ROMA – La alimentación del futuro, ya se trate de nuevos alimentos o de nuevas tecnologías, ofrece ventajas y oportunidades, pero deben analizarse preocupaciones en torno a su inocuidad, indicó un estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) divulgado este lunes 7.
“Estamos en una época en que las innovaciones tecnológicas y científicas están revolucionando el sector agroalimentario, incluido el ámbito de la inocuidad de los alimentos, y es importante que los países se mantengan a la par de estos avances”, dijo Ismahane Elouafi, científica jefe de la FAO.
El estudio adopta un enfoque prospectivo basado en la idea de que los factores que determinarán cómo puede desarrollarse el futuro ya están presentes en la actualidad, en forma de señales débiles e iniciales.
El seguimiento de estas señales mediante la recopilación sistemática de información “aumenta la probabilidad de que los responsables de formular políticas estén mejor preparados para abordar las nuevas oportunidades y desafíos”, se indicó.
Esas políticas hacia la alimentación del futuro deben desarrollarse para los nuevos alimentos, como la carne producida a base de cultivos celulares, insectos comestibles o medusas, y para las nuevas tecnologías, como la cadena de bloques, la inteligencia artificial y la nanotecnología.
“Estamos en una época en que las innovaciones tecnológicas y científicas están revolucionando el sector agroalimentario, incluido el ámbito de la inocuidad de los alimentos, y es importante que los países se mantengan a la par de estos avances”: Ismahane Elouafi.
El informe examina la forma en que los principales factores mundiales, como el crecimiento económico, los cambios en el comportamiento de los consumidores y las modalidades de consumo, el aumento de la población mundial, y la crisis climática, condicionarán la inocuidad alimentaria del futuro.
Entre los factores y tendencias que registra el informe está una mayor exposición a los contaminantes biológicos y químicos, cuya virulencia, ocurrencia y distribución se incrementan como consecuencia del cambio climático.
Algunas zonas que solían ser más frescas son cada vez más cálidas y propicias a la agricultura, por lo que se crean nuevos hábitats para las plagas agrícolas y las especies fúngicas tóxicas. Por ejemplo, las aflatoxinas, que se consideraban un problema de algunas partes de África, se han establecido en el Mediterráneo.
Medusas, algas e insectos, cuyo consumo o interés se extiende, pueden acumular y ser vectores de bacterias patógenas, metales pesados u otros contaminantes.
Cada vez más personas son veganas o vegetarianas, y se prevé un aumento en las ventas de los productos de origen vegetal alternativos a las carnes, pero se requiere atender preocupaciones a la inocuidad, como la de los alérgenos de alimentos que no se consumían habitualmente en el pasado.
El informe recuerda la profecía que hizo en 1931 el ex primer ministro británico Winston Churchill (1874-1965) de que “un día escaparemos del absurdo de criar un pollo entero para comer la pechuga o el ala, produciendo estas partes por separado en un medio adecuado”.
Decenas de empresas de todo el mundo elaboran filetes, hamburguesas de carne de bovino o bocaditos de pollo rebozado basados en el cultivo de células, pero existen preocupaciones como el uso de suero de origen animal, que puede introducir la contaminación tanto microbiológica como química.
Se destaca que una revolución tecnológica está ayudando a producir más con menos, incluyéndose aquí el etiquetado inteligente que extiende el tiempo de conservación de los productos alimentarios, y las cadenas de bloques para que los alimentos puedan rastrearse a lo largo de las cadenas de suministro.
También las impresoras 3D que producen dulces e incluso texturas “parecidas a la carne” utilizando ingredientes de origen vegetal, y “al igual que ocurre con todas las nuevas tecnologías, hay oportunidades y desafíos”.
Para que esas tecnologías estén a disposición de todos, “será esencial promover normas y las mejores prácticas, el acceso a bases de datos de referencia fiables y curadas, la comunicación de las enseñanzas adquiridas, y la transparencia en el intercambio de datos entre las partes interesadas”, concluyó el informe.
A-E/HM