La OMS autoriza por primera vez una vacuna contra la malaria

Un bebé de cinco meses recibe una dosis de RTS-S en Mkaka, Malawi, como parte de un plan piloto que permitió la aprobación de esa vacuna contra el flagelo del paludismo por parte de la Organización Mundial de la Salud. Foto: PATH

GINEBRA – Por primera vez, la Organización Mundial de la Salud (OMS) autorizó y recomendó el uso generalizado en niños de una vacuna contra la malaria, la RTS-S, al cabo de un programa piloto desarrollado desde 2019 en Ghana, Kenia y Malawi.

El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, calificó el anuncio este miércoles 6 como “histórico”, porque “esta esperada vacuna es un gran avance para la ciencia, la salud infantil y el control de la malaria”.

Más de 200 millones de personas padecían paludismo en 2019 en todo el mundo, en su mayoría en África al sur del Sahara, y 400 000 mueren cada año (94 por ciento en África), entre ellas 260 000 niños africanos menores de cinco años.

En América Latina y el Caribe el paludismo alcanzó a 700 000 personas en 2019, más de la mitad de ellas en Venezuela, aunque el flagelo retrocedió en 2020 en la región y Argentina, El Salvador y Paraguay quedaron libres de la enfermedad.

Se trata de una enfermedad mortal, aunque prevenible, causada por un parásito de la especie Plasmodium que trasmiten, con su picadura, los mosquitos hembra del género anófeles. Sus síntomas son fiebre, dolor articular, vómitos, y luego el parásito avanza al hígado, destruye los glóbulos rojos y la anemia conduce a la muerte.

“Hoy la vacuna RTS-S, que ha tardado más de 30 años en desarrollarse, cambia el curso de la historia de la salud pública. Todavía hay un largo camino por recorrer, pero este es un importante paso”: Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Bajo la batuta de la OMS, un programa piloto llevó la RTS-S a unos 800 000 niños en los tres países africanos, con resultados que dieron paso a la recomendación para su aplicación generalizada en infantes.

Su uso “además de las herramientas para prevenir la enfermedad, podría salvar decenas de miles de vidas jóvenes cada año. La malaria lleva con nosotros milenios y durante mucho tiempo el sueño de una vacuna fue inalcanzable”, dijo Tedros.

“Hoy la vacuna RTS-S, que ha tardado más de 30 años en desarrollarse, cambia el curso de la historia de la salud pública. Todavía hay un largo camino por recorrer, pero este es un importante paso”, agregó.

También Matshidiso Moeti, directora de la OMS para África, destacó que “durante siglos, la malaria ha acechado al África subsahariana, y la recomendación de hoy ofrece un rayo de esperanza para el continente. Esperamos que muchos niños sean protegidos y se conviertan en adultos sanos”.

La vacuna, que tiene “un perfil de seguridad sólido”, debe administrarse en un calendario de cuatro dosis en niños a partir de los cinco meses de edad, para reducir la enfermedad y la carga de la malaria, indicaron los especialistas de la OMS.

El programa piloto mostró que más de dos tercios de los niños que, en los tres países, no duermen bajo un mosquitero –medida básica de protección contra los anófeles-, se benefician de la vacuna RTS-S.

El desarrollo de la vacuna y el programa piloto de su aplicación recibió 69 millones de dólares: de la alianza mundial de vacunación Gavi; el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria; y Unitaid, iniciativa ante enfermedades transmisibles creada por Brasil, Francia, Noruega y Reino Unido.

Los próximos pasos para la vacuna contra la malaria incluirán decisiones de financiación de la comunidad sanitaria mundial, para una implementación más amplia y la toma de decisiones de los países sobre la adopción de la vacuna, como parte de las estrategias nacionales de control de la malaria.

En 2019, los fondos dedicados a la lucha contra la malaria en el mundo alcanzaron los 3000 millones de dólares, frente a un objetivo global de 5600 millones de dólares, según datos de la OMS.

A-E/HM

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