WASHINGTON – El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) anunció este lunes 1 que todos sus préstamos y proyectos se alinearán con el Acuerdo de París para 2023, en sintonía con la búsqueda de acuerdos en la 26 conferencia de las Partes (COP26) sobre el cambio climático, que se realiza en Glasgow, Reino Unido.
“Si priorizamos las inversiones inteligentes hoy, la piedra angular de nuestra lucha global contra el cambio climático puede reforzar nuestros esfuerzos de recuperación ante la pandemia y podemos acelerar nuestra respuesta”, dijo el presidente del BID, Mauricio Claver-Carone, al presentar la declaración en su sede en esta capital.
La medida “ayudará a que los países de América Latina y el Caribe combatan el cambio climático y, al mismo tiempo, avancen para ayudar a las poblaciones más vulnerables con una recuperación sostenible para todos”, reza a declaración del BID.
Líderes mundiales convergen en la COP26 para buscar modelos que desaceleren el calentamiento climático y alcanzar los objetivos delineados en París en 2015, de que la temperatura planetaria no exceda 1,5 grados centígrados sobre los niveles preindustriales en 2050, ni más de dos grados al terminar este siglo.
El alineamiento anunciado por Claver-Carone exige que la labor del Grupo BID sea consistente con las metas de emisiones netas cero y desarrollo resiliente al clima de cada país, y también deberá ser compatible con el objetivo general de descarbonización a largo plazo del Acuerdo de París.
Las emisiones netas cero presuponen no emitir a la atmósfera más gases de efecto invernadero, que recalientan la atmósfera, de los volúmenes que el emisor sea capaz de retirar y llevar a sumideros en suelos, bosques y profundidades oceánicas.
Claver-Carone dijo que “sabemos que, si priorizamos las inversiones inteligentes hoy, la piedra angular de nuestra lucha global contra el cambio climático puede reforzar mutuamente nuestros esfuerzos de recuperación ante la pandemia y podemos acelerar nuestra respuesta”.
El BID anunció otra meta climática ambiciosa, proporcionar 24 000 millones para financiamiento climático y verde durante los próximos cuatro años. La financiación verde abarca más que el clima e incluye, entre otras, la protección y restauración de los ecosistemas y su biodiversidad, y la reducción de la contaminación.
“Si priorizamos las inversiones inteligentes hoy, la piedra angular de nuestra lucha global contra el cambio climático puede reforzar nuestros esfuerzos de recuperación ante la pandemia y podemos acelerar nuestra respuesta”: Mauricio Claver-Carone.
Este objetivo de financiación verde “se construye sobre el sólido historial del Grupo BID de apoyar proyectos para restaurar y preservar el capital natural, reducir la contaminación, mejorar la gestión de residuos y promover la economía circular”, se ufanó el organismo hemisférico.
El BID “reconoce el rol fundamental de la naturaleza sobre la mitigación climática, la resiliencia, las economías y los medios de vida. Por eso, entre 2015 y 2020, invirtió en 28 proyectos con componentes de soluciones basadas en la naturaleza, por un total de 815 millones de dólares”, según informó el organismo.
Esos proyectos apalancaron 437 millones de dólares adicionales en financiación de socios, alcanzando un total de aproximadamente 1250 millones.
Desde 2020 el BID fijó la meta de que 65 por ciento de los proyectos aprobados cada año incluyan inversiones en adaptación y mitigación al cambio climático hasta 2023; y que 100 por ciento de los proyectos categorizados con alto riesgo incluyan un análisis de riesgo y medidas de resiliencia para 2023.
En términos financieros, el Grupo BID duplicó su financiamiento climático en los últimos cuatro años. En 2019 logró un porcentaje récord de aprobación de financiamiento climático, 29 por ciento, equivalente a 5000 millones de dólares.
Este apoyo ha respaldado inversiones en energía renovable, movilidad eléctrica, desarrollo urbano sostenible, agricultura climáticamente inteligente, y edificaciones verdes, así como la construcción de capacidad y preparación de evaluaciones del riesgo de desastres naturales, según informó el organismo.
Un ejemplo fue colocar 1600 millones de dólares en febrero de este año en un plan para apoyar los esfuerzos de prevención y respuesta ante desastres naturales para América Central, utilizables en los próximos dos años.
Otro es el otorgamiento de 125 millones de dólares a Engie Energía Chile para acelerar la descarbonización de la matriz eléctrica del país, fondos que se utilizarán para construir, operar y mantener el parque eólico Calama, con una capacidad de 151 megavatios, en la norteña región de Antofagasta.
El proyecto es parte del pan de transformación de Engie, que además del cierre progresivo de sus unidades de carbón, considera desarrollar más de 1000 megavatios en iniciativas eólicas y solares durante los próximos años en Chile.
El paquete financiero se compone de un préstamo del BID de 74 millones, 15 millones de financiamiento mixto del Fondo de Tecnología Limpia (CTF en inglés) y 36 millones del Fondo Chino para la Cofinanciación en América Latina y el Caribe.
También en febrero el BID lanzó un bono verde –destinado a proyectos de adaptación y mitigación ante el cambio climático, y protección de ecosistemas- por 1000 millones de dólares, que tuvo una fulgurante demanda para su compra.
Claver-Carone dijo que “estamos ampliando los límites de nuestra financiación, mejorando nuestra estructura interna para priorizar la acción climática y aumentando nuestros compromisos y alianzas externas”.
“Nuestro papel, como banco de desarrollo líder en la región, es ayudar a nuestros 26 países miembros prestatarios a mitigar y adaptarse a los riesgos climáticos. Estamos preparados para aprovechar una oportunidad sin precedentes de alcanzar un futuro en la región descarbonizado y resiliente al clima”, agregó el ejecutivo.
También mostró el banco su cooperación para que los países miembros del BID en la región actualizasen sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional ante la COP26, requeridas en la cita de Glasgow para avanzar con medidas que impacten con mejoras al clima y que hasta ahora han resultado dramáticamente insuficientes.
A-E/HM