GINEBRA – La Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) reclamaron este lunes 21 una atención más sólida para los trabajadores sanitarios, para que puedan resistir la gran presión que la pandemia covid-19 ejerce sobre ellos en todo el mundo.
Pero “incluso antes de la pandemia el sector sanitario se encontraba entre los más peligrosos para trabajar. Sólo unos pocos centros sanitarios contaban con programas de gestión de la salud y la seguridad en el trabajo”, observó María Neira, directora del Departamento de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS.
Los trabajadores sanitarios “sufrían infecciones, trastornos y lesiones musculoesqueléticas, violencia y acoso en el lugar de trabajo, y agotamiento y alergias por el mal ambiente laboral”, expuso Neira.
La covid supuso un alto precio adicional para los trabajadores sanitarios y demostró un peligroso descuido de su salud, seguridad y bienestar, indicaron las organizaciones, que han lanzado una nueva guía para desarrollo e implementación de programas más sólidos de salud y seguridad para esos trabajadores.
Más de uno de cada tres centros sanitarios carece de puestos de higiene en el punto de atención, y menos de uno de cada seis países tiene una política nacional sobre un entorno de trabajo saludable y seguro en el sector sanitario.
La covid “puso de manifiesto el costo de esta falta sistémica de salvaguardias para la salud, la seguridad y el bienestar de los trabajadores sanitarios”, observó James Campbell, director del Departamento de Personal Sanitario de la OMS.
“Los trabajadores de la salud, al igual que todos los demás trabajadores, deben disfrutar de su derecho a un trabajo decente, a entornos laborales seguros y saludables y a la protección social en materia de asistencia sanitaria, ausencia por enfermedad y enfermedades y lesiones profesionales”: Alette van Leur.
“En los primeros 18 meses de la pandemia, cerca de 115.500 trabajadores sanitarios murieron a causa de la covid-19”, dijo Campbell.
La OMS abogó permanentemente en favor de que los trabajadores sanitarios en todo el mundo integrasen el grupo prioritario de quienes debían recibir vacunas anticovid.
Para octubre de 2021, dos de cada cinco trabajadores de la salud sanitarios y asistenciales en el mundo estaban completamente vacunados, según los datos de la OMS en 119 países, pero con una diferencia considerable entre regiones y grupos económicos.
Mientras que en 22 países, la mayoría de ellos de altos ingresos, el número de trabajadores sanitarios totalmente vacunados superaba 80 %, en las regiones de África y el Pacífico Occidental era inferior a 10 %.
Campbell también indicó que “las ausencias por enfermedad y el agotamiento exacerbaron la escasez preexistente de trabajadores sanitarios y socavaron las capacidades de los sistemas de salud para responder a la mayor demanda de atención y prevención durante la crisis”.
La nueva guía contiene recomendaciones sobre cómo aprender de esta experiencia y proteger mejor a los trabajadores sanitarios.
La OIT y la OMS recomiendan desarrollar y aplicar programas sostenibles para la gestión de la salud y la seguridad en el trabajo de los trabajadores sanitarios a nivel nacional, subnacional y de los centros de salud.
Esos programas deben abarcar todos los riesgos laborales: infecciosos, ergonómicos, físicos, químicos y psicosociales.
La guía también describe el papel que deben desempeñar los gobiernos, los empleadores, los trabajadores y los servicios de salud laboral en la promoción y protección de la salud, la seguridad y el bienestar de los trabajadores sanitarios.
Destaca que la inversión, la formación, el seguimiento y la colaboración continuos son esenciales para mantener los avances en la aplicación de los programas.
“Los trabajadores de la salud, al igual que todos los demás trabajadores, deben disfrutar de su derecho a un trabajo decente, y a entornos laborales seguros y saludables”, dijo Alette van Leur, directora del Departamento de Políticas Sectoriales de la OIT.
Igualmente debe atenderse su derecho “a la protección social en materia de asistencia sanitaria, ausencia por enfermedad y enfermedades y lesiones profesionales”, y para ello “deben establecerse mecanismos eficaces para garantizar la colaboración continua entre empleadores, directivos y trabajadores de la salud”, agregó Van Leur.
La OIT y la OMS sostienen que los países que han desarrollado y aplican activamente programas de salud y seguridad en el trabajo para los trabajadores de la salud han experimentado reducciones en las lesiones y enfermedades relacionadas con el trabajo y en las ausencias por enfermedad.
Asimismo, se aprecian mejoras en el entorno laboral, la productividad del trabajo y la retención de los trabajadores de la salud.
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