MINNEAPOLIS, Estados Unidos – Para la mayoría de las mujeres que trabajan actualmente en la industria de la información, soportar los ataques en línea se ha convertido en una fea realidad laboral. Casi tres cuartas partes de las 714 mujeres periodistas que respondieron a una encuesta global del Centro Internacional para Periodistas (ICFJ) y la Unesco dijeron que habían experimentado ataques en línea como resultado de su trabajo. Y es un problema que va en aumento.
Los efectos de ese tipo de violencia tienen gran alcance, como se relata en «The Chilling«, un reciente informe basado en la encuesta de ICFJ-Unesco, así como en 182 entrevistas realizadas a periodistas y expertas de todo el mundo. Entre los efectos, las mujeres informaron que la violencia en línea ha hecho mella en su salud mental, les ha hecho temer por su seguridad física, ha dañado su reputación y mucho más.
«Desde el punto de vista profesional, se te percibe como una especie de figura divisiva y controvertida», explicó a las investigadoras Carole Cadwalladr, periodista de investigación británica. «Algo que para tu colega masculino habría pasado sin comentarios. Pero te convierte en una figura controvertida, y creo que esa estrategia es muy efectiva», añadió.
Cadwalladr es conocida por haber destapado el escándalo Facebook-Cambridge Analytica. Desde entonces, se ha convertido en el blanco de una gran cantidad de abusos en línea, incluso por parte de periodistas de derecha y miembros del parlamento.
Este tipo de violencia no debería ser el problema generalizado que es hoy para las periodistas. El apoyo adecuado de las personas adecuadas puede ayudar a cambiar las mareas de la violencia. El Centro de Respuesta a la Violencia Online, lanzado por la International Women’s Media Foundation (IWMF) e ICFJ en julio pasado es un ejemplo de este tipo de apoyo.
Un proyecto de la Coalición contra la Violencia Online –un grupo de más de 40 organizaciones que trabajan para encontrar soluciones al problema–, el Centro reúne en un solo lugar recursos valiosos para apoyar y ayudar a las víctimas de estos ataques.
Centro de Respuesta a la Violencia en Línea
Muchas de las periodistas encuestadas y entrevistadas por los investigadores del estudio de ICFJ-Unesco dijeron que querían acceder a recursos de apoyo de una manera sencilla. La Coalición tuvo esto en cuenta al diseñar el Centro.
«Cuando te atacan, tus recursos son limitados, tu capacidad para enfrentar la situación es limitada, y además tienes la responsabilidad de buscar tus propias soluciones», dice Julie Posetti, directora global de investigación del ICFJ, quien ayudó a fundar el Centro y dirigió la investigación para la Unesco.
El Centro alivia la carga de las mujeres, ofreciéndoles una plataforma sencilla a través de la cual conectarse con el apoyo adecuado.
«No se trata de darles una guía completa, sino de dividirla en compartimentos», grafica Ela Stapley, asesora de seguridad digital y líder del proyecto en IWMF.
Todo el contenido disponible en el Centro ha sido aportado por miembros de la Coalición como el Comité para la Protección de los Periodistas, ACOS Alliance, ICFJ, PEN America y Free Press Unlimited, entre otros. El Centro es también una plataforma viva. El contenido se evalúa periódicamente para garantizar su actualización, y los miembros pueden enviar nuevos recursos para su publicación.
Varios de los recursos individuales que aparecen hoy en el sitio están disponibles en otros idiomas, como español y árabe. Stapley y Posetti esperan que, con el tiempo, todo el contenido se traduzca a varios idiomas, reconociendo la naturaleza global y multilingüe del problema.
Cómo puedes usar el Centro
La primera vez que visites el sitio, puedes examinar todo el contenido haciendo clic en «Recursos» en el menú superior. También verás la casilla «Recibir ayuda», que te pedirá que identifiques quién eres: periodista, redacción o aliado. Esto ayudará al sitio a adaptar los recursos que te recomendará.
A continuación, te explico algunos casos.
Para periodistas
Para las periodistas es importante saber que en la esquina superior derecha de la página hay un botón naranja de «Asistencia de emergencia», por si precisas ayuda urgente. Aunque el Centro no tiene la capacidad de desencadenar una intervención en ese momento, puede guiarte a personas que sí pueden hacerlo.
Si seleccionas que eres periodista entre las indicaciones de la página de inicio del sitio, se te dará una lista de escenarios para elegir. Entre ellos se encuentran: «He sido doxeada», «Tengo un problema con una imagen», «Quiero anticiparme al abuso online», y otros. Selecciona el que más se ajuste a tus necesidades.
Por ejemplo, digamos que descubres que tu número de teléfono personal se está compartiendo en línea sin tu consentimiento. En el menú, puedes seleccionar «He sido doxeada».
A continuación, se te preguntará qué tipo de ayuda buscas, como «Asistencia de emergencia», «Apoyo psicosocial» y «Documentar una agresión». En este caso, es posible que quieras investigar las vías legales que puedes seguir después del ataque, así que seleccionarás «Apoyo legal». A partir de ahí, podrás informarte sobre organizaciones como Media Defence, que pone en contacto a periodistas con abogados.
Este es solo un ejemplo de cómo una periodista que sufre un ataque puede utilizar el Centro. Muchos de los recursos disponibles también están orientados a la prevención. Puedes hacer clic en los avisos para encontrar consejos para asegurar tus cuentas, desarrollar una estrategia de respuesta, salvaguardar tus datos y recibir formación.
Para redacciones
El apoyo a las redacciones es fundamental para frenar la violencia online contra las mujeres periodistas. Sin embargo, numerosos medios no están seguros de cómo abordar el problema. El Centro ofrece una serie de recursos para ayudar a las redacciones a responder eficazmente en estos casos y a introducir políticas preventivas para reducir el acoso online contra sus empleadas.
Si eliges «Newsroom» en el menú original, verás que aparecen los siguientes escenarios: «Alguien ha sido doxeada», «Alguien está siendo acosada en línea», «Medidas preventivas para proteger contra la violencia online», entre otras opciones.
Digamos que seleccionas «Alguien está siendo acosada online». Te llevará a una página en la que podrás elegir entre respuestas como «Ayudar a una periodista a asegurar sus datos online», «Responder a los atacantes online» y «Apoyo psicosocial».
El Centro te indicará los recursos que pueden ayudarte a asegurar las cuentas de la redacción, redactar declaraciones públicas de apoyo a las periodistas, documentar los abusos en línea y otros.
Para aliados
No es necesario ser periodista o jefe de redacción para verse afectado por la violencia en línea. Es posible que amigos, colegas y familiares tengan a alguien en su vida que esté sufriendo ataques, y quieran ayudar. En este caso, puedes seleccionar «Quiero apoyar a alguien» en el menú de la página principal.
De nuevo, se te ofrecerá una serie de escenarios para elegir: «Apoyar a alguien que está siendo acosada online», «Alguien ha sido doxeada» y «Aprender más sobre la violencia online».
Esta vez, selecciona «Apoyar a alguien que está siendo acosada online» y luego «Apoyar a otros». El Centro te guiará a través de un proceso paso a paso para ofrecer apoyo.
Lo que puedes hacer ahora mismo
Puede que actualmente no tengas que lidiar con la violencia en línea, pero eso no significa que no puedas hacer uso del Centro. Stapley recomienda familiarizarse con la herramienta para saber qué ofrece y cómo navegar por ella si alguna vez la necesitas.
Los numerosos recursos de prevención pueden equipar a las redacciones y a las periodistas para que tomen medidas importantes como la protección de datos, la creación de un plan de respuesta y la elaboración de políticas de apoyo al personal.
Considera también la posibilidad de compartir el Centro con tus colegas. Esto incluye a las freelancers, que tienen menos probabilidades de beneficiarse del apoyo institucional si se enfrentan a la violencia en línea.
«Utilízalo como una especie de punto de partida para aprender más sobre el abuso online y la mejor manera de protegerte», sugiere Stapley.
Este artículo se publicó originalmente en IJNET, la Red Internacional de Periodistas.
RV: EG