SANTIAGO – Chile eligió el domingo 19 de diciembre de 2021 al progresista Gabriel Boric frente al candidato de la derecha José Antonio Kast. Boric obtuvo 55,9 % (4 618 480) del total de los votos, dejando a Kast por detrás con 44,1 % (3 648 394), con 99,9 % de los votos escrutados.
La victoria de 12 puntos se logró a pesar de las interrupciones masivas del transporte público el domingo, que provocaron largas colas en las paradas de autobús y en los colegios electorales durante una ola de calor sin precedentes.
Los miembros del partido de izquierda acusaron al actual presidente de derecha, Sebastián Piñera, de interferencia electoral, ya que los barrios pobres y de clase trabajadora fueron los más afectados por los cortes de tránsito. Sin embargo, los votantes acudieron en masa a las urnas, batiendo un récord de participación, con 55 % del electorado habilitado para votar.
Con 36 años, Boric será el presidente chileno más joven cuando asuma el cargo en marzo de 2022. Su temprana participación en la política comenzó hace 10 años, en 2011, durante las protestas estudiantiles, cuando dirigía la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH).
Piñera era también presidente del país en ese momento, y se opuso enérgicamente a las protestas, derivadas de las extremas desigualdades en la educación superior.
Las protestas estudiantiles crecieron y crearon alianzas con los trabajadores y otros movimientos sociales. Participaron cientos de miles de personas, hubo miles de detenidos, algunos muertos y muchos heridos.
En 2013, Boric fue elegido diputado, en representación de su distrito natal de Magallanes y de la Antártida chilena. Las protestas continuaron, culminando en un levantamiento masivo en octubre de 2019, cuando los estudiantes de secundaria subieron a los torniquetes y agitaron a los pasajeros en el sistema de metro de Santiago después de que el gobierno subiera las tarifas.
La historia de éxito financiero que es Chile, basada en materias primas como el cobre, no llega a la mayoría de los chilenos. La mitad de los residentes ganan menos de 400.000 pesos chilenos (550 dólares) al mes.
Un estudio de las Naciones Unidas de 2017 muestra que solo 1 % de los chilenos gana 33 % del producto interno bruto del país. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) sitúa a Chile en 2021 como su miembro más desigual, con una fiscalidad poco equitativa, una escasa participación femenina en el mercado y un débil gasto público en la educación de los niños.
En su discurso de aceptación el domingo 19 por la noche, Boric saludó a la multitud en español, aymara, rapanui y la lengua nacional mapuche, el mapudungun. En 2014, fue miembro de la Comisión de Derechos Humanos y Pueblos Indígenas del gobierno.
«Gracias a todas las personas y pueblos que habitan este lugar que llamamos Chile. Lo importante es que ustedes votaron, hicieron oír su voz, demostraron su compromiso con este país para todos y cada uno de nosotros.» En una referencia velada al ex dictador Augusto Pinochet, añadió: «En un día tan importante, no podemos volver a una época en la que el pueblo, por las razones que sean, se vio privado del derecho al voto.»
Boric es un firme defensor de los derechos de la mujer.
Impulsor de la legislación para legalizar el aborto hasta las 14 semanas de gestación, Boric declaró el 19 de enero de 2021: «Debemos avanzar hacia el aborto legal, seguro, gratuito y garantizado por la salud pública de la nación… El aborto es una realidad innegable y su prohibición sólo crea una mayor desigualdad entre quienes pueden acceder a él con seguridad y quienes no.»
Boric y su partido Apruebo Dignidad obtuvieron más del 60% de los votos en su provincia natal, Magallanes, así como en Santiago Metropolitano. Pero el líder del Partido Republicano, José Antonio Kast, invirtió el porcentaje en las regiones vitivinícolas y agrícolas de Chile inmediatamente al sur de la capital.
Una de esas regiones, La Araucanía, en la que Kast obtuvo su mejor resultado con un 60%, es la tierra del pueblo mapuche, que representa un tercio de la población de la región. Este año han aumentado las tensiones entre los mapuches y los terratenientes, y el presidente Piñera declaró el estado de emergencia en esa región «para enfrentar la violencia vinculada al narcotráfico, el terrorismo y el crimen organizado».
Pero los mapuches dicen que están luchando contra el gobierno por los derechos a la tierra que han habitado durante siglos, si no milenios. Tradicionalmente agricultores de subsistencia, su modo de vida entra en conflicto directo con la agricultura intensiva.
Grandes extensiones de territorio mapuche han sido concedidas a familias y empresas no indígenas, y en la década de 1980, el gobierno transfirió las tierras restantes de propiedad colectiva a la propiedad individual, despojándolas mediante deudas personales y quiebras.
En marzo de 2021, los líderes mapuches presentaron una demanda ante la Corte Penal Internacional de La Haya acusando al gobierno de Piñera de genocidio.
Por eso, cuando Gabriel Boric abrió su discurso de aceptación de la presidencia con palabras en lengua mapuche, reafirmó su compromiso con la solución de la crisis en La Araucanía y su vieja promesa de campaña: «Creemos en un Estado plurinacional y en la autodeterminación de nuestros pueblos originarios».
Este artículo se publicó originalmente en democraciaAbierta.
RV: EG