección, ha planteado la experta independiente de las Naciones Unidas sobre esa materia, Muluka-Anne Miti-Drummond.

La experta dijo ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en esta ciudad suiza que “hace solo unos días recibí informes muy alarmantes de que personas con albinismo fueron atacadas y secuestradas en dos países donde los ataques a personas con albinismo eran raros o inexistentes”.

“Una de las víctimas era una niña a la que le extirparon los ojos y los órganos, probablemente como parte de un ritual, antes de arrojar su cuerpo a un río”, agregó Miti-Drummond sin especificar los países donde se produjeron esos crímenes.

En los últimos 10 años, la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) y otras instancias de la ONU han recibido informes de más de 600 ataques contra niños y adultos con albinismo.

La organización humanitaria Amnistía Internacional (AI) ha divulgado reportes sobre esos crímenes en África austral, por prejuicios o como parte de algunos rituales, y entre 2014 y 2020 contabilizó 151 asesinatos de personas con albinismo, para obtener partes de su cuerpo, en Malawi, Mozambique, Tanzania y Zambia.

También en Nigeria el pasado febrero la Cámara de Representantes exhortó al Gobierno a adoptar medidas de emergencia ante el incremento de esos crímenes.

Miti-Drummond calificó los impactantes ataques contra personas con albinismo como delitos de odio y prácticas nocivas, al intervenir en el 49 período de sesiones del Consejo, que deliberó desde el 28 de febrero y concluyó este viernes 1 de abril.

El albinismo es una condición rara y genéticamente heredada que ocurre en todo el mundo, independientemente del origen étnico. Generalmente resulta en la ausencia de pigmentación en el cabello, la piel y los ojos, lo que hace que la persona sea extremadamente sensible al sol. Puede provocar cáncer de piel y discapacidad visual.

Se estima que una de cada 17 000 a 20 000 personas en América del Norte y Europa tiene albinismo, aunque investigaciones en curso sugieren que la cantidad de casos podría ser mucho mayor en todo el mundo.

Esa condición en mucho más prevalente en África, donde la prevalencia varía de un cada caso en cada 15 000 personas a uno de cada 5000, y en algunas poblaciones del sur de África las tasas son aún mayores.

Miti-Drummond señaló que la apariencia de estas personas las hace “extremadamente llamativas”, especialmente en entornos donde la población mayoritaria tiene una pigmentación más oscura, lo que crea un marcado contraste entre los dos grupos.

Además, debido a su color de piel y discapacidad visual, las personas con albinismo experimentan múltiples formas de discriminación que se entrecruzan.

La vida cotidiana de muchas de ellas está marcada por el ostracismo, el rechazo y el miedo de ser secuestrados o atacados en el camino a la escuela, el trabajo o el hogar.

“Todo por una enfermedad que podría explicarse fácilmente mediante la ciencia y la genética”, lamentó Miti-Drummond, experta zambiana en derechos humanos.

La brujería ha sido reconocida como una de las causas fundamentales de los ataques, pues muchos agresores creen que las partes del cuerpo de las personas con albinismo pueden enriquecer a quienes las poseen, o proporcionarles protección o buena suerte,

Miti-Drummond sostuvo que la gravedad de este tipo de violaciones, y su persistencia contra un grupo específico de personas con características físicas particulares, constituyen delitos de odio.

También señaló el “motivo discriminatorio” inherente a los delitos de odio, en la medida en que el perpetrador tiene prejuicios contra alguna característica real o percibida de la identidad de la víctima y lo que representa.

Por todo ello, la experta instó a los Estados a adoptar leyes específicas contra los delitos de odio, en las que las personas con albinismo puedan ser reconocidas como víctimas con características protegidas.

Ese ajuste de normas “no solo condenará el motivo discriminatorio, sino que también iniciará otras investigaciones y cambiará la forma en que se percibe a las víctimas, así como la severidad de las sentencias dictadas en las contra agresores”, concluyó.

A-E/HM

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe